La redada fue un trabajo conjunto entre los ejércitos de Estados Unido e Irak. De acuerdo con las fuerzas iraquís, entre los fallecidos "había líderes clave de ISIS".
Por Jon Gambrell
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP).- Los ejércitos de Estados Unidos e Irak lanzaron una redada conjunta dirigida a presuntos milicianos del grupo extremista Estado Islámico en el desierto del oeste del país en la que murieron al menos 15 personas y siete soldados estadounidenses resultaron heridos, dijeron funcionarios el sábado.
Durante años, tras desalojar a los insurgentes de su autoproclamado califato en Irak y Siria, las fuerzas estadounidenses han combatido al EI, aunque la cifra de fallecidos durante la redada fue superior a la otras efectuadas desde entonces.
El Mando Central del ejército estadounidense alegó que los milicianos tenían “numerosas armas, granadas y cinturones ‘suicidas’ explosivos” durante el ataque del jueves, que fuerzas iraquíes dijeron ocurrió en el desierto de Anbar.
“Esta operación estuvo dirigida contra líderes de ISIS para desarticular y degradar la capacidad de ISIS de planear, organizar y llevar a cabo ataques contra civiles iraquíes, así como contra ciudadanos estadounidenses, aliados y socios en toda la región y más allá”, indicó el Mando Central, que utilizó un acrónimo para referirse al grupo. “Las fuerzas de seguridad iraquíes continúan investigando los enclaves allanados”.
“No hay indicios de víctimas civiles”, añadió.
Por su parte, las fuerzas iraquíes indicaron en un comunicado que los “ataques aéreos estuvieron dirigidos contra los escondites, seguidos por una operación aérea”.
“Entre los muertos había líderes clave de ISIS”, apuntó el ejército iraquí, que no los identificó. “Todos los escondites, armas y apoyo logístico fueron destruidos, los cinturones explosivos fueron detonados con seguridad y se incautaron documentos importantes, papeles de identificación y dispositivos de comunicación”.
Un funcionario estadounidense de defensa, que habló bajo condición de anonimato para discutir detalles de la operación que no se habían hecho públicos aún, contó a The Associated Press que cinco soldados estadounidenses resultaron heridos en la incursión, mientras que otros dos se lesionaron por caídas durante el operativo. Uno de los que cayeron fue trasladado fuera de Oriente Medio y uno de los heridos fue evacuado para recibir tratamiento adicional, explicó.
“Todo el personal está estable", agregó el funcionario.
El motivo por el que Estados Unidos tardó dos días en reconocer su participación en la redada no estuvo claro de inmediato. Irak no reveló la participación de su aliado cuando anunció la operación, mientras los políticos debaten la futura presencia de las fuerzas de Washington en el país. En la actualidad hay alrededor de dos mil 500 soldados estadounidenses en el país.
Desde que Estados Unidos derrocó al dictador Saddam Hussein con su invasión de Irak en 2003, el país ha tratado de equilibrar las relaciones entre Washington y la vecina Irán. Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, milicias iraquíes vinculadas a Teherán han atacado a las fuerzas estadounidenses, que respondieron con dos ataques aéreos en su contra.
En su apogeo, el Estado Islámico gobernó una zona del tamaño de Reino Unido donde intentaba imponer su interpretación extrema del islam, que incluía ataques a minorías religiosas y duros castigos a los musulmanes considerados apóstatas.
Para combatir al grupo extremista se formó una coalición de más de 80 países encabezada por Estados Unidos. La milicia perdió los territorios que controlaba en Irak en 2017 y en Siria en 2019.
Pero los insurgentes han seguido operando en el desierto de Anbar en Irak y Siria, al tiempo que reivindican atentados perpetrados por personas inspiradas por el grupo en todo el mundo, como los dos sospechosos de un ataque frustrado contra conciertos de Taylor Swift en Viena. Además, la filial de EI en Afganistán es conocida por sus sangrientos ataques.