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ENTREVISTA ¬ Hay razones para pensar que algo está a punto de terminar: Ángel Vargas

12/10/2024 - 12:00 am

El poeta Ángel Vargas habló con SinEmbargo sobre El estómago de las ballenas, un poemario en el que indaga sobre la espera del hombre por el fin de los tiempos que vendrá en algún momento.

Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).– “¿En dónde estabas cuando cayó el Imperio cuando corrimos para evitar la nube radiactiva?”, pregunta en uno de sus versos Ángel Vargas. “¿Lograste beber agua? ¿Recuerdas su sabor? /¿Te alcanzaron las migas que guardaste? / ¿Pudiste despedirte?”.

Se trata de un extracto de su poema “Clausura”, uno de los que integran el libro El estómago de las ballenas (FCE), que fue reconocido con el Premio Bellas Artes de Poesía, Aguascalientes, estrofas en las que hace latente la inevitable espera del hombre por el fin de los tiempos que vendrá en algún momento y sobre el cual las expresiones culturales no han sido indiferentes.

“Si hay un final, digamos, que está ahí latiendo todo el tiempo, me interesaba justamente que fuera así, pensándolo ahora como escritor contemporáneo, pero también como lector contemporáneo y como ciudadano, como ser humano, que me tocó vivir en este contexto, creo que hay suficientes razones para pensar que algo está a punto de terminar y justamente la naturaleza, los conflictos bélicos, todas estas tensiones, nos dan cuenta de eso, eso no quiere decir que no haya habido en el pasado este mismo sentimiento, yo creo que, de hecho, nos atraviesa, nos vertebra como humanidad, esta sensación de finitud a lo largo de la historia”, compartió el autor en entrevista.

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—¿Por qué en cada uno de tus versos está latente esta espera ante el fin inevitable de la especie?

—Desde muy joven había un acercamiento a historias que hablaban justamente del fin del mundo, después del proceso de escritura del libro caí en cuenta que desde muy joven, probablemente desde los 5 años, había estado expuesto a este tipo de historias, debido a mi contexto familiar, particularmente a mi abuela que pertenecía a una iglesia que se llama algo así como de Los últimos días, entonces, creo que desde los 5 años estuve expuesto a ese tipo de historias y a esos temores que hablaban justamente de que algo se iba a acabar, de la cercanía, además, de ese final y de alguna forma, pensándolo ya a distancia, creo que por puesto que en algún momento de la escritura iba a salir ese tema, lo hizo a través de este libro, que es un libro que se empezó a escribir yo creo que por 2017-2018, más o menos, y cuyo carpetazo, primer carpetazo, de versión final, digamos, hice en 2021.

—¿La poesía te permite recrear con su lenguaje los distintos escenarios que pudieran llegar?

—En literatura, particularmente en poesía, el recurso, la materia, que tenemos para poder transmitir lo que queremos como escritores, precisamente, son las palabras, es el lenguaje. Entonces, había que echar mano de algunos recursos para poder contar y transmitir esta sensación de Apocalipsis, de finitud, de especulación, de ciencia ficción incluso.

En el libro hay referencias por ahí de alguna serie de Netflix que habla justamente como de la rebelión de ciertas máquinas, de cierto fin del mundo, del Apocalipsis, entonces, quise también tomarle un poco el pulso a esas inquietudes contemporáneas, a este mundo que nos ha tocado vivir a todos, que está francamente en crisis, pero también dar cuenta un poco de esta serie de productos culturales televisivos que hablan justamente de ese fin del mundo. Uno prende cualquier canal de streaming y se da cuenta de inmediato de la cantidad increíble que hay de series y de películas que hablan sobre el fin del mundo, pareciera que de pronto hubo una proliferación increíble de eso y es hasta cierto punto una respuesta desde el ejercicio de la poesía a ese tipo de inquietud que nos atraviesan a todos como seres humanos.

—También es una poesía que da luz a muchos sin sentidos a los que hemos llegado ahora, ¿lo consideras así?

—Sí, la intención era esa, yo creo que a través de la risa, de la ironía, podemos revelar estas cosas que de pronto nos resultan tan incómodas de ver como seres humanos, como humanidad, pero justamente una de las posibilidades de hacernos ver esas cosas que de pronto quizás están tan a la vista, pero que embebidos en nuestra cotidianidad hemos dejado de percibir y una de ellas es esta pulsión de muerte, creo que creo que nos ha permeado a todos, a todas las generaciones, pero lo he visto particularmente destacado en mi generación y en las generaciones mucho más jóvenes.

—No podía faltar el arca, pero también hay muchas aves muertas y animales que reptan…

—Yo creo que simbólicamente justamente las aves hasta cierto punto simbolizan un poco una suerte de esperanza, incluso en el diluvio, la aparición de las aves en el mito bíblico significa que sí hay un futuro, que algo está emergiendo, que las aguas están bajando, pero también la caída de las aves en el libro te hablan justamente de que no hay tanta esperanza, pero al mismo tiempo también el vuelo de las aves y su caída se confronta al mismo tiempo con el ascenso del Arca, ya no un arca como una embarcación, sino un arca como una nave espacial, digamos, y un poco quería hasta cierto punto implantar esa imagen de la caída a lo largo del libro, pensando que siempre existe la posibilidad de que esta intención de escapar, a través del vuelo, a través de del arca, que es en realidad una nave espacial, podría terminar no siendo fructífera y más bien podría anticipar una caída, un vuelo que no resultó tan bien.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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