Ciudad de México, 26 de dic (SinEmbargo).- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) favorece la impunidad en casos que conciernen a policías federales al no investigar cabalmente las quejas y denuncias contra los elementos de seguridad, de acuerdo con el informe "Desempeño de la CNDH en la Atención de Quejas contra la Policía Federal", realizado por el Programa Atalaya del ITAM y Fundar, Centro de Análisis e Investigación.
La investigación, publicada por Reforma, precisa que los agentes cometen actos de tortura, incomunicación, malos tratos, detenciones arbitrarias, cateos ilegales, falsas acusaciones basadas en tortura, roban objetos, destrozan bienes, violentan a adolescentes y niños, amenazan a las personas, sin que al final haya una sanción.
También resalta que la propia CNDH, encabezada por Raúl Plascencia Villanueva, coloca en situación de riesgo a las víctimas, dice el rotativo.
De acuerdo con el análisis existen decenas de expedientes con reclamos contra la Policía Federal, en los que se encontró que en el organismo prevalecen diversas omisiones injustificadas en la atención de las quejas por tortura, cateo ilegal, detención arbitraria, incomunicación, falsa acusación y robo, entre otras violaciones. Pero no se encontró evidencia de que el organismo haya solicitado a la autoridad el acceso a los registros fotográficos de los agentes policiales que, por las circunstancias de tiempo y lugar, podrían estar involucrados en los hechos denunciados.
"En ningún caso comprendido en la muestra la CNDH ejerció su facultad legal de citar a servidores públicos de la Policía Federal a comparecer en calidad de testigos de los hechos atribuidos a miembros de la dependencia, ni tampoco emitió acuerdos de trámite a servidores públicos en el contexto de la investigación de torturas y otras presuntas violaciones a los derechos humanos".
Según el documento, la CNDH solicitó en contadas ocasiones enmiendas, correcciones y ampliaciones de los informes rendidos por las autoridades y no consideró en sus registros un análisis del tiempo en que los detenidos permanecen bajo custodia de los agentes lo cual impide evaluar y contrastar las versiones de la autoridad y el quejoso sobre los hechos, especialmente en casos que involucran tortura o extracción de confesiones autoiculpatorias.
El informe también señala que el organismo recurre de forma generalizada a la práctica de "dar vista" de los hechos denunciados a los órganos internos de control de las dependencias involucradas –los que suelen desechar las quejas por "improcedentes"– y omite, en la mayoría de los casos, ejercer su facultad constitucional de formular denuncias ante las autoridades respectivas, publica Reforma.
"La falta de solidez en la atención de las quejas por parte de la CNDH genera, en última instancia un "vacío" que es ocupado por las autoridades al verse libres de contrapesos o límites efectivos", refirió Antonio López Ugalde, autor del estudio.
Las pobres cifras en materia de recomendaciones de la CNDH, cita el diario, son utilizadas por la propia Secretaría de Seguridad Pública en provecho de su imagen institucional, pues voceros o funcionarios de la dependencia federal afirman cada que tienen oportunidad que del total asuntos denunciados ante la CNDH sólo el 0.73 por ciento llega a recomendaciones.
El texto añade que pese a que el organismo ha mejorado la atención a víctimas de abuso, está aún lejos de cumplir con estándares internacionales de documentación de violaciones a los derechos humanos.