Tras darse a conocer tal información, Yulia Naválnaya, viuda del líder opositor de Vladimir Putin, señaló que se trata de un intento por ocultar que, en realidad, su esposo fue asesinado.
Rusia, 16 de agosto (Deutsche Welle).- El líder opositor ruso Alexéi Navalny, fallecido en extrañas circunstancias en prisión en febrero pasado, murió por arritmia, según la versión oficial, por lo que las autoridades no iniciarán una investigación penal por su deceso, declaró el jueves su viuda, Yulia, que cita un certificado del Comité de Instrucción de Rusia.
"La muerte se produjo a causa de ... la arritmia. Y díganme, ¿cómo encontraron esa arritmia durante la autopsia? Es imposible establecer un trastorno del ritmo cardíaco tras la muerte y Alexéi no tenía ninguna enfermedad cardíaca cuando estaba vivo", escribió Yulia Naválnaya en la web de su fallecido esposo.
Explicó que el resultado de la investigación interna de las autoridades le fue remitida medio año después de la muerte de Alexéi.
"Mostré ese diagnóstico a los médicos que conozco y todos llegan a la misma conclusión (...) escribieron "arritmia" para poder escribir algo. Porque la gente no muere así porque sí", escribió Yulia.
Según la viuda del político opositor, el diagnóstico ofrecido por las autoridades es "una burla".
"Es otro intento bastante patético de ocultar que lo sucedido fue un asesinato", aseguró.
Además, denunció que el Comité de Instrucción sigue sin entregar a la familia de Navalny sus artículos personales, incluido un crucifijo que llevaba el político.
NAVÁLNAYA: "ESTÁN TRATANDO DE BORRAR LAS HUELLAS"
"Eso tiene sólo una explicación. Una sola. Lo mataron y ahora están tratando de borrar las huellas como sea posible", opinó.
Navalny, quien sobrevivió en 2020 a un intento de envenenamiento con el agente químico Novichok, falleció en febrero en una prisión de máxima seguridad de Siberia en la que se encontraba desde finales del año pasado y donde cumplía una condena de 19 años, motivada por su activismo político, según defensores de derechos humanos.
El líder opositor, considerado el más feroz enemigo político del Presidente ruso Vladimir Putin, murió en febrero en una remota colonia penitenciaria del Ártico. Las autoridades dijeron que se puso enfermo tras un paseo, pero no han dado más detalles sobre el deceso y han negado vehementemente su implicación tanto en el envenenamiento como en su muerte.