Óscar de la Borbolla
02/12/2024 - 12:03 am
El pensamiento crítico
"Las ideas contrarias a las nuestras, los argumentos que contradicen los nuestros nos provocan disonancias cognitivas, o sea, nos suenan antipáticas, absurdas, falsas o aberrantes".
Desde hace unos años, se ha echado a andar en nuestro país un proyecto educativo que se denomina Nueva Escuela Mexicana; tiene múltiples aspectos dignos de reflexionar y uno de ellos a mi juicio importantísimo: la insistencia en desarrollar el pensamiento crítico entre los estudiantes. Este objetivo aplaudible en todos los sentidos es, sin embargo, muy difícil de alcanzar. Una manera de propiciarlo es teniendo claras las dificultades que hay que vencer.
No propondré nada nuevo, pero vale la pena plantear de manera sintética un par de estas dificultades:
El primer obstáculo para el fomento del pensamiento crítico es la propia naturaleza de los seres humanos, pues en todos nosotros hay una tendencia que nos induce a aferrarnos a las ideas que damos por válidas: lo que se ha denominado Sesgo Cognitivo de Confirmación, y que actúa en todos los niveles de la vida, pues igual se presenta cuando se trata de nuestra simpatía política, postura frente a las guerras que hay actualmente en el mundo, que en asuntos religiosos y hasta en la forma en la que discutimos con nuestra pareja… ¿en qué consiste? En aceptar acríticamente nuestro punto de vista y en tachar de incorrecto el contrario; de manera que, cuando buscamos, tan solo elegimos la información que corrobora lo que creemos, nos rodeamos de quienes piensan igual que nosotros e incluso nuestra memoria coopera haciéndonos recordar solo lo que, literalmente, con-viene. Este sesgo nos encierra en una burbuja en la que investigar, argumentar e incluso pensar que debieran ayudarnos a comprender, solo sirven para reconfirmarnos en lo que ya creíamos.
Las ideas contrarias a las nuestras, los argumentos que contradicen los nuestros nos provocan disonancias cognitivas, o sea, nos suenan antipáticas, absurdas, falsas o aberrantes: el sesgo de confirmación nos impide acceder a lo otro, a la otredad.
El segundo obstáculo para el pensamiento crítico es que la apelación a los hechos, a la realidad, a lo que ocurre realmente, a los datos duros o como quiera llamársele a lo real, tiene el problema de que es imposible ver los hechos en sí mismos, pues siempre los vemos desde nuestro punto de vista o, dicho de otra manera, los hechos no hablan por sí mismos, a los hechos los hacemos hablar nosotros en el marco de nuestra interpretación o, lo que es lo mismo: los hechos se nos presentan enmascarados por nuestra interpretación.
De ahí que Karl Popper —uno de los grandes del pensamiento crítico— propusiera no buscar lo que confirma una teoría sino lo que la vuelve falsable. En esta recomendación está la clave para acercarnos con mayor objetividad a las cosas, pues es la única manera de escapar de las explicaciones que nos damos, pues esas explicaciones, precisamente porque nos las damos, es porque las consideramos correctas, y buscar justificaciones, razones, pruebas que las confirmen trae como consecuencia encerrarnos en lo que creemos; falsarlas, en cambio, nos abre a descubrir la salida de nuestras creencias.
No es fácil entrenarse en el pensamiento crítico; pero, si en verdad ese es el propósito, resulta necesario, al menos, plantearse estas dificultades para lograrlo.
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@oscardelaborbol
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