Ciudad de México, 29 de marzo (SinEmbargo).- Esta semana ocurrió, para diversos medios de comunicación y expertos, el peor ataque a internet en la historia, noticia que fue promovida como una de las mayores amenazas contra la infraestructura de la red hasta la fecha. Sin embargo, a pesar de su magnitud, esta "guerra cibernética" sólo provocó la disminución de velocidad de navegación en algunas partes del mundo.
La afrenta a internet habría significado un freno sin precedentes en la historia de los ciberataques, cuyo objetivo era un grupo europeo que vigila la web en busca de correo indeseado, afirmaron expertos de seguridad.
"Basados en la supuesta escala del ataque, que fue evaluado en 300 gigabits por segundo, nosotros podemos confirmar que ésta es una de las mayores operaciones DDoS (denegación de servicio) hasta la fecha", dijo en un comunicado la firma de seguridad en internet Kaspersky Lab.
La batalla no fue otra cosa que una disputa entre las empresas Cyberbunker, de hosting, y Spamhaus, constituida por un grupo de voluntarios con sede en Ginebra que publica listas negras de correo indeseado o "spam" que a su vez son utilizadas por redes para filtrar los correos no deseados. Siendo la segunda el objetivo del ataque.
Spamhaus es una organización no lucrativa con sede en Ginebra y Londres, la cual tiene como objetivo obstaculizar y atacar a las llamadas bandas de Spam, y en un inicio ellos iniciaron los ataques contra Cyberbunker, un servicio en línea de alojamiento en la red ubicado fisicamente en Holanda.
Sin embargo, las cosas no terminaron en esa primera ofensiva y, luego de que Spamhaus bloqueara los servidores, Cyberbunker contraatacó con un ataque de denegación de servicio DDoS que dejó sentir sus efectos en la red, provocando enredos y retrasos en el ciberespacio, debido a todo el tráfico utilizado para atacar a Spamhaus.
Según Spamhaus, los ataques comenzaron la semana pasada, luego de que colocara en su lista negra a Cyberbunker, que protestó por haber sido injustamente clasificado como un sitio que aloja a cibercriminales y spam.
Los ataques DDoS son considerados como la fuerza bruta de la red. Estos consisten en emplear una gran gama de computadoras con su seguridad comprometida (botnet), luego los atacantes solicitan datos a los servidores de su objetivo y al hacerlo de manera repetida provocan que el servidor no pueda responder a un volumen tan alto de peticiones de acceso, colapsándose irremediablemente. Algo así como atender una ventanilla de quejas en hora pico.
De acuerdo con Mundiario, lo que hace único a este último ataque es su escala. La ofensiva contra Spamhaus fue seis veces más fuerte que un ataque cibernético típico a un banco; algo de una magnitud tal que podría romper los sitios web del gobierno.
No obstante, "los ataques DDoS a través de botnets son muy populares, y han sido un elemento básico de los ataques en internet desde hace años", refiere la publicación. Sin embargo, para servidores como Spamhaus –habituados a este tipo de arremetidas– que cuentan con servidores distribuidos y aliados poderosos como Google, deben ser capaces de resistir bien la agresión.
Por otra parte, sitios especializados hacen énfasis en el alarmismo de los medios al promover este pleito cibernético como el colapso del internet mundial. Si bien, todo el tráfico utilizado para atacar a Spamhaus provocó retrasos en todo el ciberespacio (en algunas zonas más que en otras), el evento no afectó a infraestructuras de servicios muy utilizados, como Netflix, por mencionar sólo alguno.
Además, la paranoia generalizada despertó otro tipo de cuestionamientos en blogs y foros, como el hecho de que nadie notara este "bajón" cuando el ataque dio inicio, sino hasta que fue anunciado; así como que nadie de los "afectados" económicamente por estos ataques piense que esto se trata de un desastre inminente.