MICROSEGUROS PARA MEXICANOS DE MENOS INGRESOS

24/06/2013 - 12:00 am

El alto costo del cuidado de la salud, el envejecimiento y la falta de empleos presionan al gobierno y a la IP a responder por carencias de la población de menos ingresos; los microseguros son un paso.

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Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).– El sector asegurador de México registra una de las más bajas coberturas a nivel mundial. Sin embargo, las compañías del ramo han encontrado un filón en los microseguros: este sector creció de 3 millones de pólizas en 2008 a más de 9 millones en 2012.

El dato, por supuesto, “es alentador para la industria”, plantea Recaredo Arias, director General de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). El directivo apunta que ese “importante crecimiento” significa que el sector sí puede penetrar entre la gente de bajos ingresos: “Estos ejemplos son los que nos pueden servir para, haciendo el trabajo correcto y con el apoyo de autoridades, las compañías podamos llegar a más gente, porque hasta hoy la gran mayoría de mexicanos se está perdiendo los beneficios de estar asegurado”.

–¿Qué cantidades toman como base para el rubro de microseguros?

–En el caso de vida hasta 94 mil pesos de suma asegurada, y en el caso de daños y gastos médicos no es por la suma asegurada sino por la prima; ahí hablamos de un costo de no más de 700 pesos al año, más o menos”.

Esta opción de microseguros se ha convertido en una creciente ola a través de ventas por telemarketing, por Internet, en cajeros automáticos o entre los tarjetahabientes de tiendas departamentales, donde una persona puede contratar las pólizas de forma fácil y en módicos pagos mensuales. Por ejemplo, la cadena Sears lanzó para su nicho de tarjetahabientes de bajo poder adquisitivo su producto Protección Personal Sears –respaldada por el Banco Inbursa–, que es un seguro de 100 mil pesos por muerte accidental, con asistencia automovilística, servicio de ambulancia y apoyo funerario de 17 mil pesos, con una prima anual de 252 pesos que se aplica a través de la tarjeta de crédito departamental en pagos mensuales de 21 pesos.

Por su parte, la empresa Chartis Seguros promueve una póliza contra robo a casa habitación (“Protege tu hogar desde 7 pesos al día”) y lo justifica con el dato de que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el robo a casa habitación creció 13.3% en 2011. “La protección de tu hogar nunca ha sido tan económica”, dice la empresa en su publicidad.

Para detonar el crecimiento de este sector, desde 2009 –con el patrocinio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES)– varias empresas del ramo firmaron un convenio de alcance regional (Brasil, Colombia, Venezuela, Perú, México y Guatemala) para promover los microseguros.

El directivo de la AMIS revalora la importancia de llevar productos a nivel popular. “Mucha veces decimos: los pobres no pueden comprar, pero hay que preguntarnos por qué hay más de 9 millones de pólizas de seguros de vida de microseguros que van a la base de la pirámide. ¿Por qué? Porque hemos hecho la tarea de llevarlo a más gente, con microcrédito, y después de que esas personas van conociendo los beneficios del seguro, mediante vecinos o amistades, ellas contratan voluntariamente”, explica.

TENDENCIAS EN PROTECCIÓN SOCIAL

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El encarecimiento del cuidado de la salud, el envejecimiento de la población y la falta de empleos de calidad y con seguridad social presionan al gobierno mexicano y a la iniciativa privada a generar respuestas. “La opción de los microseguros será una de las principales tendencias en México en los próximos años”, sostiene el empresario Julio A. Millán, Presidente de Consultores Internacionales, firma especializada en el análisis estratégico para la toma de decisiones, así como en la presentación de propuestas para la atención de problemas económicos y sociales.

Esta opción de los microseguros –afirma el empresario– “permite que sectores informales de la economía accedan a algún sistema de protección social. Cabe recordar que un número importante de mexicanos no tiene acceso a la seguridad social y depende enteramente de su gasto personal o de los programas gubernamentales”.

El Presidente de Consultores Internacionales resalta que México gasta 28.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) en salud (segundo país con mayor gasto dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tras Estados Unidos, según la Secretaría de Salud) y los mexicanos invierten en promedio 47% de sus ingresos en este rubro; si a esto se añade el envejecimiento que experimenta la población, “existe un importante riesgo de colapsar el sistema si no se hace algo al respecto”.

También destaca que México no es ajeno al aumento en los costos de salud, reflejados en los altos precios de los seguros privados, “donde una persona debe tener ingresos de por lo menos 20 mil pesos mensuales para acceder a ellos, al tiempo que sí bien existe atención pública, ésta no es de calidad”. Ante estas tendencias, añade, la situación del sistema de salud en México puede volverse preocupante.

“Se está generando una creciente espiral que obliga a nuevas alternativas en el diseño de políticas públicas enfocadas a estos segmentos de población que quizás ya no generen directamente producto, pero sí demandarán atención médica”, comenta.

ÁREAS DE OPORTUNIDAD

El desarrollo del sector asegurador en México apenas alcanzó en 2012 una cobertura equivalente a 1.9% del PIB, cifra muy rezagada a nivel internacional puesto que en Estados Unidos supera 11% y el promedio para los integrantes de la OCDE es de 7.65%; el de la Unión Europea es de 5.03% y España alcanzó 5.7%, según datos del organismo.

En América Latina, incluso las naciones pequeñas –económica y territorialmente hablando– adelantan a México en cobertura y porcentaje del PIB; es el caso de Chile, con 4.1%; Brasil con 3.2%; Argentina con 2.9; Jamaica 4.5% y Trinidad y Tobago con 3.2 por ciento.

De acuerdo con diversas fuentes consultadas, son varias razones las que explican la poca penetración del sector asegurador entre los mexicanos: se considera que son caros, el país registra alto desempleo, informalidad, inestabilidad económica y tipo de cambio flotante, exigente regulación al sector y aumento de fraudes –consumados o en grado de tentativa–. También hay desconfianza de las aseguradoras porque a la hora de hacer los reclamos en ocasiones les niegan el pago y tienen que iniciar los agobiantes procedimientos de ley.

Respecto de los costos, “en México no queda claro si los seguros son caros por la baja penetración o por la baja penetración son caros”, parafrasea Marco Carrera Santacruz, Consultor y ex Director de Estudios de Mercado de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). “Como existe la percepción de que son caros, y al no contratarse de manera masiva, los seguros van a seguir siendo costosos. Pero hay instituciones fuertes y reguladas, y no obstante que se desempeñan en un ámbito difícil operan en buenas circunstancias.”

Referente a las quejas y reclamos, Recaredo Arias plantea que las aseguradoras aumentaron un 10.9% anual el pago de indemnizaciones y hasta el primer semestre de 2012 cubrieron un monto superior a los 77 mil millones de pesos.

En política pública, el directivo de AMIS precisa que las autoridades tienen qué trabajar más con el sector asegurador, porque en 2003 México tenía casi 26% de las primas de toda América Latina y bajó a un 15.4% en 2010. “Es de los grandes perdedores en la competitividad del sector. Los ganadores han sido Brasil, que subió de 30% a 49%, que tiene ya la mitad de las primas de seguros de todo el subcontinente; también Chile, Colombia y Perú”, explica.

En penetración de mercado, las aseguradoras apenas superaron los 18 mil millones de dólares en 2011, como valor total de las primas respecto del PIB, equivalente a 1.8% de ese año. De acuerdo con las cifras de la AMIS, a nivel mundial México ocupa el lugar 28 en volumen de primas y el segundo en Latinoamérica. Para las primas de vida, también ocupa el 28 y el segundo en América Latina, y para las primas de no vida ocupa el lugar 20 a nivel mundial y el segundo en AL.

En primas per cápita se sitúa en el lugar 58 a nivel mundial y es noveno en Latinoamérica. En primas respecto del PIB ocupa el lugar 61 a nivel mundial y onceavo a nivel de América Latina.

RECLAMOS Y CONTROVERSIAS, A LA BAJA

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Foto: Cuartoscuro

Para disminuir la desconfianza, empresas y gobierno trabajan en conjunto. De acuerdo con las estadísticas se observa una reducción en las quejas que presentan los asegurados ante Condusef. “Los hechos confirman que se ve mejor disposición en la atención al usuario, pero no implica que sea un tema superado”, expuso Carrera Santacruz.

En la lista de los 10 motivos de reclamos y controversias, las cifras más altas corresponden a los seguros de daños a automóviles y vida individual.  “Si se compara el ejercicio de 2012 contra 2011 hay una reducción: en el caso de daños a autos es de 10% y en vida individual es de 20.4 por ciento”.

De acuerdo con la AMIS, en 2011 el número de asegurados con pólizas ordinarias de vida individual representó 15% de la población económicamente activa, es decir 7 millones, 267 mil 347.

De las controversias totales (213 mil 113 registradas por la Condusef en 2011), 5% o 10 mil 669 correspondieron a daños en autos, mientras que en vida individual se registraron 10 mil 460, esto es 5 por ciento.

El directivo de AMIS afirma que pese al aparentemente elevado número de inconformidades contra las aseguradoras, México tiene un comportamiento en cuanto a reclamaciones y quejas e inquietudes en el orden de países de los más avanzados de América Latina y a nivel internacional.

Precisa: “Las estadísticas muestran que por cada mil solicitudes de indemnización de seguros de vida sólo hay 23 reclamaciones; es decir, sólo 2.3 por ciento. Y si lo consideramos contra pólizas, es 0.3% de cada 10 mil pólizas”. Agrega que por cada mil siniestros de gastos médicos mayores hay seis reclamaciones, y por cada mil siniestros en autos se registran dos controversias. Además, por cada mil siniestros de daños (sin autos) tienen lugar cinco reclamaciones.

“Es un indicador bajo, pero de ninguna manera nos conformamos con este número, sino que tratamos de disminuirlo”, sostiene el directivo.

La Condusef registra unas estadísticas de porcentaje de resolución que van de 10% a 41% de respuestas favorables al usuario, dependiendo de las empresas (en seguro de vida se incrementa hasta 78%), expresa Carrera Santacruz. “Es un tema complicado porque se ha prestado a abusos. Debiera precisarse con mayor claridad cuál es el alcance del seguro, exclusiones y costos”, añade.

El directivo de AMIS sostiene que muchas veces las personas, por no haberse informado bien y no haber leído su póliza, creen que están aseguradas contra algo que no contempla su seguro y en el momento en que se viene el evento es cuando se sienten engañadas. “Una recomendación muy importante que hacemos es que lean las pólizas, éstas dicen claramente cuáles son las exclusiones”, destaca.

PENDIENTES DE ASEGURADORAS Y GOBIERNO

Recaredo Arias admite que la AMIS tiene dos importantes tareas: impulsar más la venta de los productos tradicionales y de los microseguros, y ver cuáles son los cambios puntuales que se tienen qué hacer en las leyes y reglamentos para fortalecer al sector.

–¿El marco legal en México es favorable o desfavorable al ramo asegurador?

–Es muy exigente y de los más avanzados del mundo, nos lo han llegado a comentar representantes extranjeros. Es importante proteger al sector inversionista, pero también acercar los seguros a más mexicanos y hay momentos en donde la rigidez regulatoria puede inhibir eso. Por ejemplo, los requisitos que se les ponen a los agentes de seguros son muy duros, los montos para establecer las reservas mínimas son muy altos y eso encarece el seguro. También México es de los pocos países que tienen un organismo como la Condusef.

–¿Qué tanto impacto ha tenido la crisis económica en una mayor penetración de AMIS en el mercado?

–Definitivamente es una limitante para que el seguro logre más cobertura, independientemente de la regulación. Uno es el poder adquisitivo de la gente y otro es la educación financiera, la cultura de la previsión y particularmente la del seguro. Hay qué pensar en medidas estimulantes.

A pesar de que los usuarios de seguros y otros servicios financieros cuentan con una institución como Condusef, ésta se encuentra limitada en alcances legales, recursos y presupuesto. Se ha planteado el tema al Poder Legislativo, pero sin mayores avances.

Carrera Santacruz ha señalado que se requiere fortalecer un mayor esquema de multas para las empresas que no responden: “La Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, fue promovida por la Condusef. Buena parte de lo que se ha logrado ahora es que el usuario haga uso de esa información, de otra forma queda como letra muerta”.

También ha habido críticas contra el limitado presupuesto de la Condusef y hay rezago para poder hacer mucha mayor difusión. En 2012, el organismo recibió alrededor de 500 millones de pesos para una nómina de 600 trabajadores. En buena parte las tareas se realizan con gente de servicio social. “Es una misión que tiene mucho camino por recorrer”, advierte el consultor.

Finalmente, el directivo de AMIS recomienda que si una persona cae en desempleo o baja su nivel adquisitivo es fundamental que mantenga el seguro porque es cuando, precisamente en una situación difícil –como el robo de coche o un fallecimiento– cuando se tiene menos dinero: “Ahí es muy importante que las personas mantengan su seguro, aunque le hagan ajustes, como bajar el deducible. Es parte de la cultura que debemos promover el sector asegurador y las autoridades, y apoyar con medidas de políticas públicas para llevar la posibilidad de asegurarse a más mexicanos”, concluye.

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