Al menos siete países —Estados Unidos, Perú, Ecuador, Costa Rica, Argentina, Uruguay y Panamá— han reconocido a Edmundo González como vencedor en los comicios presidenciales venezolanos.
CARACAS (AP).— El Papa Francisco expresó el domingo su preocupación por la “crítica situación” que vive Venezuela y pidió evitar la violencia, en medio de una crisis política agravada tras las elecciones presidenciales que la oposición asegura que ganó, mientras el organismo electoral del país sudamericano proclamó vencedor al actual Presidente Nicolás Maduro.
En sus primeros comentarios sobre la crisis postelectoral en Venezuela, el Papa hizo un llamado “a todas las partes a buscar la verdad, a ejercer la moderación, a evitar cualquier tipo de violencia”.
Francisco, en su plegaria del Ángelus en la Plaza de San Pedro, además instó “a solucionar los conflictos a través del diálogo”, teniendo en cuenta “el verdadero bien de la población y no los intereses partidistas”.
Venezuela enfrenta un conflicto político y social postelectoral que se ha trasladado a las calles con masivas movilizaciones en las que seguidores del oficialismo defienden la reelección de Maduro para un tercer mandato, mientras la coalición de oposición y sus votantes reclaman por un supuesto fraude electoral en contra de Edmundo González --candidato unitario--, a quien consideran ganador absoluto de los comicios.
El asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jon Finer, en una entrevista con la cadena de televisión CBS, ratificó el domingo la posición de ese Gobierno sobre que el candidato González “obtuvo la mayor cantidad de votos” en la elección.
Si el Gobierno venezolano asegura haber ganado las elecciones, debe mostrar los datos, “algo que se ha negado a hacer”, dijo Finer, al tiempo en que indicó que el Gobierno debería “embarcarse” hacia una “transición” democrática.
Finer admitió asimismo que trabajan “muy de cerca con países clave de la región que tienen influencia en Venezuela” para formar una “coalición” que conduzca a ese fin, entre los cuales mencionó a Brasil.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) --considerado por la oposición como cercano al Gobierno-- proclamó a Maduro como Presidente electo en las elecciones del 28 de julio sin que hasta el momento haya mostrado las actas que lo demuestren, generando serias dudas en la comunidad internacional.
En cambio, la oposición hizo públicas cerca del 80 por ciento de las actas de las mesas de votación que aseguran favorecen a González.
En un análisis realizado por The Associated Press de casi 24 mil imágenes de actas electorales, que representan los resultados del 79 por ciento de las máquinas de votación, se verificó que González recibió 6.89 millones de votos, casi medio millón más de los que el organismo electoral dice que obtuvo Maduro.
Los resultados actualizados publicados el viernes por el CNE refieren que, con base en el conteo del 96.87 por ciento de las actas, Maduro tenía 6.4 millones de votos y González 5.3 millones.
Varios países y líderes políticos de diferentes partes del mundo --incluso algunos considerados cercanos a Maduro como los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva-- entre otros, han pedido al Gobierno exhiba el reconteo de votos.
La fuerza pública venezolana ha detenido a cientos de partidarios de la oposición. El propio Maduro declaró la víspera en una intervención desde el Palacio de Miraflores antes miles de sus seguidores que existen dos mil personas arrestadas acusadas por la Fiscalía de promover “actos violentos” y “terroristas”.
El Gobierno ha amenazado con encarcelar incluso a la líder opositora María Corina Machado y al propio González. Machado se encontraba resguardada y admitió en días anteriores sentir miedo por su vida y su libertad.
Pese a ello, los dos sectores convocaron el sábado a multitudinarias movilizaciones en Caracas en una medición de fuerzas que trasladó la tensión a las calles. Machado reapareció para liderar la concentración opositora, aunque González, un diplomático retirado de 74 años, no estuvo presente.
Organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) llamaron a la paz y a la convivencia democrática, mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió la libertad de los arrestados de manera “arbitraria”.