Esta novela de Fabrizio Mejía es sobre una era. Narra la historia de un puñado de personajes dispuestos a ser despiadados con sus amigos, familias, y subordinados y, al final, con ellos mismos. Es la era de ganar a toda costa, de volverse millonario como sea, con la disculpa de que así es el mercado. En el camino van que dando los desechables que pueden ser pueblos enteros, los desaparecidos, los agraviados. Así es mejor: son evidencia de que alguien más ha ganado todo. Este es el primer capítulo de Memorias del Neoliberalismo.
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo).– Stromboli, el hijo del gran poeta, regresa con Buñuel, un escritor que alardea en cada borrachera con escribir “la gran novela mexicana del fin de siglo”; su exnovia Cecilia y Daktari, a las mismas playas que recorrieron 20 años atrás. Lo hacen justo cuando Stromboli acuerda con su chofer, Flores, una maniobra para evadir el pago de impuestos y en las horas previas de una cena que lo cambiará todo.
Stromboli y Buñuel, un par escritores que gozan de su cercanía con el poder en turno, son invitados a una cena a la que se dice que acudirá el Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León para dar un gran anuncio.
Conforme pasan las horas, el mandatario nunca llega, pero sí el anuncio que beneficiará a un puñado de personas: el próximo lunes habrá una devaluación del peso. No hay más detalles, solo la indicación de cambiar todos los ahorros por dólares.