Los comicios por la gubernatura de Jalisco y las elecciones para la presidencia municipal de Guadalajara transitaron por el mismo camino, plagado de irregularidades, dudas e inconsistencias, pues en ambos casos se violaron los principios rectores de la función electoral: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad.
Ciudad de México, 6 de diciembre (SinEmbargo).- Hace poco más de seis meses que se realizaron los comicios para Gobernador en Jalisco, que ganó el candidato de Movimiento Ciudadano en una muy extraña y controvertida contienda en la cual se cometieron graves irregularidades, que Morena y su candidata Claudia Delgadillo González no pudieron probar jurídicamente, de tal forma que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó el miércoles 16 de octubre del 2024 el triunfo del candidato naranja Jesús Pablo Lemus Navarro.
Sin embargo, los ecos de esa jornada irregular han estado presentes en los últimos 187 días, de tal manera que hoy tomó posesión de su cargo el emecista Lemus Navarro, sin que hasta la fecha haya sido recibido por Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, quien asumió su cargo el martes primero de octubre del 2024, hace más de dos meses.
Ese distanciamiento entre la presidenta y el Gobernador electo de Jalisco, quien a partir de hoy se convirtió en gobernador constitucional, es la muestra más palpable del desdén de la primera mandataria del país por un político que llegó al poder validado jurídicamente, pero severamente cuestionado en su legitimidad.
Los comicios por la gubernatura de Jalisco y las elecciones para la presidencia municipal de Guadalajara transitaron por el mismo camino, plagado de irregularidades, dudas e inconsistencias, pues en ambos casos se violaron los principios rectores de la función electoral: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad. Conceptos que van estrechamente vinculados a los principios constitucionales que definen las características esenciales que deben reunir las elecciones: libres, auténticas y periódicas.
Aun cuando los agravios argumentados por Morena y sus aliados fueron desestimados por razones procedimentales y de argumentación jurídica, el Tribunal Electoral no fue al fondo del asunto para analizar la trascendencia de las violaciones que presumiblemente se cometieron, y aunque sus resoluciones sean jurídicamente válidas, definitivas e inatacables, eso no le confiere al proceso electoral de Jalisco la cualidad de que haya sido verdaderamente legítimo.
El lunes 30 de septiembre del 2024, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó el Recurso de Reconsideración promovido por José María Martínez Martínez y por Morena, sobre la elección de Guadalajara y se le adjudicó la victoria a la candidata de Movimiento Ciudadano Verónica Delgadillo García. El miércoles 16 de octubre del 2024 la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por unanimidad de votos, confirmó la resolución del Tribunal Electoral del Estado de Jalisco que validó el cómputo estatal y la declaración de validez de la elección para renovar la gubernatura de la entidad, así como la entrega de la constancia de mayoría en favor del candidato Jesús Pablo Lemus Navarro, postulado por Movimiento Ciudadano (MC).
La Sala Superior, a partir del proyecto del magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, confirmó la resolución en virtud de que las pruebas aportadas por Morena y su candidata Claudia Delgadillo González no fueron suficientes para acreditar el uso faccioso de funcionarios públicos en favor de Movimiento Ciudadano. Los hechos expuestos y el material probatorio que existe en el expediente fueron insuficientes para demostrar que en la elección para renovar la gubernatura de Jalisco existió una estrategia premeditada para utilizar el aparato gubernamental en favor del partido que resultó triunfador.
Los datos duros, las estadísticas de los comicios en Jalisco, muetran situaciones extrañas, contradictorias, de magia superior, que no son explicables ni justificables con una resolución jurídica de la autoridad electoral. Por ejemplo, desde el mismo día de las elecciones, las estadísticas del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de la elección de Gobernador en Jalisco contrastaron con el avance general de la contienda nacional. Al cierre de la publicación de los resultados electorales preliminares, después de 24 horas ininterrumpidas de información proveniente de la captura, revisión, cotejo y verificación de las actas de escrutinio y cómputo, el PREP Federal logró el 95.23 por ciento de la publicación de las actas esperadas en la elección para Presidente de la República; el 94.60 por ciento para senadurías, y el 94.21 por ciento para diputaciones. En Jalisco el PREP se cerró la noche del lunes 3 de junio del 2024 con apenas el 63.56 por ciento de actas computadas.
Al validar en primera instancia los comicios de gobernador en Jalisco, el mismo Tribunal Electoral del Estado manipuló las cifras del cómputo final de votos para favorecer al candidato de Movimiento Ciudadano.
El lunes 12 de agosto del 2024, en la sentencia en la que rechaza, por presumiblemente infundados, los argumentos de Morena en su Juicio de Inconformidad, el Tribunal Electoral de Jalisco advierte en las páginas 264 y 265 del referido documento: “De los resultados se deduce que la Votación Válida, esto es, sin tomar en cuenta los votos nulos y los votos de candidatos no registrados, quedó en 3 millones 676 mil 663 [votos].
“En este sentido, si el partido político Movimiento Ciudadano tuvo 1 millón 626 mil 789 votos, que representan el 44.25 por ciento de la Votación Válida, y la coalición Sigamos Haciendo Historia en Jalisco, tuvo 1 millón 440 mil 24 votos, que representa el 39.17 por ciento, por lo tanto, la diferencia de votos entre el partido y la coalición citada fue de 186 mil 765 votos, lo que en porcentaje representa una diferencia entre el primero y segundo lugar del 5.08 por ciento”.
Y advierte en seguida el Tribunal Electoral de Jalisco: “Por lo que con independencia de que no se hayan acreditado las irregularidades alegadas por el actor [en este caso Morena], en cualquier caso, las mismas no serían determinantes, toda vez que, como ya se dijo, la diferencia entre el primero y segundo lugares fue superior al 5% cinco por ciento que establece el artículo 41” de la Constitución federal, para considerar una posible nulidad de los comicios.
Dos semanas depués de los comicios, un periódico de Guadalajara, El Diario-NTR, documentó hechos muy graves que probaron que en la entidad se perdió la custodia de los paquetes electorales, lo que restaba certeza y legalidad al proceso. Tan solo en dos casos documentados por el periódico tapatío se dejaron fuera del cómputo 341 casillas, equivalentes a 114 mil sufragios. Estas evidencias fueron desestimadas por los tribunales electorales estatal y federal.
Otro ejemplo de los extraños y en algunos casos disparatados resultados electorales, son los cómputos en los tres distritos de Guadalajara para diputados locales y federales, así como las votaciones para senadores. Comparados con los cómputos para presidente municipal y gobernador son muy contrastantes, pues las cifras atribuidas a los candidatos de Movimiento Ciudadano, Verónica Delgadillo García, para la alcaldía tapatía y Jesús Pablo Lemus Navarro, para la gubernatura, son contrastantes, disparatados y razonablemente inexplicables.
En la zona metropolitana de Guadalajara, que concentra más del 60 por ciento de todos los votos del estado de Jalisco, también tienen cabecera 12 de los 20 distritos electorales de la entidad. Tanto los distritos electorales para diputados federales como locales comparten el mismo territorio y los mismos votantes. Sin embargo, en la disputa de los 12 distritos electorales metropolitanos en la contienda local, Morena y sus aliados ganaron 8 y Movimiento Ciudadano sólo cuatro. Pero en la contienda por esos mismos distritos, en el ámbito federal, la coalición morenista ganó 10 distritos metropolitanos de Jalisco y la coalición encabezada por el PAN se acreditó los dos restantes. Movimiento Ciudadano, que gobierna Guadalajara y Zapopan no ganó un solo distrito de diputados en la contienda federal.
Igual de extraños e inexplicables son los resultados con respecto al conjunto de los triunfos logrados por Movimiento Ciudadano y la oposición en los 20 distritos electorales, estatales y federales que hay en Jalisco. Morena y sus aliados ganaron 15 distritos electorales federales; la coalición panista cuatro y Movimiento Ciudadano uno. Por otra parte, Morena y sus aliados ganaron 13 distritos electorales locales; Movimiento Ciudadano cuatro y la coalición panista tres.
El desdén de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, por el gobernador de Jalisco, Jesús Pablo Lemus Navarro, tiene una explicación razonable en la falta de legitimidad del triunfo del ahora mandatario emecista, que llegó al poder luego de un proceso electoral que aunque fue validado jurídicamente, fue también un compendio de presuntas irregularidades y violaciones a la ley. Y eso seguramente lo ha tenido presente la primera mandataria del país durante los más recientes seis meses.