El informe sobre el consumo de fentanilo en México de la Secretaría de Salud explica que “el incremento en la cantidad de usuarios de fentanilo es significativo a nivel local, no nacional; no obstante, la principal preocupación gira en torno a su alta letalidad, especialmente porque existen indicios de posibles defunciones relacionadas con el consumo”.
Ciudad de México, diciembre (SinEmbargo).– En México, en el marco de desigualdad, estigma y falta de acceso a servicios médicos, se registraron 430 casos de atención por consumo de fentanilo en 2023, un 29 por ciento más que en 2022, los cuales se concentran en la frontera con Estados Unidos, en los estados de Baja California, Chihuahua, Sinaloa y Sonora.
Aunque se ha observado un incremento desde 2018 y 22 urgencias por intoxicación de junio de 2023 a enero de 2024, lejos se está de las miles de muertes registradas en Estados Unidos y Canadá.
Así lo expone el “Informe de la demanda y oferta de Fentanilo en México: generalidades y situación actual” presentado en abril de 2024 por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud.
El fentanilo es un opioide sintético cuyo uso médico es legal y, por su potencial adictivo, está regulado y vigilado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Se trata de un analgésico más potente que la morfina creado por Paul Janssen en Bélgica en 1960 y se usa para tratar el dolor intenso ante el cáncer o el dolor crónico que es resistente a otro tipo de medicamentos.
No obstante, en los últimos años se ha registrado un alto uso de fentanilo fabricado de manera ilícita, ya que es una sustancia psicoactiva 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína.
El informe de la Secretaría de Salud explica: “Debido a su alto potencial adictivo, bajo costo y la relativa facilidad en su producción ilícita, pocas cantidades de la sustancia psicoactiva pueden producir grandes ganancias económicas a los grupos de la delincuencia organizada, lo que estimula el crecimiento de los mercados ilícitos”.
Respecto a las consecuencias en la salud por su consumo, de junio de 2023 a enero de 2024, se han atendido 22 urgencias por intoxicación por fentanilo en Baja California (7), Ciudad de México (1), Morelos (1), Jalisco (1), Oaxaca (1), Quintana Roo (2), Sinaloa (6), Sonora (2) y Tamaulipas (1), de acuerdo con un monitoreo en el sistema de salud de citado por el informe de la Secretaría de Salud.
Mediante este sistema de monitoreo, también se detectaron de junio de 2023 a enero de 2024, nueve atenciones hospitalarias por intoxicación por fentanilo, de las cuales tres resultaron en el deceso de las personas. Sin embargo, reconoce la SSA, hasta el momento son insuficientes los datos objetivos sobre las defunciones por consumo de fentanilo.
Aunque, por ejemplo, el Servicio Médico Forense de Baja California (SEMEFO-BC) detectó que de mil 775 análisis para detectar psicoactivos en los cadáveres, 50.5 por ciento (896) resultó positivo a sustancias y, de estos últimos, 39 por ciento (351) fue positivo a fentanilo. De esos 351 casos, el 71 por ciento murió por insuficiencia respiratoria, que suele ser un síntoma característico de la sobredosis por uso de fentanilo.
Ante estas cifras, el informe de la SSA concluye: “El incremento en la cantidad de usuarios de fentanilo es significativo a nivel local, no nacional; no obstante, la principal preocupación gira en torno a su alta letalidad, especialmente porque existen indicios de posibles defunciones relacionadas con el consumo. Esta situación llama a la inmediata implementación de acciones de reducción de daños a nivel municipal y estatal, en los lugares donde hay mayor proliferación de casos de consumo”.
CONSUMO DE FENTANILO EN CANADÁ Y EU
En contraste, en Canadá desde abril de 2016 el Gobierno de la provincia Columbia Británica, ubicada al oeste del país y que es frontera con Estados Unidos, declaró una crisis por el consumo de fentanilo. En esa provincia está Vancouver, una de las ciudades más pobladas del país.
La crisis la declaró un año y medio antes del gobierno de Estados Unidos, que con Donald Trump como Presidente anunció en octubre de 2017 una emergencia de salud pública por el incremento en muertes por sobredosis de opioides.
Datos de la Agencia de Salud Pública de Canadá muestran que entre enero de 2016 y marzo de 2024 se registraron 47 mil 162 muertes por aparente toxicidad de opioides. Sólo de enero a marzo de este año, 84 por ciento de las muertes accidentales aparentes por toxicidad de opioides en Canadá ocurrieron en Columbia Británica, Alberta y Ontario. El 72 por ciento de las muertes registradas fueron de hombres y ocurrieron mayormente (31 por ciento) entre personas de 30 a 39 años.
De todas las muertes accidentales relacionadas con el consumo de de opioides en los tres primeros meses de 2024, el 81 por ciento estuvo relacionada con el fentanilo. La Agencia de Salud Pública de Canadá informó que el porcentaje de muertes relacionadas con el fentanilo “ha aumentado un 42 por ciento desde 2016, cuando comenzó la vigilancia nacional, pero parece haberse estabilizado en los últimos años”.
Los datos de esta misma agencia analizados por el medio Insight Crime muestran cómo en Columbia Británica pasaron de 12.8 muertes por cada 100 mil habitantes en 2016 a 41.3 en septiembre de 2023. En Alberta pasaron de 8.8 decesos a 36.5 en 2023. En Yukon de 12 en 2016 a 24 muertes por cada 100 mil habitantes en 2023.
Ante esta emergencia, Columbia Británica se convirtió en la primera provincia de Canadá en despenalizar el uso de drogas duras como parte de sus esfuerzos para abordar una crisis mortal de opioides. Pero las críticas al programa llevaron a que mayo pasado se aprobara la solicitud presentada por el gobierno de la provincia para volver a criminalizar el uso de drogas ilícitas en espacios públicos.
En Estados Unidos, datos de autoridades del área de la salud señalan que los índices de muertes por sobredosis comenzaron a aumentar constantemente en la década de 1990, esto debido a los analgésicos opioides, seguidos por oleadas de muertes provocadas por otros opioides como la heroína y ahora el fentanilo que se usa de forma ilícita. Cuando el Gobierno de Trump declaró la emergencia sanitaria informó de al menos 64 mil muertes por sobredosis de opioides en 2016, lo que equivale a 175 muertes al día.
Por ejemplo, informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) muestran que en ese país las muertes por sobredosis de drogas aumentaron significativamente de 2019 a 2022, ese último año se reportaron 107 mil 941 muertes por sobredosis de drogas
Sobre el consumo específicamente de fentanilo se reportó que “las muertes por opioides sintéticos distintos de la metadona (principalmente fentanilo fabricado ilícitamente) siguieron aumentando con 73 mil 838 muertes por sobredosis notificadas en 2022”. En 2023 y lo que va de 2024 los CDC informaron de un descenso de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
“Se produjeron aproximadamente 97 mil muertes por sobredosis en el período de 12 meses que terminó el 30 de junio [2024], según datos provisionales de los CDC publicados el miércoles [6 de noviembre]. Eso representa una disminución de 14 por ciento respecto a las 113 mil muertes estimadas en el período anterior de 12 meses”, reportó la Associated Press (AP) apenas en noviembre.
"Durante la pandemia vimos un aumento tan meteórico en las muertes por sobredosis de drogas que es natural que veamos una disminución", expuso Farida Ahmad, del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC, a la AP sobre la relación entre estos datos y la pandemia por la COVID-19.
AUMENTAN DECOMISOS EN MÉXICO
La Presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que en México hay una adicción a los opioides en “muy bajo nivel” respecto al consumo en Estados Unidos y Canadá, luego de que –en víspera de elecciones– la Embajada de Canadá en Estados Unidos insistió en que no los comparen con nuestro país.
Sheinbaum también recordó que renovarán la campaña contra la adicción a las drogas y en particular, contra el fentanilo porque en Estados Unidos causa unas 100 mil muertes al año, pero “en México todavía no tenemos un problema de adicción a los opioides que lleva a muertes por sobredosis”. La encargada de la campaña, informó previamente, será Leticia Ramírez, exsecretaria de Educación.
“Canadá también tiene un problema muy grave de consumo de fentanilo, y en algunos estados o ciudades donde se liberalizó el consumo se han generado problemas muy graves. Entonces, tiene problemas de funciones debidas a la adicción de opioides. México las tiene en muy bajo nivel; se hizo, recientemente, una encuesta y realmente no es… No porque no haya problemas de adicción en México, los hay y los estamos atendiendo, pero no tiene que ver con este consumo de fentanilo que hay en Estados Unidos y Canadá. Entonces, sí, somos distintos. Y se vio cómo hace unos días, pues hubo una acción de la justicia para un laboratorio de fentanilo en Canadá. Entonces, sí son problemáticas distintas. Esta idea de que ‘no puede compararse a uno con otro’, pues sí, son problemas distintos, pero no por ello somos menos, nunca, jamás”, afirmó.
Aunque las cifras oficiales aún no muestran un panorama de crisis de consumo y muertes asociadas, la oferta ha aumentado. Después de que China impuso controles más severos a todas las sustancias psicoactivas relacionadas con el fentanilo, organizaciones criminales en México incursionaron en el mercado, sintetizando la sustancia en laboratorios clandestinos.
En México, en los últimos años se han presentado importantes incrementos en los decomisos de fentanilo; por ejemplo, en tanto que de 2015 a 2017 se decomisaron 71 kilogramos de fentanilo ilícito, en 2018 se decomisaron 341 kilogramos. A partir de 2019 los decomisos crecieron consistentemente, rebasando los miles de kilogramos incautados.
De acuerdo con el Esfuerzo Nacional en el Combate al Narcotráfico y Actividades de Seguridad Pública, sobre todo se ha decomisado fentanilo en Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Jalisco, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora.
CASOS EN LA FRONTERA NORTE
Organizaciones de la sociedad civil del norte mexicano como Prevencasa y Verter empezaron a documentar la presencia de fentanilo en las sustancias psicoactivas que consumían los usuarios de sus servicios, especialmente en el cristal-metanfetamina o la heroína.
Un estudio en el que participaron organizaciones de la Red Mexicana de Reducción de Daños (REDUMEX) analizó parafernalia de 89 usuarios de heroína (jeringas, “cookers” y envoltorios) con tiras reactivas sensibles al fentanilo. Se encontró que 93 por ciento de las muestras de la sustancia “China White” (55 de 59) –detectada en México desde 2017– contenía fentanilo, lo que demostró la presencia de la sustancia entre los consumidores de la zona fronteriza.
De 612 personas que se inyectaban drogas en San Diego, California y Tijuana, Baja California, 19 indicaron en un estudio levantado de octubre 2020 a septiembre 2021 que sus principales drogas de consumo fueron la heroína (79.1%) y la metanfetamina (75.3%). No obstante, el uso de fentanilo en los últimos seis meses fue reportado por 31 por ciento de las personas y, además, 18.1 por ciento dijo haber consumido “China White”, cita el informe de la Secretaría de Salud.
Respecto a la experiencia de sobredosis en los últimos seis meses, la dijeron experimentar 89 por ciento de los usuarios de heroína, 89.7 por ciento de los usuarios de metanfetamina, 63.9 por ciento de los usuarios de fentanilo y 34 por ciento de quienes usaban "China White".
Más allá de la frontera con Estados Unidos, en Jalisco, en una muestra de cabello de 300 mujeres embarazadas atendidas se encontró que existía consumo de sustancias psicoactivas en 127 de ellas. En tres de los casos positivos (2.4%) se encontró que la sustancia de consumo fue fentanilo.
Asimismo, en otros ámbitos como los festivales de música electrónica, el Colectivo ReverdeSer halló que, de 51 muestras analizadas, en dos de cuatro muestras de cocaína el fentanilo estaba presente.
En tanto, el reporte de la Secretaría de Salud también refiere el hallazgo de fentanilo en aguas residuales. Esta sustancia, junto con el norfentanilo, se encontraron en niveles superiores al límite de detección y cuantificación en dos ciudades: Tijuana, en Baja California y San Luis Río Colorado, en Sonora (ciudad muy cercana a Mexicali, Baja California). Las concentraciones de fentanilo fueron particularmente altas en fines de semana.
Sin embargo, en comparación con países como los Estados Unidos, donde el fentanilo se ha detectado a niveles de 169mg/día/1.000 habitantes, en México los niveles registrados no superaron 1.0 mg/día/1.000 habitantes.
NUEVA CAMPAÑA CONTRA FENTANILO
Al anunciar que fortalecerán la campaña contra el consumo de drogas (compartida con Trump), la Presidenta Claudia Sheinbaum pidió a los jóvenes no acercarse al fentanilo porque es mortal y a las familias requirió evitar que sus hijos lo consuman.
El informe sobre fentanilo de la Secretaría de Salud plantea algunas causas socioeconómicas de su consumo en México como la desigualdad, el estigma y la falta de acceso a servicios de salud. En la frontera norte, las personas consumidoras de fentanilo regularmente enfrentan situaciones adversas como la falta de vivienda, empleo, servicios médicos y sociales; también en las ciudades donde se consume el fentanilo se puede ver que un factor común es el desempleo o la actividad laboral informal, donde las personas que son consumidoras se dedican a lavar parabrisas, abrir puertas al público en comercios como tiendas de conveniencia o farmacias, a pedir dinero en las calles, reciclar cartón o metal, entre otras actividades informales, para sostener sus necesidades básicas y la compra de sustancias psicoactivas.
Otro aspecto es que, al no contar con documentos oficiales, no se encuentran inscritas en ningún tipo de seguridad social pública y, por ende, no tienen acceso a servicios de prevención. O bien, el estigma asociado con el uso de sustancias psicoactivas también juega un papel importante en el mantenimiento del consumo, ya que puede dificultar que las personas busquen ayuda y apoyo. En Tijuana las personas consumidoras han sido “llevadas” a vivir a lugares como el río Tijuana, a consecuencia de la segregación causada por la policía y los habitantes de la ciudad.
“Aprovechando que estamos diciendo esto: a las y a los jóvenes que no se acerquen a las drogas, y menos a estas drogas sintéticas, que tienen un poder de adicción enorme y que acaban en muerte; muy difícilmente pueden escaparse después de iniciar el consumo de estas drogas. Vamos a renovar toda la campaña contra la adicción a las drogas y en particular, al fentanilo, porque afortunadamente, en México todavía no tenemos un problema de adicción a los opioides que lleva a muertes por sobredosis. Entonces, a las y a los jóvenes: que no se acerquen a esa droga, es símbolo de muerte; símbolo de muerte. Y a las familias: que estemos muy cerca de nuestros hijos, de nuestras hijas, para evitar que se acerquen a cualquier droga, pero en particular, a estas drogas químicas”, pidió la Presidenta Sheinbaum.
Desde 2016, México, Canadá y los Estados Unidos participan del Diálogo de América del Norte sobre Política de Drogas (NADD, por sus siglas en inglés). Este es un mecanismo orientado a fomentar el análisis y la cooperación para atender el problema de las drogas en la Subregión, abordando en diversos encuentros temas como la producción, tráfico y consumo de drogas en los tres países.