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De vuelta a la Edad Media

CLOSE UP ¬ “Covid no pega a chinos y judíos”. Quién es Kennedy, el de Salud con Trump

04/01/2025 - 9:00 pm
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El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nominó a Robert F. Kennedy Jr., quien es conocido por su postura antivacunas, para estar al frente del Departamento de Salud y Servicios Humanos en la próxima Administración. Se trata, reseña The New York Times, “del matrimonio de conveniencia definitivo, uniendo a un candidato presidencial populista de derecha con un descendiente de la familia demócrata más famosa del país”.

Ciudad de México, 4 de enero (SinEmbargo).– Robert Francis Kennedy Jr. es uno de los herederos del legado de su tío el expresidente John Fitzgerald Kennedy y de su padre Robert Francis Kennedy, ambos asesinados, el primero el 22 de noviembre de 1963 cuando se perfilaba a un segundo periodo presidencial, el segundo el 6 de junio de 1968 cuando buscaba la candidatura demócrata para la Presidencia de Estados Unidos.

El propio Bobby Kennedy Jr. buscó en el pasado proceso electoral llegar a la Presidencia de Estados Unidos. Primero lo intentó con el Partido Demócrata, al que renunció en octubre de 2023 en medio de cuestionamientos sobre los valores que abandonó este partido, el mismo al que pertenecían su padre y su tío. Su salida lo llevó a una segunda ruta: contender por la vía independiente.

“Los ciudadanos están hartos de ser engañados y están listos para tomar el poder”, estalló en un discurso pronunciado en Filadelfia en donde dio a conocer su candidatura. “Esta vez va a ganar un independiente”, sostuvo.

Pero no fue así.

La imagen publicada por Robert Kennedy Jr. al ser nominado por Trump.

El pasado 23 de agosto, Bobby Kennedy Jr. renunció a su candidatura para sumarse a la del republicano Donald Trump, a quien acompañó en un acto en Los Ángeles ese mismo día. “Hemos estado en lados opuestos de la ecuación, pero es un tipo fenomenal”, dijo Trump en aquella ocasión.

Kenney por su parte presumió haber sido un “feroz crítico” de las políticas implementadas por Trump en su primera Administración, pero destacó el coincidir con él en “la importancia de la buena alimentación, la necesidad de acabar con la epidemia de enfermedades crónicas y que acabe el reinado de los neoconservadores en nuestra política internacional”.

Su incorporación a la campaña de Trump, quien luego de haber ganado la elección lo nominó como Secretario de Salud, fue condenada por el clan Kennedy. “La decisión de hoy de nuestro hermano Bobby de apoyar a Trump es una traición a los valores que nuestro padre y nuestra familia más aprecian”, afirmaron en un comunicado cinco de sus hermanos. “Es un triste final para una triste historia”, añadieron Kathleen, Courtney, Chris, Kerry y Rory Kennedy.

La familia de Rober Kennedy. Foto: Facebook de Robert F. Kennedy Jr

Un antivacunas repudiado

“Amamos a Robert F. Kennedy Jr., pero es parte de una campaña de desinformación que está teniendo consecuencias desgarradoras y mortales”. De esta manera tres miembros de la familia Kennedy, Maryland Kathleen Kennedy Townsend, Joseph P. Kennedy II y Maeve Kennedy McKean, se deslindaron del respaldo de su tío y hermano a las campañas antivacunas. Lo hicieron en un artículo de opinión publicado en Político, en mayo de 2019.

En efecto. En los últimos años, Robert F. Kennedy Jr. ha utilizado su apellido para convertir su grupo antivacunas, Children’s Health Defense en una organización influyente que difunde información falsa y engañosa sobre las vacunas.

Kennedy, pasó de su trabajo como abogado especializado en medio ambiente para posicionarse como uno de los más rabiosos difusores de noticias falsas sobre vacunas al sostener que causan autismo, que han producido un “holocausto”.

De hecho, uno de los casos más infames a los que se le ha ligado no ocurrió en Estados Unidos, sino en la nación insular de Samoa, en el Pacífico, a la que viajó en 2019 junto a su esposa la actriz Cheryl Hines por invitación de un activista antivacunas local.

El rechazo en este país de 200 mil habitantes hacia las vacunas había crecido sobre todo luego de que dos niños murieron en 2018 por una vacuna contra el sarampión que una enfermera mezcló incorrectamente con un relajante muscular. El Gobierno suspendió el programa de vacunación durante meses y cuando todo parecía normalizarse, se dio la vista de Kennedy quien fue recibido por autoridades del Gobierno y antivacunas locales. Unos meses después de su incursión en Samoa, una epidemia de sarampión estalló y se cobró la vida de 83 personas, en su mayoría bebés y niños.

Robert Kennedy Jr. intentó buscar sin éxito la Presidencia de EU. Foto: Facebook de Robert F. Kennedy, Jr

Con este activismo a cuestas, su nominación como Secretario de Salud de Estados Unidos ha generado el rechazo de la comunidad médica y científica. No es para menos, se trata una cartera de la que dependen 13 agencias federales con un total de 80 mil empleados, y cuyas responsabilidades abarcan la política sanitaria del país, la regulación de medicinas y alimentos, así como la administración de los programas públicos de cobertura sanitaria, como Medicare y Medicaid.

Fue el pasado 9 de diciembre cuando más de 75 premios Nobel firmaron una carta en la que pidieron al Senado no confirmar a Robert F. Kennedy Jr frente al Departamento de Salud y Servicios Humanos. “Poner al Sr. Kennedy al frente del Departamento de Salud y Recursos Humanos socavaría el liderazgo mundial de Estados Unidos en las ciencias de la salud”, dijeron los nobel. En el mismo sentido, un centro científico, el Centro para la Ciencia como Interés Público, dijo que “nominar a un antivacunas como Kennedy es como poner a un terraplanista a la cabeza de la NASA”.

“Covid no pega a chinos y judíos”

En julio de 2023, Robert F. Kennedy Jr. recibió una serie de condenas y críticas luego de que en un video publicado por el New York Post se le escuchara plantear una peligrosa teoría conspirativa según la cual el COVID-19 podría haber sido un arma biológica “intencionadamente dirigida” para salvar a los judíos y a los chinos, mientras afirmana que atacaba desproporcionadamente a los blancos y a los afroamericanos.

“Existe el argumento de que está dirigido étnicamente. El COVID-19 ataca a ciertas razas de manera desproporcionada”, dijo Kennedy durante una cena en el Upper East Side de Nueva York el martes por la noche. “El Covid-19 está dirigido a atacar a los caucásicos y a los negros. Las personas que son más inmunes son los judíos y los chinos”.

El portavoz de la Liga Antidifamación, Jake Hyman, dijo por esas fechas al Washington Post que la afirmación de Kennedy es profundamente ofensiva y alimenta las teorías de la conspiración sinofóbicas y antisemitas”.

En tanto, Jane Shim, directora del Stop Asian Hate Project, una iniciativa del Asian American Legal Defense and Education Fund, calificó los comentarios de Kennedy como “comentarios irresponsables y llenos de odio”, comparando sus palabras con la “retórica peligrosa” del Presidente Donald Trump, quien se ha referido repetidamente al COVID-19 como “el virus de China”.

Después de que el New York Post publicara el video, Robert F. Kennedy Jr. dijo en un extenso tuit que “nunca, jamás” sugirió que el coronavirus fuera un objetivo para salvar a los judíos. También dijo que la cena fue extraoficial. Kennedy agregó en su tuit que “nunca insinuó que el efecto étnico fuera deliberadamente diseñado”, aunque en la cena, planteó esa posibilidad directamente, según se apreció en el video.

“No sabemos si fue un objetivo deliberado [así] o no, pero hay documentos que muestran la diferencia racial y étnica”, dijo Kennedy en la cena, sugiriendo que varios países, incluidos Estados Unidos y China, están desarrollando armas biológicas étnicas para “atacar a las personas por raza”.

La otra lucha de Kennedy

Si bien, la mayoría de las críticas se han centrado en su papel como difusor de noticias falsas y de teorías conspiracionistas, hay otro terreno en el que Robert F. Kennedy Jr. pretende trabajar desde el Gobierno de Trump: la lucha contra la obesidad y el sobrepeso.

El periodista Jonathan Weisman de The New York Times relató el pasado 10 de diciembre cómo la alianza de Trump con Kennedy durante la campaña presidencial “fue el matrimonio de conveniencia definitivo, uniendo a un candidato presidencial populista de derecha con un descendiente de la familia demócrata más famosa del país, cuyo atractivo para los posibles votantes de Trump se basaba principalmente en sus teorías conspirativas sobre el Covid-19 y las vacunas”.

El Times recuerda que Kennedy dijo en ese momento que Trump le había prometido el control de las agencias de salud pública del país. “El otro historial de Kennedy —en materia de protección del medio ambiente y un odio constante a la dieta poco saludable de Estados Unidos— puede haber sido menos atractivo para Trump, amante de la comida rápida y detestado de las regulaciones, pero el ex y futuro presidente dijo que mantendría bajo control el ambientalismo de Kennedy y le permitiría “descontrolarse” en materia de salud”.

Precisamente en ese sentido, Trump lo nominó para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos, desde donde Kennedy ha planteado la que será una de sus batalla: un combate contra el jarabe de maíz y los aceites vegetales que sostiene que están detrás de la epidemia de obesidad de EU, pero que son producidos en las zonas rurales en donde emplean a miles de trabajadores que son la base electoral de Trump.

El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa "es sólo una fórmula para volverte obeso y diabético", ha dicho Robert F. Kennedy Jr. Pero esa batalla que prevé librar la hará en una zona que votó por Trump y que emplea a unos 4 mil 400 trabajadores y contratistas.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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