Ricardo Anaya Cortés regresa a la arena política después de pasar varios años de este sexenio en el autoexilio. El ex candidato presidencial volverá como senador por el PAN vía plurinominal, es decir, sin ser votado.
Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).- Ricardo Anaya se autoexilió desde 2021 en Estados Unidos en medio de una investigación sobre su posible participación en el caso Odebrecht. Hoy, el excandidato presidencial panista ha regresado a México como Senador, es decir con fuero.
Se trata de un político nacido en el municipio de Naucalpan, Estado de México, que a sus 45 años ha destacado por su rápido crecimiento en la política que siempre se ha visto contrastado por los señalamientos de traición, y sobre todo por las acusaciones de corrupción tanto en la trama de sobornos de Odebrecht como en caso de presunta triangulación de recursos en Querétaro, donde ha desarrollado su carrera política.
Hijo del ingeniero químico Ricardo Anaya Maldonado y de la arquitecta María Elena Cortés, vivió su infancia y juventud en Querétaro, estado bastión del panismo y en donde dio sus primeros pasos en la política y, al mismo tiempo, en donde ha enfrentado señalamientos de corrupción. En esta entidad se recibió como abogado por la Universidad Autónoma de Querétaro, aunque también cuenta con una maestría en derecho fiscal en la Universidad del Valle de México y un doctorado en Ciencias Políticas por la UNAM, todo con mención honorífica.
En el libro Los suspirantes 2018, Salvador Camerana escribe un amplió perfil de Anaya, donde resalta algunos aspectos de su personalidad, como la falta de espontaneidad en público, sus pasatiempos como tocar el piano o un sintetizador eléctrico llamado ewi, también las lecturas de física y la práctica de yoga en casa. Lo describe como alguien que raramente rompe sus rutinas.
En cuanto a su carrera política, comenzó en el año 2000 cuando se afilió al PAN. Tres años después, en 2003, se desempeñó como secretario particular del Gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón. Su primer cargo como legislador fue en 2009 cuando el PAN lo eligió como diputado local plurinominal, puesto que ocupó hasta abril de 2011 cuando fue nombrado por el presidente Felipe Calderón como subsecretario de planeación turística, dentro de la Secretaría de Turismo federal.
Anaya fue parte de la campaña en la primavera de 2012 del PAN contra Peña Nieto, al ser el encargado junto a Laura Rojas de la campaña mediática “Peña no cumple, las mentiras y los errores de Enrique Peña Nieto”, una estrategia de los panistas para denunciar que, como Gobernador, había incumplido al msn 135 de los más de 600 compromisos asumidos en 2005 durante su campaña como Gobernador.
Esta situación le costó al panista, pues a días de la campaña contra Peña, la prensa revivió las denuncias sobre un fraude tipo pirámide cometido por el empresario Francisco Javier Bosque Urquiza, acusado de defraudar a 17 personas con 40 millones de pesos. Bosque Urquiza declara que Anaya le entregó 8 millones de pesos en cheque y efectivo; luego de esto el panista salió a desmentir los señalamientos.
EL "CHICO MARAVILLA"
A partir de su llegada a la escena política nacional, la historia de Ricardo Anaya tuvo un rápido crecimiento marcado por señalamientos de traición. En las elecciones federales de 2012, ocupó un lugar entre los legisladores del PAN por representación proporcional en la Cámara de Diputados, otra vez sin ser votado, donde fue integrante de varias comisiones relevantes como la de Hacienda y Crédito Público, o la de Presupuesto y Cuenta Pública.
En San Lázaro fue que nació el mito de Anaya como “el chico maravilla”, un mote auto promovido y totalmente diferente al que tenía en Querétaro, “cerillo”, un apodo que le molestaba. Pero fue la Cámara de Diputados la que le permitió destacar con habilidades como su capacidad para aprender rápido y prepararse ante cualquier situación, la efectividad de sus discursos y el manejo de sus sesiones como Presidente de la Mesa Directiva.
Anaya, como Presidente de la Mesa Directiva, impulsó las trece reformas estructurales propuestas por el entonces Presidente Enrique Peña Nieto, iniciativas que formaban parte del conocido Pacto por México, afirmando que con estas modificaciones vendrían tiempos mejores para el país, entre ellas la Reforma Educativa, la Reforma de Telecomunicaciones y la Reforma Energética, a la cual calificó como “la más valiosa en términos de fomento productivo y económico”.
Lo siguiente en la trayectoria de Anaya ocurrió en diciembre de 2017 cuando renunció a la presidencia del PAN para postularse como aspirante a la candidatura presidencial de su partido en las elecciones federales de 2018, siendo sustituido en el cargo por Damián Zepeda Vidales, alguien del círculo cercano del panista en ese periodo.
La historia dice que Anaya se impuso como candidato a la presidencia, a diferencia de las otras veces, dentro del partido no votaron para elegir a su candidato. Y prueba de ello fue Margarita Zavala, esposa del expresidente Calderón, que se salió del PAN por no tener oportunidad de ir por la candidatura.
Tras imponerse como candidato, fue uno de los principales artífices de la coalición Por México al Frente que reunió a los partidos PAN y PRD, además de Movimiento Ciudadano, que en otros tiempos parecían irreconciliables Luego de las elecciones del 1 de julio de 2018, cuando resultó ganador López Obrador con más de 30 millones de votos, 53 por ciento del total, Anaya salió a reconocer su derrota.
HUIDA Y RETORNO
Hubo dos años de relativa tranquilidad, tiempo en el que Anaya no fue mencionado. Pero todo cambió en 2020, cuando el 17 de julio, Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, fue extraditado a México tras cerrar un acuerdo con la Fiscalía General de la República y afrontar sus procesos judiciales fuera de la cárcel a cambio de convertirse en testigo colaborador en el caso Odebrecht.
En su denuncia como testigo colaborador, Lozoya implicó en sus actividades ilícitas al expresidente Enrique Peña Nieto y al Secretario de Hacienda de ese Gobierno, Luis Videgaray Caso, así como algunos legisladores entre los que figura Anaya.
De acuerdo con la declaración de Lozoya, diputados afines a Anaya se habrían beneficiado con supuestos pagos de la constructora Odebrecht recibidos entre 2013 y 2014. El 23 de agosto de 2021, luego de que la FGR lo citó por este caso, Anaya anunció a través de un video su autoexilio, casi de inmediato salió del país y acusó que el requerimiento era parte de una venganza orquestada por el Presidente López Obrador.
Desde entonces no había vuelto a México y vivió en Atlanta, Estados Unidos, pero en el pasado proceso electoral aseguró su lugar en el Congreso como Senador plurinominal, con fuero político para evitar pisar la cárcel, lo trajo de regreso al país.
Fue el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el que determinó que es elegible al no tener órdenes de aprehensión en su contra en abril de 2024. Fue Janine Otálora, Magistrada a cargo del proyecto, quien propuso ratificar la candidatura del excandidato a la presidencia de la República en 2018, contrario a lo que solicitó Morena, que pedían la suspensión de los derechos del aspirante.
Pero la disputa no quedó ahí.
El pasado 26 de agosto, Morena presentó otra impugnación ante el Tribunal para solicitar se declare la inelegibilidad de Anaya porque alegan que está prófugo de la justicia y no reside en el país, y no se le debió otorgar la constancia de legislador por la vía plurinominal.
Mientras se resuelve este recurso, los senadores del PAN realizaron su reunión plenaria previa a los trabajos de la 66 Legislatura sin la presencia de Ricardo Anaya, quien es probable que vuelva a ser legislador sin que haya sido votado, tal y como ha accedido a todos los cargos públicos que ha ocupado.