Históricamente, Coparmex ha jugado un rol importante en la defensa de los intereses del sector privado y la promoción de un modelo económico neoliberal, pero en los últimos años, ha adoptado una postura más crítica hacia el Gobierno morenista, primero con López Obrador y luego con Claudia Sheinbaum Pardo. Aunque sus estrategias han fracaso hasta ahora, la impunidad les permite insistir, dicen los expertos.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).– En los últimos años, y sobre todo a partir del triunfo de la izquierda en las urnas en 2018 y su consolidación en 2024, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha logrado consolidarse como uno de los actores más visibles en la oposición, especialmente ante la debilidad creciente de los partidos políticos tradicionales: PRI y PAN.
Pero detrás de este ascenso está presente precisamente la ultraderecha, lo mismo aquella que viene del panismo que de organizaciones más radicales, como la ultraderechista El Yunque y Atlas Network, así como el uso constante de granjas de bots, campañas en redes sociales e incluso medios que difunden desinformación.
El ejemplo más importante de los últimos tiempos de esta resignificación de la Coparmex, primero como grupo de presión de los patrones y del empresariado mexicano, históricamente conservador, a convertirse en parte activa de la oposición se encuentra en la figura de Gustavo de Hoyos.
De Hoyos Walter es abogado y encabezó la Coparmex entre 2016 y 2020, coincidiendo con los primeros años del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Hoy en día, el también empresario es Diputado federal por parte del opositor Movimiento Ciudadano (MC). La otra figura relacionada también con el partido naranja es el actual Gobernador Electo de Jalisco, Pablo Lemus, quien entre 2008 y 2011 fue presidente de la Coparmex Jalisco.
De Hoyos, por ejemplo, participó en la organización Sí por México, que firmó en su momento un acuerdo con los partidos de la alianza opositora (PRIAN y el ahora extinto PRD) para las elecciones intermedias de 2021 y siempre fue confrontativo ante el Gobierno de AMLO.
Pero es precisamente la crisis de los partidos políticos tradicionales en México, tanto el PRI como el PAN, que ha sido evidente en los últimos años en las urnas, con los resultados más bajos de su historia, incluso tras haberse aliado de forma frontal, el pasado 2 de junio. El desgaste de estas instituciones, ya sea por escándalos de corrupción, falta de renovación interna o el desgaste de sus gobiernos al frente de la Presidencia, ha dejado un vacío que ha sido aprovechado por otros actores.
COPARMEX, PROTAGONISTA DE LA OPOSICIÓN
Históricamente, Coparmex ha jugado un rol importante en la defensa de los intereses del sector privado y la promoción de un modelo económico neoliberal. No obstante, en los últimos años, ha adoptado una postura más crítica hacia el Gobierno morenista, primero con López Obrador y luego con Claudia Sheinbaum Pardo, respondiendo de manera activa ante lo que percibe como amenazas para la economía de mercado, la democracia y el Estado de derecho en México.
"Creo que Coparmex es uno de estos organismos empresariales, una asociación de empresas con un claro perfil ideológico, muy aliado de la derecha, incluso con ciertas investigaciones de que tiene vínculos con organizaciones de ultraderecha, pero también con sectores políticos de la derecha", explica Julián Macías, activista contra la desinformación digital y fundador de Pandemia Digital, en entrevista con SinEmbargo.
"Y luego, incluso la participación de Coparmex ha sido bastante clara, vemos cuestionamientos habituales que suelen atacar a AMLO y a Claudia Sheinbaum", añade.
El último caso fue el de la defensa del Poder Judicial Federal ante la reforma para que ahora esos cargos sean elegidos por el voto popular. “Lejos de mejorar y asegurar la independencia del Poder Judicial, esta reforma lo coloca en una situación de extrema vulnerabilidad frente a intereses políticos y económicos”, aseguró la Coparmex en un comunicado en septiembre, y consideró que es un error continuar con la propuesta debido a que "podría traer graves problemas a la vida democrática".
Asimismo, expresó que el apresuramiento por sacar la reforma adelante obedece más a intereses políticos y no a la necesidad de que se imparta verdadera justicia en México.
"En la actualidad, de una manera o de otra, ahora con la Reforma Judicial, [la Coparmex] tiene posicionamientos claros apoyando a Norma Piña. siguiendo la narrativa de que esto acabaría con la democracia, cuando justamente lo que se está es ampliando la democracia, a la hora de la elección del Poder Judicial, que sea la ciudadanía la que los elija", señala Macías.
"Esto denota como, por parte de Estados Unidos, que financia estas campañas sucias a través de fundaciones que reciben dinero como Mexicanos Contra la Corrupción (MCCI), que recibe grandes cantidades, podemos ver cómo estos intereses hacen ‘sinergia narrativa’ en contra de este Gobierno, en este caso de actualidad. Pero, por ejemplo, ya lo hicieron en la defensa del INE, con ‘Yo defiendo al INE’, con la compra de bots, son diferentes frentes para hacer oposición al Gobierno", detalla Macías.
Pero esa no es la única ni la última campaña que la Coparmex ha defendido u organizado en contraposición del Gobierno federal.
EL FACTOR ATLAS NETWORK
Macías resalta también que las campañas en contra de Sheinbaum, sobre todo en la campaña electoral, y antes con López Obrador, durante su Gobierno pero que también se remontan a las campañas anteriores de 2006 y 2012, no están solamente patroncinadas por un solo grupo o una sola organización.
"Sería un error si sólo nombrásemos un origen de estos ataques, de estas campañas sucias. Hay que diferenciar las críticas hechas con la verdad y luego los insultos, las cosas personales que muchas veces son falsas o directamente la desinformación. Por una parte están los partidos que colaboran con empresas, que compran medios, que adquieren troll centers, y sus portavoces, que participan en estas campañas de desinformación.
Macías mencionó que uno de los factores importantes son fundaciones como la de Atlas Network, una agencia internacional de derecha con sede en Washington, Estados Unidos, que mediante desinformación combate el avance de gobiernos de izquierda como el de Andrés Manuel López Obrador y de su posible sucesora, Claudia Sheinbaum, y que en México es impulsado por personajes como Ricardo Salinas Pliego, el tercer empresario más rico de México.
Pero los tentáculos de Atlas Network llega hasta el Departamento de Justicia estadounidense y Shell, Exxon Mobil o Pfizer. Macías subrayó que incluso el expresidente Felipe Calderón está relacionado con este grupo, ya que dio clases en el Instituto Atlántico de Gobierno, relacionado con este grupo.
EL FRACASO EN MÉXICO
Sin embargo, a pesar de las campañas impulsadas en redes sociales (desde las acusaciones sin sustento contra López Obrador por supuestos nexos con el narcotráfico y asimismo de Sheinbaum, hasta las campañas con faltas de ortografía o dedazos orquestadas en favor de Xóchitl Gálvez, candidata de la alianza opositora), Julián Macías cita el caso mexicano como uno de los grandes fracasos de estas campañas orquestadas desde la derecha, sobre todo empresarial.
"Las claves del fracaso de estas estrategias es que son bastante torpes: repetir hashtags tres meses sin fundamento con la misma narrativa de ‘narcopresidente’ o ‘narcocandidata’ es torpe, con encuestas que engañaban por 50 puntos a la realidad… Pero es clave la labor pedagógica de varios periodistas, incluso del propio Presidente [López Obrador], algo poco habitual", explica.
Y ahonda en una clave de las elecciones de este año donde triunfó Sheinbaum: "Incluso gente que podía apoyar a la derecha le ha cancelado su voto precisamente porque son mas demócratas, y puede más la democracia y la verdad que su forma de pensar más conservadora", ahonda.
FRACASO POLÍTICO, IMPUNIDAD JUDICIAL
Por último, Macías asegura que este tipo de campañas en redes seguirá "mientras haya dinero y falta de escrúpulos". Pero también precisamente porque "están amparados en la totalidad impunidad".
Si bien las campañas no tuvieron éxito en el último sexenio, como demuestra la elección del 2 de junio pasado, la derrota política de estas empresas y organizaciones contrasta con el ámbito judicial. "Les ha costado millones, pero el dinero les sobra, y también al parecer les sobra impunidad".
Por eso, afirma Julián Macías, "quizá también el control que tienen de los jueces es algo que quieren rescatar del empoderamiento del pueblo mexicano". "Pero el último reducto en este caso sería el tema de la justicia", completa.
Y ahora, lo que está pendiente, es un debate para un consenso ciudadano, independiente de ideologías, que proteja el interés general de la sociedad de recibir información veraz, y no ser cómplices de este tipo de campañas sucias, que una y otra vez se usan de manera impune, concluye.