En la última década, los programas de delfinoterapia han ganado popularidad en México y el mundo. Publicitados como una solución para niños con autismo, personas con parálisis cerebral, ansiedad o depresión, estas terapias prometen beneficios emocionales y físicos a través de la interacción con delfines en cautiverio. Sin embargo, detrás de esta aparente promesa de sanación, se esconde una realidad preocupante: no existe evidencia científica sólida que avale los supuestos beneficios de la delfinoterapia, y, al mismo tiempo, perpetúa la explotación y sufrimiento de estos animales.
En México, estos programas se llevan a cabo principalmente en destinos turísticos como Cancún, Cozumel, Los Cabos y Puerto Vallarta, y en centros como Delfiniti Ixtapa en Ixtapa-Zihuatanejo, Doctor Dolphin en León, Guanajuato y Maya Kay en Chapala, Jalisco. Estas instalaciones ofrecen sesiones de delfinoterapia que prometen estimular áreas como la atención, la sensopercepción y la psicomotricidad. Sin embargo, estas afirmaciones no están respaldadas por investigaciones científicas serias.
Estudios cuestionados
Desde una perspectiva científica, los estudios realizados sobre delfinoterapia han sido ampliamente cuestionados. Instituciones como la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Internacional de Etología no reconocen a la delfinoterapia como un tratamiento válido debido a la falta de evidencia metodológica sólida. Según Autismo Vivo, los estudios disponibles carecen de rigor y no han demostrado beneficios más allá del efecto placebo. La neurocientífica Lori Marino en Utah teme que la terapia asistida con delfines, ponga en peligro la salud y la seguridad tanto de los animales como de las personas que buscan consuelo en ellas.
El bienestar animal también es un tema crítico en este debate. Los delfines son animales sociables e inteligentes que, en su estado natural, recorren grandes distancias diariamente y forman comunidades complejas. En cautiverio, sufren de estrés, enfermedades y una esperanza de vida significativamente reducida.
La interacción constante con humanos y las condiciones artificiales de los recintos afectan no sólo su salud física, sino también su bienestar psicológico. Muchos de los posibles riesgos para los delfines involucrados en la terapia asistida con delfines son similares a los asociados con los programas de "nado con delfines" en general. Estos incluyen el riesgo de lesiones en los delfines, la posibilidad de transmisión de enfermedades entre los nadadores y los delfines, la interrupción de su comportamiento natural y el estrés.
El costo de la delfinoterapia
Afortunadamente, existen alternativas éticas y basadas en evidencia científica para tratar diversas condiciones de salud. Terapias ocupacionales, intervenciones psicológicas y actividades en contacto con la naturaleza han mostrado ser significativamente más efectivas y accesibles. Estas opciones no solo respetan la dignidad de los animales, sino que también empoderan a los pacientes y sus familias con herramientas sostenibles y responsables.
Es fundamental reflexionar sobre el costo real de la delfinoterapia: no sólo el sufrimiento de los delfines, sino también el retraso en nuestra evolución ética hacia una convivencia respetuosa con los demás seres vivos. Cambiar nuestras prácticas y rechazar la explotación animal en todas sus formas es un paso necesario para construir un futuro más justo y compasivo.
La próxima vez que alguien te invite o recomiende una sesión de delfinoterapia, pregúntate: ¿a qué costo se está ofreciendo esta experiencia? El bienestar y la dignidad de los animales nunca deben ser sacrificados en nombre de falsas promesas.
