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Ciudad de México, 23 de feb (SinEmbargo).- Emiliano Ramos Hernández tiene 33 años, estudia la Licenciatura en Derecho, es originario de Cancún, Quintana Roo y es heredero de la conocida “tribu de Los Ramos” en la entidad, encabezada por su padre, Salvador Ramos Bustamante.
Salvador, un ex priista y ex dirigente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) rompió con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1996, cuando era gobernador Mario Villanueva Madrid, para después afiliarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Aunque su padre tiene una larga lista de señalamientos –uno de ellos lo dio a conocer la agencia de noticias de Proceso en 2003 sobre una operación ilegal que Ramos Bustamante dirigió cuando salió de la CROC y que de acuerdo con Apro en aquella época contaba con documentos que probaban esta maniobra que tuvo como fin “apoderase de numerosos predios e inmuebles del patrimonio de la central obrera” cuando fue destituido de la dirección y sustituido por Roberto Castellanos Tovar–, para Emiliano es un referente y lo recuerda entrando al PRD de la mano de Andrés Manuel López Obrador.
“Llega al PRD con Andrés Manuel cuando rompe con Villanueva. Yo tenía como 12 años y me tocó la persecución política que vivió mi padre. Esto te ayuda para la formación, a esa edad me fui a un campamento juvenil a Cuba y cuando estaba en la preparatoria empecé a participar poco a poco en la política”, dice.
La carrera política de Emiliano inició desde que fue dirigente estudiantil del Colegio de Bachilleres en Quintana Roo, en la entidad participó en la fundación de la organización Jóvenes de Izquierda, para después trasladarse al Distrito Federal donde tuvo a su cargo la subsecretaría en la oficina de Asuntos Juveniles del partido y después la suplencia de una diputación federal en la LIX Legislatura del Congreso de la Unión.
Después de la diputación Emiliano se trabajó dentro del partido en Cancún y en la Ciudad de México, para finalmente en 2010 tomar la dirigencia estatal del PRD en Quintana Roo - que en un inicio sería solamente como interino- durante dos años y medio.
El siguiente paso para Emiliano es participar en las elecciones de este año en su estado como candidato para una diputación local, señala.
A pesar de que su familia es constantemente criticada por representar a una “tribu” que mantiene dividida a la izquierda en Quintana Roo y que dirige al partido desde hace más de 15 años bajo la sombra de Salvador Bustamante a través de “pasarse la estafeta” de padre a hijos y a cuñados – la dirigencia del PRD en el estado ya estuvo en manos de Alejandro Ramos Hernández (también hijo de Salvador), Rafael Quintanar González (cuñado de Alejandro) y del propio Emiliano Ramos-, el joven perredista dice que hace falta una redirección del partido libre de corrientes y del sistema de tribus.
Emiliano Ramos asegura que su partido vive una crisis de liderazgos con la suficiente fuerza ética que impulsen al partido.
Como único líder social en el país reconoce a Andrés Manuel López Obrador, por quien siente admiración.
“Si Andrés Manuel hubiera llegado a la presidencia en 2006, el país no estuviera así, él pudo gobernarlo mejor”, declara.
El perredista señala que no piensa formar parte de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que encabeza López Obrador, porque asegura, prefiere quedarse en un partido ya posicionado.
“Es más fácil reestructurar al PRD que empezar un partido desde cero”.
