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Ocaso del “progre” soñado

PERFIL ¬ Trudeau era el futuro: seductor, “cool”, “de izquierda”. Se va sin medallas

06/01/2025 - 1:37 pm
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El periodista Stephen Harper describe así a Justin Trudeau en su libro: “La pasividad de Trudeau es misteriosa. La política se basa en contar historias, y cada historia necesita un villano. En repetidas ocasiones, Trudeau no ha logrado iniciar peleas, trazar límites ni enfrentarse a sus oponentes”.

Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).– “Entiendo que una de sus prioridades era tener un Gabinete equilibrado en cuanto a género. ¿Por qué era eso tan importante para usted?”, preguntó el 4 de noviembre de 2015 la periodista Laurie Graham, de la CBC, a Justin Trudeau en su primer día como Primer Ministro de Canadá. “Porque estamos en 2015”, fue la respuesta del político de 44 años, que se vendió en la prensa como un personaje fresco, progresista y de izquierda.

“Fue perfecto. Esa frase convirtió a Trudeau en el favorito de las feministas en todo el mundo. Recibió cobertura mediática global, toda positiva. Incluso el periódico conservador británico The Telegraph publicó una historia optimista, y los progresistas en Internet se desmayaron positivamente”, reseña Stephen Maher, un periodista político de larga trayectoria, en El Príncipe: El turbulento reinado de Justin Trudeau.

Y añade: “El nuevo Gobierno se sintió como un soplo de aire fresco después de años de las sombrías advertencias de Stephen Harper. Trudeau llevó a su hermosa y joven familia a la ceremonia y se mezcló con la multitud después para celebrar chocando los cinco y tomándose selfies. Trudeau estaba a punto de alcanzar el estrellato mundial: era un príncipe apuesto y sonriente, dispuesto a alejar a los canadienses de las divisiones de los años de Harper y conducirlos hacia un futuro progresista. Ahora, después de todas las dificultades que Trudeau ha enfrentado en los años posteriores (muchas de ellas provocadas por sus propios errores), resulta difícil recordar el sentimiento de esperanza y optimismo que encarnaba en ese momento”.

Trudeau nació el día de Navidad de 1971, menos de un año después de que su padre, el Primer Ministro Pierre Elliott Trudeau, se casara con Margaret Sinclair, veintinueve años menor que él. Stephen Maher escribe que aunque Justin creció en "el regazo del lujo, con chóferes, sirvientes y viajes por todo el mundo", su infancia fue traumática debido, dice, al trastorno bipolar que padecía su madre, y que la llevó a separarse de su padre y protagonizar todo tipo de situaciones.

En sus memorias, Common Ground, publicadas en 2014, Trudeau escribe que sintió “una sensación de baja autoestima” debido a la separación de sus padres. Justin se matriculó en el Collège Jean-de-Brébeuf, la escuela jesuita de élite a la que él mismo había asistido, como la mayoría de los hombres que luego se convirtieron en políticos prominentes de Quebec.

Después se graduó de McGill con una licenciatura en literatura y de la Universidad de Columbia Británica con un título en educación. Luego viajó como mochilero por África y Asia, trabajó como instructor de snowboard y finalmente se convirtió en profesor de secundaria en una escuela privada en Vancouver.

En 2000, cuando murió su padre, pronunció un panegírico televisado a nivel nacional en el funeral, que concluyó entre lágrimas con la frase “Je t’aime, Papa”, relata Maher, y eso comenzó a granjearle popularidad entre los canadienses, por lo que en 2003, fue invitado a presidir la junta directiva de un programa nacional para jóvenes iniciado por su padre y en 2006 un asesor de su padre le pidió que formara parte de un comité de renovación del partido, lo que lo llevó a relacionarse por primera vez con liberales de todo el país.

De ahí en adelante trazó su trayectoria como parlamentario por el distrito electoral de Papineau hasta la victoria por mayoría absoluta del Partido Liberal en las elecciones federales de octubre de 2015 que lo llevó a ser Primer Ministro desde hace una década, un periodo en el que ha cultivado el desencanto en Canadá, principalmente a partir de la batalla que buscó librar contra México de cara al regreso Donald Trump, quien no ha dejado de burlarse de él desde que ganó la Presidencia de EU, llamándolo “Gobernador” de Canadá. Al interior de su país, Trudeau también enfrenta la expansión y la aceptación del electorado hacia el derechista Pierre Poilievre, del Partido Conservador.

Stephen Harper lo describe así en su libro: “La pasividad de Trudeau es misteriosa. La política se basa en contar historias, y cada historia necesita un villano. En repetidas ocasiones, Trudeau no ha logrado iniciar peleas, trazar límites ni enfrentarse a sus oponentes”. Y añade, más delante, luego de repasar su fracaso en política interior y hacia el exterior frente a personajes como Donald Trump: “A principios de 2024, es difícil confiar en que Justin Trudeau tenga las respuestas, el equipo y las ideas adecuadas para abordar los problemas de Canadá. Incluso si las tuviera, es difícil imaginar que consiga el apoyo suficiente para unir a los canadienses y hacer algo importante. Los buenos tiempos ya han pasado y los canadienses parecen estar preparados para el viento”.

Trudeau frente a Trump

Los insultos, burlas, reclamos y hasta noticias falsas, por ejemplo, han marcado la relación entre el Presidente Donald Trump y el Primer Ministro Justin Trudeau. “Es un hipócrita”, llamó Trump a Trudeau luego de que el canadiense se burlara de su homólogo estadounidense en el marco de la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se llevó a cabo en diciembre de 2019 en Londres, Inglaterra.

En esa ocasión, Trudeau fue exhibido cuando se mofaba de Trump en una plática informal con el entonces Primer Ministro británico Boris Johnson y el Presidente francés Emmanuel Macron. La plática fue exhibida mediante una grabación. Para Trump todo se trató del malestar de Trudeau por el reclamo que le hizo de que no pagaba el dos por ciento del gasto militar para la OTAN. “Es un buen tipo”, dijo Trump al darse a conocer el video. “Le llamé la atención por eso, y estoy seguro de que no estaba contento, pero así es”.

La relación entre ambos mandatarios norteamericanos ha estado marcada precisamente por las críticas de Trump hacia el Primer Ministro canadiense, y los dobles mensajes de Trudeau con respecto a Trump, una situación en la que ha quedado atrapada la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha sido el blanco de las amenazas canadienses para sacar a México del T-MEC, un acuerdo en el que esté país está gracias a la intervención del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Eso cambió cuando Trudeau viajó inesperadamente a Mar-a-Lago, para reunirse con Donald Trump, quien en esa visita sugirió que Canadá debería ser el estado 51 de Estados Unidos. Luego publicó una foto con inteligencia artificial en la que aparecía él ondeando la bandera canadiense. Después degradó públicamente al Primer Ministro llamándolo “Gobernador” y ratificó las tarifas de 25 por ciento en los aranceles de todos los productos que importe de ése país y de México.

Los canadienses no se lo perdonaron y le reclamaron su indefinición, hasta presionarlo a su renuncia que se dio este lunes. "Tengo la intención de dimitir como líder del partido, como Primer Ministro, después de que el partido elija a su próximo líder", ha anunciado Trudeau. "Este país merece una verdadera opción en las próximas elecciones", ha dicho.

Una opción que desde hace seis semanas dejó de representar él.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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