Políticas deficientes ocasionan severo estrés hídrico en el país; DF no está exento, a pesar de la nueva reserva

27/01/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 27 de ene (SinEmbargo).– Cambio climático, sobreexplotación de mantos acuíferos, contaminación, falta de cultura del cuidado del agua y crecimiento demográfico son algunas de las causas que provocan un severo problema que ha afectado por décadas al país: el estrés hídrico.

De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), este fenómeno se produce "cuando la demanda de agua excede la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su baja calidad restringe su uso. Así, se produce un deterioro de los recursos de agua destinada al consumo tanto en cantidad (sobreexplotación de los acuíferos, ríos secos, etc.) como en calidad (eutrofización, contaminación, intrusión salina, etc.)".

Pese a las advertencias realizadas por expertos, la pasada administración federal y Conagua, el conflicto parece ir en aumento, lo que es preocupante pues para 2030 el país contará con 40 millones de habitantes que se verán severamente afectados si no se actúa rápidamente.

Incluso la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ha referido al tema y lo maneja como un “asunto de seguridad nacional”.

En 2011, un informe de Naciones Unidas advirtió que la falta de agua afectará a 18 millones de personas hasta el 2020, pero el estrés hídrico podría elevarse y perjudicar la vida de 79 millones de personas en el año 2050.

Foto: Cuartoscuro

Este grave problema no es nuevo, según expertos, en México se vive desde hace décadas.

El 24 de marzo de 2011 el entonces Presidente Felipe Calderón advirtió que este hecho era tan severo que algunas zonas padecían niveles similares a los del norte de África.

Durante la presentación de la Agenda del Agua 2030 en el Cárcamo de Dolores, en la segunda sección del Bosque de Chapultepec, Calderón expresó: “México pasó de ser un país con abundantes recursos hídricos a ser un país, como se dice, en estrés hídrico, al nivel incluso de algunos países del norte de África que secularmente han tenido problemas de agua”.

De acuerdo con el mandatario, una de las causas de esta situación era el uso desmedido del agua y por la falta de cultura en el ahorro del vital líquido.

La situación llega a tal grado, afirmó Calderón, que los ciudadanos han pasado de 31 mil metros cúbicos de agua por habitante hasta 10 mil metros cúbicos en el último siglo.

Por su parte, José Luis Luege Tamargo, entonces titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), especificó que el 15 por ciento del total de agua que se usa en el país se obtiene de manera no sustentable y dijo que de no hacer nada para frenar esto, para el 2030 se duplicarían estas cifras y sería prácticamente imposible remediar la situación a futuro.

Sin embargo, en contraste con la creencia de que existe pobreza hídrica, en el país ocurre la situación contraria y ésta se halla en peligro por las políticas de desarrollo.

En el evento se precisó que hasta ese año de su administración, se habían invertido al menos 145 mil millones de pesos en infraestructura hídrica.

Otra advertencia en torno al tema surgió el 7 de diciembre de 2012, cuando Javier Bogantes, presidente del Tribunal Latinoamericano del Agua, aseguró que la explotación minera, la contaminación por petróleo, la falta de abasto de agua potable y el mal manejo del vital líquido son problemas socioambientales que llevan al país a estar sumergido en una urgencia en materia hídrica.

En entrevista con La Jornada, Bogantes explicó que "la gran cantidad de problemas que se presentan en México tiene que ver con la estructura del Estado, de las instituciones creadas para la protección del agua".

Además, el experto demandó a la administración de Enrique Peña Nieto un cambio en las políticas de desarrollo hídrico, pues actualmente son ineficientes en el país.

En el marco del foro “Hacia una estrategia para la protección del agua en México”, Bogantes concedió una entrevista a Notimex, en la que manifestó que se han presentado ante el organismo que preside 60 casos de diversas problemáticas en México.

Bogantes Díaz indicó que este asunto es una urgencia mayor en México más que en otros países de América Latina, “porque aquí se vive desde hace décadas un estrés hídrico, no tiene que ver con que haya carencia, pero las políticas de desarrollo que se implementan ponen en peligro esa riqueza”.

“Hay situaciones que son absurdas, es uno de los países que más ha invertido en ingeniería hidráulica del mundo y se constata que muchas de esas inversiones no están beneficiando a la gente, por ejemplo, la población del Distrito Federal bebe agua embotellada para no tener problemas de salud pública”, declaró.

Y la situación parece no cambiar.

El 8 de enero pasado el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, presentó el informe “Making water reform happen in Mexico”, en el que que considera el tema del agua un “asunto de seguridad nacional” y destaca, de acuerdo con la agencia Efe, que las cuencas hidrográficas de México sufren un “estrés hídrico severo”, la calidad de ríos, lagos y acuíferos disminuye y aumentan las inundaciones, sequías y huracanes.

Además, la situación actual puede empeorar debido al crecimiento demográfico y el cambio climático, lo que obliga a las autoridades mexicanas a tomar medidas de inmediato para garantizar el servicio a los 40 millones de habitantes más que tendrá el país en 2030.

Aunado a esto, las inundaciones y sequías son fenómenos comunes a nivel nacional.

Gurría pidió dar “prioridad a la reforma del sector del agua”, basándose en una mejor coordinación entre la acción federal y la de las diferentes cuencas del país.

Pese al oscuro panorama, el organismo señaló que México ha cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio en términos de agua.

Foto: Cuartoscuro

Una de las entidades que se ha visto afectada por este problema desde hace años es el Distrito Federal, aunque su situación parece haber cambiado repentinamente.

En marzo de 2009 las autoridades reconocieron que la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) vivía “estrés hídrico”, derivado en parte por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, hecho que provoca que la capital del país se hunda, en promedio, 10 centímetros cada año.

El 18 de diciembre de 2010 el Consejo de Cuenca del Valle de México (CCVM) emitió un comunicado en el que urgía a "una participación más activa para buscar soluciones permanentes a los problemas en materia de sobreexplotación de acuíferos y desabasto de agua en la región".

Ante esta situación se buscaban fuentes alternas de abastecimiento entre las que se encontraba la presa Guadalupe, Madín, Tecolutla, Temascaltepec, Amacuzac y Zumpango.

Pero el panorama podría cambiar, siempre y cuando los recursos sean manejados adecuadamente.

El 21 de enero pasado el director general del Sistema de Aguas capitalino, Ramón Aguirre Díaz, dio a conocer el hallazgo de un acuífero profundo de buena calidad que podría abastecer por 100 años a la ciudad de México, y que en la primera etapa requerirá de casi 500 millones de pesos para su explotación.

En entrevista radiofónica en el programa MVS Noticias, que conduce Carmen Aristegui, el responsable del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) resaltó que la extracción del líquido no provocará el hundimiento de la capital.

Sin embargo, el director general del SACM puntualizó que el descubrimiento de ese acuífero profundo no representa una solución que asegure que en 100 años no se tenga problemas de agua.

Foto: Cuartoscuro

El DF no es el único estado en esta situación. Durango enfrenta un problema de estrés hídrico y de plagas en 275 mil 726 hectáreas de bosque tras las sequías que han azotado al estado.

El 18 de noviembre de 2012 el gobernador Jorge Herrera Caldera, alertó de la situación “seria, grave y caótica” que llevarían a solicitar 40 millones de pesos para atender esa situación.

Según la agencia Notimex, el mandatario precisó que existen 93 mil hectáreas afectadas por incendios, 122 mil hectáreas atacadas por plagas y 60 mil hectáreas con estrés hídrico, que en dos años han provocado la pérdida de 339 millones de pesos.

“Es una situación grave, muy grave, que ocurrió por falta de sensibilidad, de conocimiento. Las secuelas de la sequía apenas van a empezar, pero ahorita es un grave problema que tenemos que solucionarlo ya. Es un asunto caótico”, dijo.

Otro problema importante es la falta de lluvia. En julio de 2012, tras 21 meses sin precipitaciones, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente del estado (Srnyma) indicaron que esto había contribuido a la proliferación de plagas y al aumento del estrés hídrico.

Esta situación también ha afectado a Zacatecas, donde la pocas o inexistentes lluvias hacen que diversos municipios, como Fresnillo y Miguel Auza, no cuenten con la humedad suficiente para el desarrollo de algunas plantas.

En mayo pasado las autoridades zacatecanas advirtieron que de continuar la situación de sequía no sólo los ganaderos se verían afectados, también la flora dañada por el intenso calor.

La falta de agua también tiene sumido en graves apuros al municipio jalisciense de Jiquilpan.

En diciembre de 2012 productores agrícolas de la zona reportaron pérdidas de hasta un 70 por ciento de sus cultivos de maíz y sorgo, lo que fue validado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Tras una evaluación se determinó que por lo menos 205 agricultores enfrentaban la problemática, lo que daba como resultado 617 hectáreas afectadas.

Foto: Cuartoscuro

Otros estados afectados por el estrés hídrico son Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila que han enfrentado en los últimos cinco años graves sequías y que los vuelven más vulnerables durante la temporada de incendios.

Juan Manuel Torres Rojo, director de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), expresó el 28 de marzo de 2012 a La Jornada que el programa de combate a incendios durante el año pasado sumó 850 millones de pesos, 30 por ciento más que en 2011.

El funcionario manifestó que las zonas donde las temperaturas son altas y hay poca humedad padecen estrés hídrico en los bosques, que lamentablemente se llenan de plagas y enfermedades.

Las heladas son otro factor que han contribuido a que la vegetación aumente su estrés o que incluso muera, convirtiéndose en material combustible.

Foto: Cuartoscuro

En el caso de Coahuila, debido a que en la temporada 2011-2012 registró lluvias muy por debajo del nivel normal, su vegetación presentó un fuerte estrés hídrico y los suelos mantenían baja humedad.

Además, durante 2011 Coahuila tuvo una afectación total de 424 mil 540 hectáreas debido a 161 incendios forestales, afectando 24 mil 842.2 de arbolado adulto, 272 mil 482.7 de matorral y 127 mil 215 de pastizal.

Otros estados en riesgo son Veracruz y Puebla, donde se han presentado denuncias por extracción de agua por parte de empresas que presuntamente dejan sin este líquido a comunidades enteras.

En marzo de 2011 la Secretaría de Medio Ambiente veracruzana informó que el crecimiento de la mancha urbana y los proyectos que implican un cambio de uso de suelo ocasionaron estrés hídrico en las lagunas del estado, por ejemplo en la zona Veracruz-Boca del Río y la región de Los Tuxtlas, en el caso de Xalapa este fenómeno era padecido por El Castillo, el lago del parque Natura y el río Sedeño.

El el caso de Puebla, en 2011 el gobernador Rafael Moreno Valle aseguró que su administración invertirá más de mil 500 millones de pesos en proyectos de saneamiento de ríos y lagos, tratamiento de aguas residuales y para asegurar el abasto de agua potable.

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