El 2024 fue un año histórico con la llegada de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer en ser Presidenta del país, la más votada con cerca de 36 millones de mexicanos que el 2 de junio la eligieron. Con su victoria, además, Morena consiguió la mayoría calificada en el Congreso, lo que ha consolidado el cambio de régimen iniciado con el expresidente López Obrador, un cambio que ha venido con el cambio que ha impreso con su propia marca.
Ciudad de México, 24 de diciembre (SinEmbargo).- A días de terminar 2024, Claudia Sheinbaum registra un nivel de aceptación del 76 por ciento luego de casi dos meses de encabezar un Gobierno que ha dado continuidad, por primera vez, a las políticas, proyectos y apoyos iniciados en la gestión anterior, aunque implementados con su propia marca.
El que acaba es ya un año histórico para México. Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República una mujer tomó las riendas del país por primera vez. "Por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas", expuso precisamente el 1 de octubre al rendir protesta en la Cámara de Diputados.
Sheinbaum asumió la Presidencia, además, con una mayoría calificada de Morena y sus aliados en el Congreso que le dieron los alrededor de 36 millones de votos alcanzados en las urnas. La representación que tiene el oficialismo en el Congreso ha sido suficiente para poder avalar un paquete de reformas que se construyeron, en conjunto, desde el sexenio anterior de Andrés Manuel López Obrador al que ella ha sostenido que dará continuidad al tratarse de un movimiento.
“Esta transición fue hecha con nuevos valores, lo cual no conocía este país ¿a qué me estoy refiriendo? vimos un proceso de entrega de un gobierno, del poder gubernamental, de una manera extraordinariamente solidaria, extraordinariamente generosa y con un compromiso de cara al país, eso no lo habíamos conocido los mexicanos”, planteó Elvira Concheiro, Tesorera de la Federación y analista política, en entrevista con SinEmbargo Al Aire.
El camino a la Presidencia
El gran triunfo de 2024 ocurrió el 2 de junio cuando Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta de México y también en la mandataria más votada en la historia reciente del país, con 35.9 millones de votos, el 59.7 por ciento de los sufragios, y eso es 32 puntos por encima de la siguiente aspirante: Xóchitl Gálvez, de la coalición formada por PRI, PAN y PRD, que se quedó con el 27.4 por ciento.
La primera mujer Presidenta se quedó con los votos del expresidente Andrés Manuel López Obrador y sumó casi 5 millones más, y estos resultados presidenciales están acompañados además, por la victoria de Morena en siete de las nueve gubernaturas que estaban en juego, con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y, aunque en ese momento no tenía la mayoría en el Senado, lo consiguieron poco después con algunas penosas adhesiones.
La Presidenta Claudia Sheinbaum deberá encarar en 2025 y en lo que resta de su gestión retos como la inseguridad pública, una posible ralentización económica, la implementación de la Reforma Judicial, atender el sistema de salud, las obras que faltan por terminar, las amenazas del nuevo Gobierno de Donald Trump y las expectativas que pesan sobre ella
La forma en la que ganó Claudia Sheinbaum fue avasalladora y le ofrece a la mandataria una tranquilidad que incluso podrían envidiar otros presidentes progresistas latinoamericanos.
Los meses que le siguieron a la jornada del 2 de junio de 2024 no hubo duda de llamarle Presidenta electa y Sheinbaum no tuvo reparo en asegurar que continuaría con el legado de López Obrador.
El segundo piso de un movimiento
Un mes después de las elecciones, Morena celebró el sexto aniversario de la victoria que llevó al expresidente al poder, y Sheinbaum fue el mayor centro de atención del festejo. “No va a haber traición, vuelta en U, ni regreso al pasado”, dijo y agregó que aquella noche, la del 1 de julio de 2018, “fue un momento en el que el pueblo dijo basta al régimen neoliberal” y a los “gobiernos que se dedicaban a beneficiar a unos pocos”.
En ese momento todavía se discutía la reforma al Poder Judicial, con la que la misma Presidenta hizo campaña ya que desde el inició explicó que no iba a “pintar su raya” respecto a su antecesor: “Leía hoy en un periódico: ‘Claudia debe pintar la raya con AMLO’. Sería pintar la raya con el pueblo de México. ¡Con el pueblo todo, sin el pueblo nada!”.
Para el profesor Lorenzo Meyer, lo que pasó en junio de 2024 fue un triunfo doble, un triunfo para López Obrador y para Sheinbaum, para Morena y un triunfo de la idea de cambiar al régimen:
“Es una de las cosas más difíciles en los procesos políticos y lo cambió sin violencia, que en nuestro caso es algo inusitado, un logro fantástico. Eso es maestría política, poder transformar elementos esenciales de la vida pública de México, tocando intereses creados, y todo esto hecho con mucha estridencia, mucho ruido”.