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Pedro Mellado Rodríguez

03/01/2025 - 12:04 am

2025: el año en el que viviremos en peligro

"Cualquier motivo es bueno para que Donald Trump, quien tomará posesión como presidente de los Estados Unidos el próximo lunes 20 de enero de 2025, deje escapar las hieles más amargas de su prepotencia".

El 2025 será un año en el cual viviremos en peligro, por la llegada del beligerante, prepotente y grosero Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Pero no sólo México enfrentará dificultades con un empresario todopoderoso acostumbrado a negociar con la amenaza como herramienta, respaldado por el Partido Repúblicano que controlará también las dos cámaras, de Representantes y Senadores, en el Congreso de Estados Unidos, pues el nuevo mandatario es capaz de incendiar el mundo y confrontarse con muchas otras naciones de la tierra.

Cualquier motivo es bueno para que Donald Trump, quien tomará posesión como presidente de los Estados Unidos el próximo lunes 20 de enero de 2025, deje escapar las hieles más amargas de su prepotencia, sus enfermizas fobias y su incontenible racismo, para hacer culpables, a los mexicanos, latinoamericanos e indeseables inmigrantes de cualquier paete del planeta, de los males que aquejan a los habitantes de su país. Y con la más ligera e irresponsable actitud amenaza a diestra y siniestra con la temeraria idea de que el imperio estadounidense tiene patente de propiedad sobre todas las naciones del mundo.

De tal forma que ya amenazó a México con aplicarle severas sanciones arancelarias si no contiene la migración y el tráfico de fentalino que permean la frontera sur de su país.

También amenazó con declarar terroristas a los cárteles de narcotraficantes que trasiegan droga desde México, a los que pondría en la lista de blancos obligados para los ataques extraterritoriales de su ejército y sus devastadoras armas de destrucción masiva.

Pero no reconoce Donald Trump las aportaciones que los mexicanos, latinoamericanos o personas migrantes del mas diverso origen hacen al progreso de su país.

Tampoco asume las culpas del gobierno estadounidense, reiteradamente omiso en el combate a las bandas de traficantes de drogas, integradas por estadounidenses, que distribuyen ese veneno letal en su territorio.

Pretende ignorar Donald Trump que el problema del consumo de fentanilo es su país es un problema de salud pública del cual debe hacerse responsable el gobierno estadounidense.

Menos asume el próximo mandatario estadounidense las responsabilidades del gobierno de su país, omiso y ligero en la supervisión del tráfico ilegal de armas de alto poder que de manera ilegal cruzan sus aduanas rumbo a México, sin que se observe el celo riguroso de las autoridades estadounidenses para deterner ese flagelo que riega de sagre nuestro territorio.

Llega a tal extremo la insolencia de Donald Trump, al grado de aventurar la temeraria y ofensiva idea de que México y Canadá pudieran convertirse en dos estados más que adormen la bandera de su país.

Si ese fuera el tono en el que pretendería negociar Donald Trump bien podríamos los mexicanos exigir la reparación del daño derivado de las políticas depredadoras del expansionismo estadounidense que en la guerra de 1846-1848 despojó a la joven Nación Mexicana del 55 por ciento de su territorio, incluyendo los estados actuales de Texas, California, Nevada, Utah y Nuevo México; la mayor parte de Arizona y Colorado, y porciones importantes de los actuales estados de Oklahoma, Kansas, y Wyoming. Ese robo fue legalizado por los invasores a punta de bayonetas y estruendo de cañones, en el Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado el 2 de febrero de 1848 en las inmediaciones de la Ciudad de México, que puso fin a una injusta, abusiva e intervencionista guerra.

Luego de la devolución de esos territorios, podríamos garantizarse a Donald Trump el respeto irrestricto a los estadounidenses que habitan esos territoprios y garantizarles que sin problemas les extenderíamos sus green card de residentes legalizados.

El próximo presidente de Estados Unidos amenaza con singular temeridad a todo mundo y no duda en asumir que su gobierno está dispuesto a invadir a Panamá, para recuperar el canal interoceánico que durante décadas violentó y mancillo la soberanía de esa nación. Habría que recordar que el 7 de septiembre de 1977, por acuerdo de los presidentes Jimmy Carter, de Estados Unidos, y  Omar Torrijos, de Panamá, se firmó el acuerdo que devolvió a los panameños control completo de todo su territorio. Deste 1914 Estados Unidos había tenido el control del canal, que ahora Donald Trump pretendería reclamar y retomar hasta por la fuerza.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante cinco décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y medios digitales. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace cuatro décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Tiene estudios de derecho por la Universidad de Guadalajara y durante una década fue profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara. Es autor del libro Las Naves Nodrizas de la Comunicación y el Periodismo (Taller Editorial La Casa del Mago, Guadalajara, 2022).

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