México, 30 Ene. (Notimex).- Luego de ser sometida a un proceso de restauración a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la escultura policromada "Cristo Divino Preso" o "Cristo Atado a la Columna" regresó hoy al Templo de San Juan Bautista, en la comunidad de Bracho, Zacatecas, de donde fue sustraída en 2012.
"Con esta restauración se lograron recuperar los valores intrínsecos de la talla y su estabilidad tanto en materia como en imagen", destacó la restauradora Diana Ugalde Romo, quien atendió la pieza tras los daños ocasionados por el robo, devolviéndole su estabilidad y características originales.
"Lo ideal es que sea colocada en una vitrina, para que los feligreses puedan verla, pero sin someterla a tanto movimiento, porque ello le ocasionaría deterioros graves. Ante estas recomendaciones, el padre de la iglesia dijo que tienen una réplica, que será la que usarán para las procesiones. Con estos cuidados, la pieza podrá mantenerse en buenas condiciones durante mucho tiempo", sostuvo.
Ugalde Romo elaboró un manual de conservación de la escultura policromada para el correcto manejo de la pieza, del que se entregó un ejemplar al párroco del templo y cuyo contenido se hizo del conocimiento de la comunidad.
De acuerdo con la especialista, una de las principales afectaciones fue el desprendimiento de la escultura de su base, lo que generó fisuras y pérdida de estratos pictóricos en los pies.
Una vez realizado el registro fotográfico de la obra y sus elementos complementarios, añadió, se procedió a la restauración, atendiendo en primera instancia la base cuadrada de madera y posteriormente la unión de la escultura a dicho soporte, para regresar la pieza a su posición original y estabilizarla en pie.
Detalló que primero se retiró polvo de la superficie de la base con una brocha y después se eliminó la suciedad adherida, además se limpiaron pequeñas manchas de color blanco que quedaron de una intervención anterior y la propia policromía de la escultura.
Otras de las labores realizadas fue que se resanaron las grietas con pasta de carbonato de calcio con cola, se lijó la superficie para lograr una textura lisa y se hizo la reintegración cromática con el fin de dar brillo a la base, informó el INAH en un comunicado.
Además, se atendieron fisuras y fracturas en la zona de la espalda (costillares) de la talla y se realizaron los resanes correspondientes en la parte de unión de los pies con la base y en otras áreas donde se registraron faltantes. Es de mencionar que durante el robo, la escultura perdió el dedo meñique de la mano izquierda, que también le fue restituido.
Igualmente, se eliminó el polvo del faldín, vestido y cordón, mientras que la peluca recibió un tratamiento para retirar el material (cera) que tenía pegado en su interior y a la corona se le unieron las espinas y fragmentos de ellas que estaban desprendidos.
La entrega de la obra que data del siglo XIX estuvo encabezada por el presbítero José Manuel Félix Chacón; Socorro Villarreal Escárcega, coordinadora nacional de Asuntos Jurídicos del INAH y José María Muñoz Bonilla, delegado del Instituto en Zacatecas.
Así como por Alicia Rosas Rubí, titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente y previstos en Leyes Especiales de la PGR, y Liliana Olvera Flores, de la Coordinación Nacional para la Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, entre otras autoridades.