La desaparición de los 200 diputados de representación proporcional y de 64 senadores, 32 de primera minoría y 32 de una lista nacional plurinominal, es lo que propone la iniciativa de reforma constitucional que el entonces presidente López Obrador envió el 5 de febrero del 2024 al Congreso de la Unión.
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).- Una disminución del 50 por ciento en el costo de operaciones del Poder Legislativo se lograría si finalmente en los próximos meses la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, reactiva la iniciativa que en febrero del 2024 envió a la Cámara de Diputados Andrés Manuel López Obrador para desaparecer la figura de los legisladores de Representación Proporcional impactaría al PRI y al PAN que prácticamente se quedarían sin legisladores.
Más de 17 mil millones de pesos es lo que le costará a los contribuyentes el sostenimiento de las operaciones del Congreso de la Unión, en el 2025, que conforman la Cámara de Diputados, que tiene 300 legisladores de Mayoría Relativa y 200 de Representación Proporcional, y por la de Cámara de Senadores, integrada por 128 representantes populares, de los cuales 64 son de Representación Proporcional.
La iniciativa del expresidente López Obrador terminaría el impúdico reparto de cargos políticos que las dirigencias de los partidos políticos llevan a cabo en favor de sus socios, cómplices, amigos o parientes. Quedarían por lo tanto sólo 300 diputados federales y 64 senadores, todos electos por el principio de Mayoría Relativa.
Se argumenta en la iniciativa de López Obrador que “la crisis de representación política es una de las principales características de las llamadas democracias contemporáneas. En México, desde hace décadas, se cuestiona la legitimidad de las personas legisladoras en general, pero marcadamente de las plurinominales”.
De origen, los diputados de partido fueron considerados para dar espacios en el Congreso a las fuerzas opositoras al gobierno, en particular a las de izquierda, que durante la década de los años 70 optaron por la vía armada para combatir a un régimen autoritario y antidemocrático. La presencia de los legisladores plurinominales enriqueció al Congreso durante los primeros años. Después, esas posiciones se convirtieron en botín de las camarillas que controlan los partidos políticos y en la actualidad ya no cumplen un propósito sano.
La iniciativa de López Obrador sería letal para los partidos de oposición, en particular los tradicionales PAN Y PRI, que inmersos en una profunda crisis de representatividad, quedarían reducidos a fracciones parlamentarias que sumarían en su mejor escenario, alrededor del 14 por ciento de la Cámara de Diputados y menos del 10 por ciento en la de Senadores, si tomamos como referencia los resultados de los comicios más recientes, realizados el domingo 2 de junio del 2024.
Luego de los comicios del domingo 2 de junio del 2024, en los cuales Morena y sus aliados del PT y PVEM arrollaron a sus rivales de la coalición Fuerza y Corazón por México, quedó claro que los únicos territorios de reserva para la oposición, pero en particular para el PAN, están ubicados en la región de El Bajío e incluye a tres estados: Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato, aunque en esta última entidad, que el partido albiazul gobierna desde hace 34 años, perdió mucho terreno en los recientes comicios por la diputaciones federales de Mayoría Relativa. Aguascalientes es la única, de las 32 entidades del país, en donde la coalición PAN-PRI-PRD ganó todas las diputaciones federales que se disputaron en junio: de tres, sumaron tres.
Las regiones Noroeste, Sur y Sureste de México son territorios totalmente perdidos para la oposición representada por la coalición Fuerza y Corazón por México. En los 17 estados que las integran, PAN, PRI y PRD fueron prácticamente arrollados en los pasados comicios del domingo 2 de junio del 2024, pues no pudieron arrebatarle un solo distrito electoral de Mayoría Relativa a la coalición oficialista de Morena, PT y PVEM.
En el estado de Nuevo León, que gobierna Samuel García Sepúlveda, de Movimiento Ciudadano, el partido naranja no ganó ninguna de las 14 diputaciones federales por las que se compitió y que finalmente se repartieron por partes iguales las coaliciones encabezadas por Morena y por el PAN.
En Jalisco las dimensiones del desastre para Movimiento Ciudadano lo reflejan los números: Morena y sus aliados ganaron 15 de 20 distritos electorales de Mayoría Relativa; la coalición PAN-PRI-PRD obtuvo cuatro victorias y el partido naranja apenas un triunfo. Pero lo más grave fue que de los 12 distritos electorales federales que tienen cabecera en la zona metropolitana tapatía, Morena y sus aliados ganaron 10, mientras que la alianza encabezada por el PAN sumó los otros dos.
En junio pasado se disputaron 96 senadurías, 64 de Mayoría Relativa y 32 de Primera Minoría, es decir las acreditadas a los partidos que quedaron en segundo lugar en las 32 entidades del país. Morena y sus aliados, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México obtuvieron, de entrada, 60 posiciones de Mayoría Relativa al vencer a sus rivales en 30 estados de la República. Y sumaron además cinco senadurías de Primera Minoría. Incluso, la coalición morenista le arrebató a la coalición encabezada por el PAN las dos senadurías de Mayoría Relativa en entidades conservadoras como Guanajuato y Yucatán. Además, la coalición morenista sumó cinco senadurías de Primera Minoría (segundo lugar) para llegar a 65 de los escaños que se consiguen con el voto directo de los ciudadanos.
La oposición solo logró arrebatarle a Morena las cuatro senadurías de Mayoría Relativa en los muy conservadores estados de la región de El Bajío, Aguascalientes y Querétaro. Además, la coalición panista sumó otras 25 senadurías de Primera Minoría, al quedar en segundo lugar en igual número de entidades. Las cinco senadurías de segundo lugar las consiguieron Morena y sus aliados en los estados de Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Querétaro y Aguascalientes. Movimiento Ciudadano se llevó las senadurías de segundo lugar en Nuevo León y Campeche.
Si hacemos unas operaciones simples concluimos que entre senadurías de Mayoría Relativa y senadurías de Segundo Lugar, Morena y sus aliados consiguieron el 67.70 por ciento de los cargos en disputa. Sin embargo, la coalición Sigamos Haciendo Historia ganó 60 de 64 senadurías de Mayoría Relativa, dos por cada estado del país, en 30 estados de la República, para un porcentaje de efectividad del 93.75 por ciento. Si los legisladores plurinominales desaparecieran para los próximos comicios del 2027, la presencia de diputados federales de oposición en el Congreso de la Unión sería insignificante.
