La propuesta de Eggers destaca por su belleza visual y su cuidado a los detalles, con las actuaciones de Lily-Rose Depp -que brinda una grata sorpresa-, Nicholas Hoult y un gran elenco, además un Conde Orlok con una apariencia que dividirá opiniones.
Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).- ¡Por fin! La tan esperada película Nosferatu llega a las salas de cine este fin de semana para mostrar la visión desconcertante y hermosa del cine de Robert Eggers en uno de los personajes más icónicos -si de vampiros se trata- con un elenco que, sin duda, llama la atención: Bill Skarsgård, Nicholas Hoult, Lily-Rose Depp, Emma Corrin, Willem Dafoe, Aaron Taylor-Johnson, Simon McBurney y Ralph Inesonc. ¿Es una película a la altura de la historia que presenta? Aquí te contamos.
¿Qué veremos en Nosferatu?
En el año de 1838 y Thomas Hutter, un agente inmobiliario, debe dejar a su esposa Ellen en Wisborg, Alemania y viajar hasta Transilvania, al castillo de uno de los clientes de la agencia para atender un asunto laboral importante, sin embargo, el Conde Orlok es más que un anciano, por lo que el enigma, la oscuridad, la sed y la obsesión por la esposa de Thomas, se sentirán en la atmosfera.
Nosferatu, un Drácula no autorizado pero icónico
Nosferatu, la película muda de terror gótico del director F.W. Murnau que marcó al cine de culto y de vampiros, casi desaparece por completo debido a que tomó sin permiso elementos de la historia de Drácula de Bram Stoker, por lo que, tras una demanda de derechos de autor presentada por la viuda del escritor, un tribunal alemán ordenó destruir todas las copias de la cinta, sin embargo, algunas copias sobrevivieron -para nuestra fortuna-.
Nosferatu presentó la idea de la luz solar como algo letal para los vampiros, una característica ya clásica que se mantiene en muchas historias (con algunas excepciones). Max Schreck y su interpretación del Conde Orlok siguen provocando miedo y asombro.
La visión de Eggers
Robert Eggers quedó impresionado al ver Nosferatu de Murnau cuando era un niño y siempre soñó con hacer su propia versión cinematográfica -aunque hizo una en teatro cuando era un adolescente-. Tras años de planeación en los que no se concretaba nada, llegó el momento.
Eggers es atento a los detalles, con atmosferas oscuras y hasta opresivas que envuelven al espectador, sus películas resultan muy bellas visualmente, algo que logra junto a Jarin Blaschke, el director de fotografía, con quien ha trabajado en sus tres cintas anteriores. Blaschke tiene muy presente la simetría que Eggers busca, además de los tonos fríos en la imagen que se encuentran en todas sus películas, esta cinta en especial lleva el uso de la luz y la oscuridad en la pantalla a otro nivel.
El director se toma su tiempo para contar la historia, es decir, Nosferatu transcurre de manera lenta con momentos que se van conectando, que muestran el miedo del Ellen, de Thomas y de todos los personajes, con un final que se queda grabado en la memoria. El ritmo puede ser algo que juegue en contra para quien no esté acostumbrado a esto y al estilo denso y desconcertante, lo que la hace una película que no todos amarán.
Aquí va una importante recomendación: antes de ver Nosferatu es importante familiarizarse con el cine de Eggers, por lo que resulta buena idea ver alguna de las cintas del director, tal es el caso de The Witch estelarizada por Anya Taylor-Joy y una de las mejores películas de terror de los últimos años; The Lighthouse con Robert Pattinson y Willem Dafoe en donde el aislamiento y la paranoia dominan o The Northman, en la que Alexander Skarsgård y Nicole Kidman dan vida a una leyenda vikinga llena de venganza (además marcó el regreso de Bjork al séptimo arte) y que visualmente es impresionante, algo característico en las propuestas de Eggers.
Emoción, intensidad y terror
Esta versión de Nosferatu cuenta con Lily-Rose Depp quien interpreta a Ellen Hutter y lo hace de gran manera, una joven atormentada que en esta versión tiene más énfasis y nos muestra incluso esa parte en la que el deseo y la sexualidad femenina era tratada como histeria. Lily- Rose brinda desesperación y fuerza.
Nicholas Hoult otorga intensidad y terror en la piel de Thomas Hutter, mientras que Willem Dafoe -quien trabaja por tercera ocasión con Eggers- aporta experiencia y tensión.
El personaje más esperado de esta cinta es el que causará más opiniones divididas y es que el Conde Orlok de Bill Skarsgård no se parece a nada de lo que podría haberse esperado, esto puede ser un punto a favor ya que lo único que parece conservar del icónico personaje de 1922 son los dedos y las uñas largas (que aparecen nuevamente en varias tomas en una especie de homenaje).
Para la voz de Orlok, Bill trabajó con un maestro de ópera que le enseñó a bajar su registro vocal una octava completa, lo que transforma la voz del actor. Una figura esquelética, piel en descomposición y un rostro que resultará desconcertante (en especial por un elemento, pero basta con ver la imagen de Vlad para conectar los puntos) forman parte del personaje al que Skarsgård lleva a buen puerto, en especial con la escena final.
Oscura, densa y poética
Ésta es una cinta muy bella, visualmente es espectacular, tal como suelen serlo las películas de Eggers, con diálogos densos y poéticos, sombras que representan mucho más, buenas actuaciones, producción, vestuario y sonido, además de un final que une la belleza y el horror.
Nosferatu es una película hecha para disfrutarse principalmente en la pantalla grande y especial para los fanáticos de los vampiros, de Eggers y para quienes disfrutan de las historias oscuras y góticas, lentas, en las que hay miedo y una atmosfera desconcertante y algo agobiante.