Ciudad de México, 17 de abril (SinEmbargo).- Las manchas de sangre han salpicado nuevamente la historia del deporte tras los incidentes ocurridos en el maratón de Boston, donde se contabilizaron 3 muertos y 176 heridos.
Ésta no es la primera vez que ocurren acontecimientos de semejante índole en el deporte. Anteriormente, eventos con convocatoria masiva se han visto envueltos en otro tipo de tragedias, en las que también ha habido fallecidos.
La lista podría estar encabezada por uno de los episodios más obscuros en la historia del olimpísmo: el "septiembre negro". Durante los Juegos Olímpicos de Munich 1972, terroristas palestinos asesinaron a dos competidores israelíes y tomaron a otros nueve como rehenes.
El 5 de septiembre, ocho miembros del grupo palestino irrumpieron la residencia israelí en la Villa Olímpica con la demanda de liberación de 234 prisioneros alojados en cárceles israelíes, y de soltar a los fundadores de la Facción del Ejército Rojo (estaban presos en Alemania).
El ataque arrojó la muerte de 2 deportistas y un guerrillero, pero le siguió una escapada con nueve rehenes y enfrentamiento con la policía alemana, lo cual acabó con la vida de 18 personas (9 israelíes, 4 palestinos , 1 policía y 1 piloto de los helicópteros que pidieron los terroristas para escapar).
Sin embargo esta no es la tragedia peor en cuanto a fallecimientos, ésta le corresponde a la que data del último día de 2009 en Pakistán, donde un atentado suicida estrelló su coche bomba en un inmueble donde se disputaba un partido de volibol, ocasionando la muerte de 95 personas y cientos de heridos.
Pocos meses después fue un estadio de futbol en Irak el que sufrió la explosión de un coche bomba, más la de un kamikaze que detonó su cinturón de explosivos, ocasionando la muerte de hasta 25 personas y cientos de heridos en Tal Afar.
Tampoco es la primera ocasión en que una carrera es la disciplina afectada por ataques. El 6 de abril de 2008 se realizó el maratón Sri Lanka más recordado por la peor razón: una explosión.
La ciudad de Colombo fue aterrorizada luego de que un kamikaze guerrilla tamil detonó una bomba instantes antes del inicio de la competición, lo que provocó el fallecimiento de 15 personas, y lesiones a más de 85.
Este mismo país sufrió un año después otra mancha al deporte, cuando su selección nacional de cricket fue atacada rumbo al estadio de Lahore, donde disputaría un partido ante el combinado local de Pakistán.
El partido programado para el 3 de marzo de 2009 se suspendió, pues 6 de los jugadores salieron lastimados por los balazos, además de que 6 policías fallecieron, más dos civiles de Pakistán.
También las guerrillas han puesto sangre al balón de futbol, como en la Copa Africana de Naciones del 2010. La selección de Togo donde destacaba el estelar atacante Emmanuel Adebayor, sufrió un asalto del Frente de Liberación del Enclave de Cabinda.
La selección se retiró de la competición y el campeonato siguió su marcha pese a que hubo 3 muertos y 7 heridos en los disparos al autobús de los futbolistas.
En cuanto a Estados Unidos se refiere, la nación fue cimbrada después de casi 17 años de la explosión ocurrida en Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
El dispositivo detonó en Parque del Centenario, mató a 2 personas e hirió a más de un centenar, cifras que no aumentaron porque la policía desalojó un subterráneo donde encontró otro explosivo.
Hasta un futbol de élite como el español ha sucumbido ante ataques generadores de pánico en algunos ciudadanos, solo que sin consecuencias humanas hasta el momento por los atentados del grupo separatista ETA.
El miércoles 1 de mayo de 2002 la policía desactivó un coche bomba de ETA junto a Torre Europa, pero no pudo evitar el detone de otro horas antes de las semifinales de Champions League entre real Madrid y Barcelona en el Santiago Bernabéu, el cual ocasionó 16 heridos.
A su vez se ha habido agresiones contra personalidades del deporte que conlleva a la víctima de otras, como el 5 de Abril del 2012, en que una bomba dirigida a Said Mohamed Mur, presidente de la Federación de Fútbol de Somalia, y Adam Haji Yabarow, máxima autoridad del Comité Olímpico mató a 10 en el Teatro Nacional de Mogadiscio (Somalia).
El pasado 18 de enero la agresión fue contra el ministro de deportes de Líbano, Faisal Karami, quien fue víctima de un asalto terrorista a su convoy en el que salió ileso, pero hubo otros no con la misma suerte.