El activismo por los derechos de los animales puede ser abrumador. La magnitud del sufrimiento animal que enfrentamos cada día hace que, a veces, sea difícil encontrar razones para celebrar. Pero también es cierto que cada pequeño cambio, cada paso hacia un mundo más compasivo, merece ser reconocido. Estas victorias no sólo alivian el sufrimiento de los animales, sino que también nos recuerdan lo que podemos lograr juntas.
En los últimos diez años, hemos sido testigos de avances históricos que, aunque no eliminan la explotación animal, sí representan un cambio de rumbo. Por ejemplo, la prohibición de las exportaciones de animales vivos en países como Nueva Zelanda y el Reino Unido pone fin a viajes que causan un estrés inimaginable a millones de animales. En Corea del Sur, el fin de la cría de perros para consumo es un triunfo no sólo para los animales, sino también para la sociedad que lo hizo posible, desafiando tradiciones para adoptar un enfoque más ético.
Prohibición de granjas peleteras
Tras la aprobación de una prohibición en 2019, las últimas granjas peleteras en Noruega cerraron sus puertas en 2023, dos años antes de lo previsto. Por supuesto, para los millones de animales que murieron en estas horrendas operaciones peleteras, siempre fue demasiado tarde.
Lituania también aprobó una ley que llevará al cierre de las 40 granjas de visones y 30 de chinchillas del país, salvando la vida de aproximadamente un millón de animales. Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia, Bosnia y Herzegovina, Luxemburgo, Serbia, Italia, Francia, Macedonia del Norte, los Países Bajos, Irlanda y el Reino Unido también han prohibido las granjas peleteras.
Pruebas cosméticas en animales
En un logro histórico, la Unión Europea dio el paso final para eliminar todas las pruebas cosméticas en animales. Desde 2014, ningún producto cosmético nuevo que ingresa al mercado europeo ha sido probado en animales, culminando una campaña de 34 años iniciada en 1980. Este avance ha salvado a miles de animales del sufrimiento y el dolor indebidos.
En total, 45 países han aprobado leyes que prohíben las pruebas cosméticas en animales, incluyendo Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Islandia, India, México, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur, Suiza, Taiwán, Turquía y el Reino Unido, entre otros.
Alimentación basada en plantas
También me inspira ver cómo el auge de la alimentación basada en plantas y como ha revolucionado nuestra manera de relacionarnos con la comida y el medio ambiente. En solo una década, la alimentación a base de plantas se ha convertido en un movimiento global, impulsado por quienes buscan una vida más ética, saludable y sostenible. Este cambio no sólo salva animales, sino que también aborda crisis urgentes como el cambio climático y la inseguridad alimentaria.
En Alemania, las ventas de comidas a base de plantas crecieron un impresionante 23 por ciento entre 2022 y 2023. Estimaciones actuales indican que un 10 por ciento de la población ha dejado de consumir animales, y un 30 por ciento se identifica como flexitariana. Estos datos reflejan una transformación cultural que deja atrás una dieta tradicionalmente centrada en la carne.
El 10 por ciento de los británicos y el 12 por ciento de las personas en Estados Unidos ya se identifican como vegetarianas o veganas. Este aumento significativo en dos de las economías más grandes del mundo muestra que la demanda de alimentos basados en plantas sigue en auge.
Retos y empatía
Por supuesto, el camino no está exento de retos. Cada avance ha requerido años de lucha, compromiso y valentía por parte de activistas, organizaciones y personas que, muchas veces, han enfrentado críticas y resistencia. Pero esas victorias nos demuestran que el cambio es posible.
Hoy más que nunca, creo en el poder de la empatía. Las leyes que reconocen la sintiencia animal en países como Bélgica y Brasil o la reintroducción de castores en el Reino Unido después de 400 años, nos muestran que hay una chispa de esperanza en nuestras acciones colectivas. Aunque aún falta mucho por hacer, cada paso cuenta.
Celebremos los logros, no como un punto final, sino como el recordatorio de que juntas podemos seguir construyendo un mundo donde los animales sean tratados con respeto y compasión. Porque ese mundo no es solo un sueño; es una posibilidad que ya estamos materializando.
