La Presidenta de Honduras Xiomara Castro advirtió esta semana que cerrará las bases militares de Estados Unidos en el país si el Presidente electo, Donald Trump, cumple su amenaza de ordenar deportaciones masivas de hondureños cuando asuma el cargo.
Por Delia Arrunategui
Honduras, 4 de enero (RFI).– La Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha advertido en su mensaje a la nación del 1 de enero que podría retirar la base militar estadounidense instalada en suelo hondureño si finalmente el nuevo Presidente norteamericano, Donald Trump, adopta "medidas hostiles" tales como una expulsión masiva de inmigrantes.
“Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio”, advirtió la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
Xiomara Castro Presidenta de #Honduras, advierte que, en caso de que el mandatario electo de EE.UU, Donald Trump, lleve a cabo una deportación masiva de hondureños, la base militar estadounidense ubicada en el país centroamericano podría ser retirada@VivaNicaragua13 @teleSURtv pic.twitter.com/LkoWgNZ50C
— PLOMO1979 (@Plomo19792) January 2, 2025
“Un acuerdo de cooperación”
El Historiador y politólogo Ezel Hernández Gamero explica la importancia de esta base militar para Estados Unidos y para Honduras:
“Honduras precisamente tiene una posición geográfica muy privilegiada dentro de Centroamérica. Es, digamos, el paso obligatorio de personas, de comercio, en todo sentido. En Honduras, tenemos la base José Enrique Soto Cano que se instaló a inicios de la década de 1980. Honduras se veía beneficiado con asistencias técnicas, con asistencias militares, hubo mucho apoyo con brigadas médicas al país que se desplegaron desde esta base. Es un acuerdo de cooperación, por esa razón es que Estados Unidos no hace un pago por tener la base militar en Honduras”.
La Presidenta hondureña decidió transmitir este mensaje en un momento clave para ambos países, según Lester Ramírez, analista político y director de Democracia y Transparencia de la Asociación para una Sociedad más Justa.
“Esto huele a una jugada política del gobierno de Xiomara Castro, que busca empezar a negociar con la nueva administración de Trump, pero también busca quedar bien con los más de dos millones de hondureños en la diáspora hondureña. Estamos hablando de prácticamente el 20 por ciento de la población, donde hay mucha preocupación detrás de estos mensajes de deportaciones masivas. No sé si realmente va a calar positivamente con la diáspora. Creo que es una jugada política que ha sorprendido a muchos en Honduras”, comenta el analista.
“Pero bueno”, añade, “sabemos también que Trump es reconocido por ser un negociador y su administración anterior fue basada en la negociación, especialmente en temas migratorios. Entonces, yo creo que esa es la línea que se está manejando, creo que esas van a ser las reglas del juego, siempre la negociación, la transacción”.
Lester Ramírez advierte que por el momento la diáspora hondureña en Estados Unidos, que es más de derecha, no está de acuerdo con la posición de confrontación que ha tomado su Presidenta.
La Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, parte del Comando Sur de Estados Unidos, se centra en mantener su capacidad de respuesta para apoyar a naciones aliadas y fuerzas estadounidenses en su área de operaciones.
La pista de la Base Soto Cano fue construida por militares de Estados Unidos a comienzos de la década de 1980, durante la Guerra Fría.