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El vecino más empalagoso

Le dicen “Presidente Musk”, vive en Mar-a-Lago, se mete a todo

07/01/2025 - 5:02 pm
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Desde hace tiempo, el Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk, han mantenido una estrecha relación, pero al parecer no todo es "miel sobre hojuelas".

Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).– Donald Trump está encantado de tener cerca a su donante favorito y amigo Elon Musk, quien acampó a unos cientos de metros de su casa en Miami. Así lo refleja el Presidente electo en público, desde hace tiempo. En privado, sin embargo, “parece estar cansado de que Musk aparezca cada vez que le apetece”, dice un texto de The Daily Beast, la revista digital que fundó la afamada periodista Tina Brown, exeditora de Vanity Fair y The New Yorker.

Trump se queja un poco con la gente sobre la cantidad de gente que Musk le lleva”, le dijo la periodista de The New York Times Maggie Haberman. Después de invertir más millones de dólares en el esfuerzo de reelección de Trump, Musk ha estado alquilando la cabaña Banyan Cottage, que cuesta dos mil dólares por noche, en el club privado de Trump en Mar-a-Lago, según informó The New York Times la semana pasada. No está claro quién pagará finalmente la factura de la cabaña, que está a unos metros de la residencia principal de Trump y la sede del equipo de transición.

Y desde Banyan, Musk ha podido asistir a las reuniones de personal de Trump e interrumpir cenas incómodas con multimillonarios tecnológicos rivales, como el fundador de Amazon, Jeff Bezos.

–Literalmente se le plantó en la cara a Trump –declaró la periodista Haberman.

Musk está ahora mismo en el lado ganador de la guerra civil dentro del trumpismo, pero “no está claro cuánto durará eso. Trump ni siquiera ha asumido el cargo todavía, y Musk ya se ha insertado en batallas políticas hasta el punto de que los demócratas lo llaman ‘Presidente Musk’”, dice The Daily Beast.

Haberman escribió: “Definitivamente le molesta [...]. Trump no es un juguete de cuerda, pero ciertamente hay cosas muy específicas que pueden sacarlo de quicio [como eso de ‘Presidente Musk’”]. Según la periodista, Trump es un “circo de una sola pista”, de acuerdo con sus viejos amigos. Y “no estoy segura de que Musk se haya dado cuenta todavía”, señaló.

Musk intentará mantener su actual nivel de proximidad física con Trump incluso después de la investidura el 20 de enero, consideró la periodista especializada en cubrir la Casa Blanca. Pero es probable, agregó, que sea mucho más difícil una vez que el aparato de Trump se traslade de Mar-a-Lago a la Casa Blanca. “No anticipo que Musk vaya a tener una oficina en el Ala Oeste”, apuntó Haberman. “Ni siquiera sé si tendrá un pase azul para pasear por ahí”.

El vecino incómodo

Maggie Haberman junto con Jonathan Swan y Ryan Mac escribieron recientemente un texto que causó impacto fuerte en Estados Unidos y el mundo. Se publicó el 31 de diciembre en The New York Times. “Elon Musk desempeña muchas funciones con el Presidente electo Donald Trump. Es el donante más importante de su campaña, el promotor más influyente en las redes sociales y un asesor clave en política y personal. Durante la mayor parte del tiempo transcurrido desde el día de las elecciones, también ha sido inquilino de Trump”, dijeron.

Musk, de acuerdo con el Times, “ha estado utilizando una de las cabañas que se alquilan en la propiedad de Trump en Mar-a-Lago, la antigua casa de Marjorie Merriweather Post en Florida que Trump convirtió en un club y hotel sólo para miembros en la década de 1990, según dos personas con conocimiento del acuerdo. La cabaña en la que se ha alojado, llamada Banyan, está a varios cientos de metros de la casa principal, según una persona que conoce la propiedad”.

Y alojarse en el mismo vecindario ha facilitado a Musk tener el acceso completo a Trump. “Puede asistir a las cenas de Trump, como la que celebró recientemente con Jeff Bezos, rival de Musk y fundador de Amazon”.

“Musk, quien gastó más de 250 millones de dólares en los últimos meses del ciclo electoral de este año para ayudar a elegir a Trump, ha asistido a reuniones de personal en la Casa del Té de Mar-a-Lago, ha participado en llamadas telefónicas con líderes extranjeros y ha pasado horas con Trump en su despacho. Los empleados de Musk de sus diversas empresas también han participado de forma integral en la transición, examinando a posibles candidatos a altos cargos del Gobierno, en entrevistas en la sede de la transición de Trump en West Palm Beach”, escriben los autores.

Pero Musk “no es el único miembro del círculo íntimo del Presidente electo que se ha alojado en la propiedad de Trump. El Vicepresidente electo, JD Vance, se ha alojado en una de las cabañas de Mar-a-Lago cuando ha estado en Palm Beach y ha acudido allí con frecuencia durante la transición, según una persona con conocimiento de sus estancias. Y se dice que otros han utilizado casas de campo desde el día de las elecciones. Pero pocos han sido tan omnipresentes como Musk. La casa de campo que utiliza Musk ha sido utilizada a lo largo de los años por muchos amigos y socios de Trump”, agrega el trabajo del Times.

"Trump ha alardeado ante la gente que Musk –el hombre más rico del mundo– está ‘alquilando’ uno de los espacios residenciales de Mar-a-Lago. No está claro cuánto acabará pagando Musk por la cabaña, que históricamente se ha alquilado por al menos dos mil dólares la noche", según una persona con conocimiento de las tarifas.

Los funcionarios del club no suelen facturar a los huéspedes hasta el final de su estancia, lo que deja abierta la posibilidad de que Trump decida no cobrarle a Musk o reducir el importe de su factura. Pero Trump no es conocido por rehuir las oportunidades de obtener ingresos, dice el diario estadounidense. “Musk se instaló en la casa de campo en torno al día de las elecciones y vio los resultados en Mar-a-Lago con Trump. Abandonó la propiedad alrededor de Navidad y se espera que regrese en los próximos días. Musk es conocido en el club por hacer peticiones como comidas fuera del horario normal de la cocina. Durante su estancia en Mar-a-Lago, le han acompañado al menos dos de sus hijos —Musk tiene al menos 11— y sus niñeras”.

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