Escenarios magníficos de la Ciudad de la Luz también fueron testigos del regreso al podio de Perú, Panamá, Guatemala y Chile y de triunfos inéditos de mujeres en el primer Juego Olímpico con paridad de género, al igual que el ocaso de Cuba como potencia regional y las manos vacías de oro para México y Colombia.
Por Débora Rey
París (AP) — Las zancadas inalcanzables de la dominicana Marileidy Paulino en la pista del Stade de France; el “backflip” del rider argentino José Torres ante el obelisco de la Concorde; el llanto del marchista ecuatoriano Daniel Pintado a los pies de la Torre Eiffel, el adiós del luchador cubano Mijaín López tras su quinto oro consecutivo en Campos de Marte y la reverencia de la estrella Simone Biles a su vencedora brasileña Rebeca Andrade en Bercy, serán algunas de las marcas indelebles que dejó el deporte latinoamericano en París 2024.
Escenarios magníficos de la Ciudad de la Luz también fueron testigos del regreso al podio de Perú, Panamá, Guatemala y Chile y de triunfos inéditos de mujeres en el primer Juego Olímpico con paridad de género, al igual que el ocaso de Cuba como potencia regional y las manos vacías de oro para México y Colombia.
Estamos muy contentos con el gran trabajo y esfuerzo que han hecho nuestros atletas de América", manifestó Neven Ilic, el presidente de Panam Sports, el ente que representa a los 41 comités olímpicos nacionales del continente americano. "Los resultados reflejan que el continente está creciendo y ha logrado cosas importantes en estos Juegos Olímpicos.
LA GLORIA ETERNA
Paulino derribó un récord olímpico vigente desde hacía 28 años en los 400 metros libres y se convirtió en la primera mujer de la República Dominicana que se consagra campeona en unos Juegos Olímpicos.
La velocista de 27 años cronometró 48.17 segundos en la pista púrpura del Stade de France y le rebanó ocho centésimas al récord olímpico que había estado en manos de la francesa Marie-José Pérec desde Atlanta 1996.
“Maligno” Torres, que dejó el fútbol por la “adrenalina” que sintió al subirse a una bicicleta de BMX, puso toda la carne en el asador en la primera ronda de la final de la prueba freestyle y obtuvo un puntaje indescontable para sus competidores que le valieron ganar la única medalla de oro de Argentina en París.
El ecuatoriano Pintado se bañó de oro en la marcha atlética de 20 kilómetros y luego junto a Glenda Morejón también ganó plata en la prueba mixta de relevos.
A su vez, Andrade se convirtió en la primera gimnasta que derrota a Biles en una final de piso de una gran competición internacional. Con su cosecha de seis medallas, la atleta dejó atrás a los veleristas Robert Scheidt y Torben Grael para quedar al frente de la tabla de títulos olímpicos de Brasil en los Juegos.
FIN DE SEQUÍA
Junto a Paulino, las tiradoras Francisca Crovetto (Chile) y Adriana Ruano (Guatemala) y la boxeadora Atheyna Bylon (Panamá) también derribaron la última pared divisoria con sus colegas hombres y le devolvieron a sus países la sonrisa tras un largo período sin logros olímpicos.
Crovetto se consagró campeona olímpica en la modalidad de skeet femenino del tiro deportivo, lo cual la catapultó como la primera mujer en colgarse una medalla de oro para Chile. La última vez que un atleta del país trasandino se había subido a lo más alto del podio fue en Atenas 2004.
Guatemala celebró su oro gracias a Ruano, cuya carrera como gimnasta fue truncada en 2011 por una grave lesión de columna. Trece años después, se presentó a competir como tiradora y atrapó el primer oro olímpico de Guatemala en su historia al consagrarse en la fosa femenina.
Bylon también se bautizó como la primera mujer medallista olímpica de la nación centroamericana con su medalla de plata en peso ligero.
No fue oro, pero los bronces de la ecuatoriana Neisi Dajomes en halterofilia y de la puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn también sirvieron para los libros de historia olímpica.
Dajomes se consagró como la primera mujer doble medallista de Ecuador luego de terminar con un total de 267 kilogramos, que también le permitieron ascender al tercer escalón de Tokio.
Con el tercer puesto en los 100 metros con vallas, Camacho-Quinn se convirtió en la primera deportista de Puerto Rico en ambos sexos con dos medallas olímpicas, tras el oro que ganó hace cuatro años.
En tanto que la vela llevó a Perú de regreso al podio olímpico después de 32 años gracias al bronce de Stefano Peschiera en la modalidad de dingui.
EL LUCHADOR RÉCORD
Mijaín López, el mito cubano de la lucha grecorromana, se convirtió en el primer atleta de la historia en colgarse cinco medallas de oro en cinco ediciones consecutivas de Juegos Olímpicos en la misma prueba individual.
A pocos días de cumplir los 42 años, el “Terrible” López ganó la final de los 130 kilogramos. También había sido campeón en Beijing 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.
Con su quinto título olímpico, el gladiador cubano superó a otras leyendas del deporte como los estadounidenses Michael Phelps (natación), Carl Lewis (salto largo) y Alfred Oerter (disco), así como el danés Paul Elvstrom (vela) y la japonesa Kaori Icho (lucha).
Tras la victoria, oficializó el retiro dejando sus botas en el centro del tapiz.
LOS REPROBADOS
La brecha con las potencias del deporte se ha vuelto especialmente notoria en este Juego Olímpico, especialmente en natación y atletismo. La política, crisis económicas y conflictos internos afectaron el desempeño de muchos atletas latinoamericanos.
El oro de López no tapa el notorio retroceso de Cuba, especialmente en el boxeo. La otrora potencia mundial en este deporte sólo festejó el oro de Erislandy Álvarez y el bronce del bicampeón olímpico Arlén López. Fue la peor cosecha para el pugilismo cubano en 56 años.
En el medallero, la isla ganó apenas dos medallas doradas y ocho preseas en total.
Otros cubanos en el podio fueron Jordan Díaz (España), Pedro Pichardo (Portugal) y Ady Díaz (Italia) en el triple salto y boxeador Loren Berto Alfonso (Azerbaiyán), ejemplos del éxodo de deportistas de la isla en busca de mejores oportunidades y que explican en gran medida su pobre desempeño.
México tampoco cumplió con las expectativas —ningún oro— y quedó lejos de igualar la marca de nueve medallas impuesta en su tierra en 1968. En lugar de eso, consiguieron cinco preseas, tres de esas de plata.
La gran figura de la delegación fue el clavadista Osmar Olvera, plata en sincronizados de tres metros junto con Juan Celaya y un bronce en la prueba individual. Los deportes acuáticos en general han pagado por la interna de larga data entre la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y la Federación Mexicana de Natación por irregularidades en el manejo de fondos.
Las otras medallas plateadas fueron para Marco Verde (boxeo) y Prisca Awiti (judo). Adicionalmente, hubo bronce en tiro con arco por equipo de mujeres.
Luego de partir a París con altas expectativas, Colombia no ganó oros y se quedó con apenas tres platas en la bolsa, dos de las cuales llegaron en el antepenúltimo día de competencias y desde la tarima de la halterofilia.
El atletismo y el ciclismo colombiano se fueron en blanco, que ya habían entregado medallas anteriormente. En contraste, Ángel Barajas destaca por su segundo lugar en la prueba de barra fija de la gimnasia artística.
Venezuela pasó de las cuatro medallas conquistadas en Tokio a despedirse de París con las manos vacías. Entre las razones: las sanciones económicas contra el país y la lesión de la campeona olímpica en triple salto Yulimar Rojas.