ELENA FERRANTE

Elena Ferrante y los laberintos de la amistad femenina

20/11/2024 - 11:42 am

La escritora italiana Elena Ferrante narra la historia de estos personajes sin prejuicio y con naturalidad, dejando que los espectadores y lectores tengamos un acercamiento a ambas protagonistas.

Por Irais Viridiana Morales

Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).– Hace dos días tomé el transporte del trabajo hacia mi casa. Apenas me acomodé comencé a chupar mi cabello. No hubo ninguna de las puntas que no quedara húmeda y destrozada. También utilizaba el celular para distraer mi mente. El motivo, un ataque de ansiedad ocasionado por una mujer, una compañera en el trabajo.

Por desgracia el tema no es romántico. Al momento de escribir este texto ha pasado otro día y mi cuerpo y mi mente recuperan su estabilidad. Sin embargo, no dejo de comparar mi situación actual con la narrada en la tetralogía de novelas Mi amiga estupenda, de Elena Ferrante (llevadas a la pantalla como My brillant Friend por HBO), que cuenta la compleja historia de una amistad de por vida entre dos mujeres: Elena Greco (Lenú) y Raffaella Cerullo (Lila), originarias de un barrio pobre de Nápoles, mujeres con naturalezas opuestas y desarrollo desigual.

Recordé entonces esa amistad entre Lenú y Lila y sentí que yo no podría soportar a una persona como Lila. Sin embargo, la entiendo. Recuerdo mucho una escena donde su padre la arroja por la ventana, cuando siendo niña ella insiste con firmeza en que va a seguir estudiando aunque su familia se oponga. El final de ese episodio es el cuerpo de Lila en medio de los cristales rotos, un padre arrepentido y Lenú atestiguando todo. Aunque fue un shock, Lila jamás pudo estudiar. La segunda escena que se grabó en mí fue cuando ambas eran veinteañeras. Lila trabaja duramente en un rastro, mientras que Lenú estudia letras, se rodea de escritores y tiene la oportunidad de salir de su barrio en Nápoles y vivir sola. La situación de Lila no mejoró, al punto de enfermar y terminar llorosa y desolada en medio de lo que parece ser un baldío.

La escritora italiana Elena Ferrante narra la historia de estos personajes sin prejuicio y con naturalidad, dejando que los espectadores y lectores tengamos un acercamiento a ambas protagonistas. Por cierto que el nombre de la exitosa escritora es un pseudónimo y hasta ahora nadie sabe quién es. Los libros tocan también un tema sensible y de estudio importante para mí: la pobreza. Tanto Lila como Lenú buscan salir de su barrio en Nápoles, y ambas lo consiguen de manera parcial al tomar caminos distintos. Pero Lila no deja de reprocharle a Lenú la vida de escritora que lleva y no pierde el tiempo para poner en duda su inteligencia y las oportunidades a las que ella misma no tuvo acceso. La historia se desarrolla a lo largo de varias décadas, de los años cuarenta a los ochenta, y finalmente concluye a principios de los noventa, cuando ya siendo octogenarias Lila decide desaparecer.

Las cuatro novelas de Ferrante han sido multipremiadas y reconocidas en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Comprenden Mi amiga estupenda (2011), Un mal nombre (2012), Las deudas del cuerpo (2013) y La niña perdida (2014). Las novelas dieron lugar a cuatro temporadas, de diez capítulos cada una, transmitidos por HBO en 2018, 2020, 2022 y hasta este 2024, en que recién llegó a su final. Según Google, única información disponible, en México el 92 por ciento de la audiencia ha dado su aceptación a la serie.

Algunos comentaristas y escritores también han dado sus opiniones al respecto, pero no es una historia fácil. No hay escenas de acción, la violencia no es explicita, sino implícita, se debe observar muy bien qué sucede en el entorno de las protagonistas, lo que cambia y lo que permanece inmóvil. Por desgracia, la opinión del escritor Enrique Serna me dejó desconcertada, habla de “zorroridad” en contrapunto a la sororidad. Cómo si todo pudiera reducirse a una opinión respecto a la vida amorosa de las protagonistas, o como si un juicio fuera suficiente para enmarcar una historia donde suceden tantas cosas a la vez.

Las mujeres tenemos disputas, llegamos a sentir envidias y celos. Hay mujeres que normalizan el maltrato, que viven despechadas, que coquetean con hombres casados, pero ¿y eso qué? ¿Es falla de ellas o de nuestro sistema ideológico? Leer opiniones como las de Serna y al mismo tiempo vivir una situación de envidia y bulliying por parte de una mujer en mi trabajo, me hacen reconocer que el feminismo no llega a todas las mujeres y de momento no será suficiente para entender las dimensiones de lo que pasa en la vida femenina.

Para los personajes de Elena Ferrante no existe el feminismo. En algún punto de la historia ambas se ven forzadas a casarse y tener hijos. Mi ser de mujer se sintió afectado cuando Lenú abandona a sus hijas y a su marido para vivir una aventura con su amante en París. Cuando vuelve de ese viaje debe confrontar a su esposo, pero el clímax de la tensión llega cuando su propia madre golpea a Lenú, le reclama todo lo que como madre hizo por ella y después la abandona y deja de hablarle por años, no sin antes recalcarle que “es una puta”. En la novela, Lenú es juzgada y castigada, y por problemas económicos se ve obligada a volver al barrio, donde reencuentra a una Lila ya con poderío económico y siendo la segunda al mando en el barrio después de los “camorristas” de la familia Solara.

Pero volvamos al principio para concluir este texto. Como dije, no podría ser amiga de Lila, a pesar de que me siento identificada con ellas en varios aspectos: el amor, la pobreza, las ganas de sobresalir, la amistad. Y es que mientras la envidia que ambas sienten transita de la una a la otra, Lila va desarrollando una amargura que la endurece. Durante la mayor parte de la historia gritaba para mis adentros a Lenú: “¿Por qué no le respondes? ¿Por qué eres tan pasiva ante Lila? ¡Lenú, defiéndete!”. Pero eso no ocurría.

He conocido mujeres que por esa amargura se niegan al compañerismo de otra mujer, entre otras razones, por cómo se perciben y las oportunidades distintas que recibieron. A muchas mujeres eso las imposibilita para reconocer la belleza y el éxito de otra mujer, y, sin embargo, eso no justifica de ninguna manera la violencia que llegan a desarrollar y ejercer. También he tenido a mi alrededor mujeres como Lenú, y siempre me buscan de empleada desde su posición de poder académico o económico. Avergonzar a una mujer en una reunión diciendo: “Tú no tienes para pagar la cuenta”, o hacerle sentir todo el tiempo, bajo un aparente ambiente de simpatía y risas, que su labor y su trabajo no valen nada, son motivos de reflexión para nosotras en medio de los laberintos de la amistad femenina.

Sin embargo, se avanza mucho dejando atrás el lugar de menosprecio en el que una misma fue creciendo. Una vez fuera de ese lugar no se vuelve ahí nunca más, ni se requieren amistades que tiren para abajo. Lenú finalmente se alejó y Lila, bueno…no más spoilers. La cuarta temporada se estrenó en México en septiembre y se encuentra disponible en HBO y Claro Video. La invitación a descubrir por qué Elena Ferrante es una de las escritoras más reconocidas se encuentra a un clic.

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