Ana Francis Mor habló con SinEmbargo sobre La primera que camina, novela en la que reescribe el Antiguo Testamento (del Éxodo a Reyes) a partir de la voz de María, quien al saber la intención de Dios de convertirla en la madre de su hijo decide tomarse un tiempo para decidir si engendrará o no al Hijo de Dios.
Ciudad de México, 25 de diciembre (SinEmbargo).– “Para las feministas siempre ha sido muy sospechoso toda pasividad de los personajes femeninos y lo puedes leer en El infinito en un junco (de de Irene Vallejo de cómo la autora va justamente relatando las ausencias de lo escrito por mujeres o de lo que podría haber sido escrito por mujeres y de todo lo destruido, borrado, etcétera”, compartió en entrevista la escritora Ana Francis Mor al hablar sobre su novela La primera que camina (Reservoir Books).
Ana Francis Mor aborda en su novela la vida de María y cómo decide ser la madre de Jesús de Nazareth, un relato en el que la protagonista asume un papel activo en su propia historia. “Es incomprensible para una feminista como yo la pasividad persé de cualquier personaje, entonces es imposible pensar en una María pasiva, digamos, es imposible no rebelarse ante esa forma de contar la historia”.
Y es así que Ana Francis Mor reescribe el Antiguo Testamento (del Éxodo a Reyes) a partir de la voz de María, quien al saber la intención de Dios de convertirla en la madre de su hijo decide tomarse un tiempo para decidir si engendrará o no al Hijo de Dios. De esta manera, Dios acepta que durante tres años María recorra su propio camino lo que da paura a un relato coral, siempre desde la perspectiva de María.
“Cuando analizas un personaje para actuarlo, para escribirlo, etcétera, hay dos maneras de saber cosas sobre ese personaje, a partir de lo que se dice sobre ese personaje o a partir de lo que no se dice sobre ese personaje, entonces, en la Biblia, digamos, sabemos poco de María y sabemos mucho de Jesús, es decir, sabemos mucho del hijo de María y ¿por qué hago hincapié en este asunto del hijo? porque alguien educó a ese hijo, porque alguien crió a ese hijo, y lo que más o menos sabemos, según la historia, es que José murió cuando Jesús todavía era muy chiquillo. Entonces, hay muchas cosas que también vale la pena preguntarse”, refirió en ese sentido la actriz, directora de escena y actual Secretaria de Cultura de la Ciudad de México.
Ana Francis Mor indicó que es por ello que se cuestiona quién es este personaje, qué piensa, qué siente “y ya, si me apuras, plantear en la pregunta, ¿y no será que duda y no será que tiene curiosidad, y no será que piensa un montón de cosas y no será que tiene ganas de saber un montón de cosas?”.
La activista comentó además la persistencia de una serie de arquetipos que a las mujeres les pesan mucho, el de la virginidad y el de la maternidad, “y también el de la putería, ves que siempre se dice esto, las mujeres somos o vírgenes, o madres, o putas, o pasamos por alguna de las tres, o vamos pasando por una de las tres, y son arquetipos re’pesados”
“María encarna el de la virginidad y el de la maternidad, y bien pesados. Entonces, es interesante también cuestionar el arquetipo y plantear otro tipo de arquetipos, es decir, qué pasaría si el arquetipo universal que nos afecta a tantas mujeres, independientemente de la creencia, porque la omnipresencia cultural de lo católico es muy potente, por lo menos en nuestra región es súper potente. Qué pasaría si el arquetipo en vez de ser la virgen o la madre, sea la que duda, la que se pregunta, la que piensa, a la que no matan, la que no corre peligro, la que habla de frente con Dios, la que pregunta con toda honestidad. Imagínate tú lo que sería la vida de las mujeres si ese fuera el arquetipo”.
