Desde muy joven, la atleta mostró su pasión por la lucha libre; sin embargo, la situación económica de la familia era muy difícil, por lo que Lucía trabajó de pequeña para impulsar su carrera deportiva.
Ciudad de México, 10 de agosto (SinEmbargo).- La luchadora ecuatoriana Lucía Yépez Guzmán, mejor conocida como "La Tigra", dejó una huella memorable en los Juegos Olímpicos de París 2024 al conquistar la medalla de plata en la categoría de 53 kilos de lucha libre, donde se posicionó como una de las favoritas de la magna deportiva. Sin embargo, su desempeño y superación constante en el torneo fueron las piezas claves para llegar a la cima e inspirar a los televidentes.
Desde el estadio Campo Marte, las cámaras mostraron las lágrimas de la atleta tras subir al podio y recibir el segundo lugar que la convirtió en la primera medallista ecuatoriana en lucha olímpica, posterior a su encuentro con Akari Fujinami, quien, con solo 20 años, se consagró como campeona olímpica con una victoria contundente de 10-0.
A pesar de la derrota, la plata de Yépez es la octava medalla olímpica para Ecuador y la tercera en estos Juegos, por lo que celebró su éxito al mostrar lo que significó su victoria al grado de prometerle una casa a su mamá. Además, recordó sus comienzos en la provincia ecuatoriana de Los Ríos y los sacrificios realizados para alcanzar su sueño olímpico, desde lavar zapatos y vender lápices para continuar su entrenamiento.
Las lágrimas de una verdadera campeona. Sos un orgullo sudamericano, Lucía Yépez Guzmán. pic.twitter.com/wASIkzg6K7
— Pablo Giralt (@giraltpablo) August 8, 2024
“Ecuador está brillando muchísimo. Ahora soy medallista olímpica, y lo puedo decir con mucho orgullo porque me costó mucho esfuerzos (...) A veces no tenía recursos para entrenar. Me tocaba lavar zapatos, vender lápices en la escuela o irme a dedo a entrenar (...) Es algo muy bonito, porque estoy brillando. Se van a venir más resultados, porque tengo 2 o 3 ciclos olímpicos”, dijo.
Más tarde, en un video publicado por el Comité Olímpico Ecuatoriano, se observa a Lucía hablando en una videollamada con su madre, a quien le anuncia "Ya te voy a comprar la casa de tus sueños, ya no vas a trabajar, mamita de mi vida".
Desde muy joven, la atleta mostró su pasión por la lucha libre; sin embargo, la situación económica de la familia era muy difícil, por lo que Lucía trabajó de pequeña para impulsar su carrera deportiva, así como de cumplir su promesa de comprarle una casa a su madre a pesar de las adversidades. Ante su iniciativa, su primer torneo lo tuvo a la edad de 10 años en la división de 26 kg.
¡SÍ SE PUDO! ¡ECUADOR ES DE PLATA! ¡QUÉ GRANDE, YÉPEZ!👏🏽🇪🇨
Lucía Yépez Guzmán se queda con el segundo lugar en los 53 kg de la Lucha estilo libre femenino, dándole a su país la cuarta medalla de plata EN SU HISTORIA.🥈
¡Lo diste todo, Lucía! ¡GRACIAS!🔝#ParisEsTuyo pic.twitter.com/GsuuCcTtja
— Claro Sports (@ClaroSports) August 8, 2024
A lo largo de los años, Yépez fue ganando reconocimiento en el ámbito deportivo, destacándose en competiciones nacionales e internacionales; donde recurrió a la ayuda de empresas privadas para solicitar apoyo a través de los medios de comunicación y completar su ciclo de preparación. Este esfuerzo finalmente dio sus frutos cuando logró clasificarse para representar a Ecuador en la cita olímpica.
Ante su disciplina y constancia, Lucía logró coronarse con el oro en el Campeonato Mundial de Lucha Libre Sub-23 en 2021 en Belgrado, Serbia; así como su preparación para los Juegos Olímpicos de París 2024, la cual no estuvo exenta de dificultades. Lucía tuvo que recurrir
Es conocida por su personalidad disciplinada, algo introvertida; sin embargo, ha demostrado una gran resiliencia y determinación a lo largo de su vida, superando obstáculos y entrenando con recursos limitados. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo la perseverancia y el esfuerzo pueden llevar al éxito.
Simplemente Lucía Yépez Guzmán
🥂🇪🇨🥂 pic.twitter.com/t8e0Gd320Z— Wilmer Loor Allo (@WilmerLoorAllo) August 8, 2024
“Lo celebré mucho porque es un triunfo mío. Tengo plata olímpica y lo celebro con mi gente en el público. Estoy muy feliz y no me lo creo que soy medallista. Lloré, sufrí, tuve operaciones, me retiré un tiempo y no tenía recursos económicos. Ayer me preguntaba si ya era medallista olímpica”, concluyó.