Este lunes, Donald Trump amagó con imponer aranceles ante la “invasión de drogas, en particular del fentanilo, y de todos los extranjeros” que ingresan irregularmente a EU. Las amenazas de Trump llegan en un momento en que las detenciones en la frontera han estado disminuyendo y en medio de las sobredosis de fentanilo que sacuden a EU, una droga que se contrabandea desde México, aunque también desde Canadá como quedó evidenciado en un operativo a inicios de noviembre, en el que se desmanteló un laboratorio en donde se procesaba este opiáceo.
Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo).– Todo empezó con las farmacéuticas, específicamente con una: Purdue Pharma de la familia Sackler que mediante una intensa campaña publicitaria vendió un fármaco como la panacea de los analgésicos: el Oxycontin, que aunque se promocionó como un medicamento que no era adictivo, en realidad causa efectos de euforia similares a los de la heroína y, por lo mismo, se volvió la puerta de entrada al consumo de opiáceos como el fentanilo, una droga que ha causado una pandemia de sobredosis a lo largo de Estados Unidos y de la cual Donald Trump ha responsabilizado México y a China.
El 18 de marzo de 2019 ocho miembros de esta familia fueron demandados en un tribunal federal de Nueva York por más de 500 ciudades, condados y comunidades tribales de Estados Unidos por violar la ley intencionadamente "para enriquecerse con miles de millones de dólares mientras cientos de miles de personas morían". Ese mismo 2019 la farmacéutica se declaró en quiebra y buscó llegar a un acuerdo para permitir a Purdue reestructurarse y proteger a los Sackler. No obstante, en junio de 2024 el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró la nulidad del acuerdo multimillonario dejando a las víctimas y los Estados sin las indemnizaciones esperadas.
Lo cierto es que la historia del auge y caída de este negocio farmacéutico explica parte de la pandemia de opioides de Estados Unidos que se cobró diariamente la muerte de 115 estadounidenses entre 1999 y 2016. En 2006, por ejemplo, la "contribución de ganancias" de OxyContin a Purdue era de 4 mil 700 millones de dólares, según un documento leído en una declaración en el juicio contra los Sackler. De 2007 a 2018, la familia, de hecho, recibió más de cuatro mil millones de dólares en pagos de Purdue, según una demanda de Massachusetts.
De esta manera distintos medios especializados sostiene que la pandemia de sobredosis por fentanilo en Estados Unidos se originó a finales de los años 90 debido a la prescripción permisiva del OxyContin a la cual se sumaron más farmacéuticas. desencadenando una epidemia de adicción. “En un intento por frenarla, resurgió el consumo de heroína y apareció el de fentanilo entre estos adictos. Este opioide, totalmente sintético y económicamente accesible, ganó terreno debido a su facilidad de síntesis y a su potencia, unas 100 veces mayor que la de la morfina”, escribe en ese sentido la académica Elena Escubedo Rafa de la Universidad de Barcelona en The Conversation.
“Purdue Pharma lanzó por primera vez OxyContin, un analgésico opioide, en 1996. Otras compañías farmacéuticas siguieron su ejemplo y decenas de estadounidenses se volvieron adictos a estas pastillas altamente adictivas. En 2010, Purdue reformuló OxyContin para que fuera más difícil de triturar y luego esnifar o inyectar. Eso, junto con unas directrices más estrictas para la prescripción de opioides, redujo la oferta y aumentó el precio. Los adictos en abstinencia recurrieron a la heroína. Más tarde, muchos pasaron al fentanilo porque ansiaban un subidón más potente”, señala en ese mismo sentido The Economist en artículo publicado en marzo pasado.
Como señala The Economist Purdue no fue la única farmacéutica que hizo millones con estos fármacos. En ese sentido, el académico David Herzberg de la Universidad de Buffalo también y quien ha trabajado como consultor remunerado y testigo experto para demandantes en litigios sobre opioides en Estados Unido expone en The Conversation cómo Purdue no actuó sola sino que otros fabricantes de medicamentos como Endo y Janssen imitaron e incluso superaron el ejemplo de Purdue una vez roto el tabú.
“Fabricantes de genéricos como Allergan y Teva se beneficiaron ampliando y prolongando el auge, al igual que distribuidores mayoristas de medicamentos y cadenas de farmacias minoristas. Incluso la prestigiosa consultora McKinsey entró en el juego, asesorando a otros sobre cómo maximizar las ventas”, escribió en agosto de 2023 cuando el escrutinio se centraba solo en los Sackler. “Hasta la fecha, el mayor acuerdo nacional sobre opioides se ha alcanzado con los tres principales distribuidores de opioides y Johnson & Johnson, fabricante de los opioides Duragesic y Nucynta. Asciende a 26 mil 000 millones de dólares, bastante más de lo que están pagando Purdue y los Sackler”.
EL FENTANILO, MÉXICO, CHINA Y TRUMP
Este lunes, Donald Trump amagó con imponer aranceles ante la “invasión de drogas, en particular del fentanilo, y de todos los extranjeros” que ingresan irregularmente a EU. Las amenazas de Trump llegan en un momento en que las detenciones en la frontera han estado disminuyendo y en medio de las sobredosis de fentanilo que sacuden a EU, una droga que se contrabandea desde México, aunque también desde Canadá como quedó evidenciado en un operativo a inicios de noviembre, en el que se desmanteló un laboratorio en donde se procesaba este opiáceo.
Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que se produjeron aproximadamente 97 mil muertes por sobredosis de opiáceos en EU en el período de 12 meses que terminó el 30 de junio, lo que representa una disminución de 14 por ciento respecto a las 113 mil muertes estimadas en el período anterior de 12 meses.
Los índices de muertes por sobredosis comenzaron a aumentar constantemente en la década de 1990 debido a los analgésicos opioides, seguidos por oleadas de muertes provocadas por otros opioides como la heroína y, más recientemente, el fentanilo ilícito. Los datos provisionales habían indicado un ligero descenso en 2023, y el recuento publicado el pasado 13 de noviembre mostraba que la tendencia a la baja se ha mantenido, contrario a lo sostenido por Trump.
The Economist expone cómo las redes de tráfico de fentanilo son mutables. “Los precursores químicos que se utilizan para fabricar las drogas provienen en gran parte de China, que tiene una enorme industria farmacéutica. India también es una fuente emergente de este producto; su industria química está menos regulada. Las bandas de narcotraficantes en México importan los precursores y luego ‘cocinan’ el fentanilo en laboratorios improvisados, antes de enviar el producto terminado al norte a través de la frontera”.
Aunque sostiene que “la mayor parte del fentanilo es transportado a través de puertos de entrada legales por estadounidenses”, y destaca que las incautaciones de fentanilo prácticamente se duplicaron en 2023, “aunque no está claro si eso significa que más drogas están cruzando la frontera o si las autoridades simplemente han mejorado en su detección”.
La DEA sostiene que dos bandas, Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, son responsables de la mayor parte del fentanilo que llega a Estados Unidos, “pero la producción se ha atomizado en diferentes fuentes”, indica The Economist. Una muestra de ello fue un operativo ocurrido hace tres semanas cuando se desmanteló un enorme laboratorio en Canadá.
Las autoridades canadienses desmantelaron a inicios de este mes lo que describieron como el laboratorio de drogas más grande del país, oculto en una zona rural de la Columbia Británica, en el que se incautaron sustancias químicas y otros materiales para producir aproximadamente 96 millones de dosis de fentanilo.
Por primera vez en Canadá, reportó The New York Times, la policía encontró evidencia de un método de producción de drogas utilizado principalmente por los cárteles mexicanos para fabricar opioides.
“El descubrimiento, dicen los expertos, sugiere que los traficantes de drogas canadienses podrían estar aprendiendo lecciones de los cárteles o que grupos criminales mexicanos podrían estar operando en el país. Las autoridades canadienses no dieron más detalles sobre los posibles vínculos y dijeron que la investigación que descubrió el laboratorio de drogas estaba en curso”.