Transcurría el año 1990, en el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, cuando el médico jalisciense Humberto Álvarez Machain fue secuestrado en Guadalajara por policías mexicanos y agentes de la DEA, quienes lo trasladaron ilegalmente a Estados Unidos para someterlo a juicio por su supuesta participación en el asesinato del agente de la Agencia Antidrogas de EU, la DEA, Enrique “Kiki” Camarena perpetrado el 9 de febrero de 1985. Hoy su caso cobre relevancia, ante las irregularidades en torno a la detención de Ismael «El Mayo» Zambada.
-Con información de Guadalupe Fuentes
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– “Desde que salí de la prisión de los Estados Unidos, he estado aquí en este pequeño negocio (de tacos en Guadalajara) y sigo disfrutándolo… Me siento muy orgulloso de haber podido salir de un juicio en un Tribunal federal de los Estados Unidos», respondió en 2020 el médico jalisciense Humberto Álvarez Machain cuando fue increpado por la reportera Lara Logan de la Fox News con respecto a su supuesta participación en el asesinato del agente de la Agencia Antidrogas de EU, la DEA, Enrique “Kiki” Camarena perpetrado el 9 de febrero de 1985.
Hasta la fecha, la DEA cree que Machain inyectó drogas a Camarena durante su tortura para mantenerlo con vida y prolongar su agonía, una acusación que no fue demostrada ante Juez de EU, país a donde el médico jalisciense fue llevado a la fuerza. Su defensa demostró que fue secuestrado en Guadalajara por policías mexicanos y agentes de la DEA, quienes posteriormente lo trasladaron ilegalmente a Estados Unidos para someterlo a juicio.
El secuestro y traslado del médico provocó un escándalo en México por tratarse de una violación del derecho internacional de extradición y el Gobierno federal envío notas diplomáticas a Estados Unidos para que Álvarez Machain regresara al territorio nacional para ser juzgado por las leyes mexicanas. Sin embargo, no ocurrió así. El secuestro de Humberto Álvarez Machain provocó una crisis entre los gobiernos de George Bush y Carlos Salinas de Gortari, quien anunció una medida nunca antes vista: la expulsión de todos los agentes de la DEA.
“Salinas envió un proyecto de legislación al Congreso para prohibir expresamente el secuestro transnacional y convertirlo en un crimen. La presencia de los agentes de la en México se había convertido en una fuente de conflicto que hizo necesaria la negociación de distintos instrumentos jurídicos bilaterales para limitar su acción. La cancillería empezó a dar puntual seguimiento al caso Álvarez Machain y manifestó, por nota diplomática, la inconformidad del gobierno mexicano en las diversas etapas del proceso judicial iniciado en Los Ángeles, California. (John Dimitri) Negroponte (el Embajador de EU en México) también dio seguimiento al tema para evitar que se convirtiera en un obstáculo a la negociación (del Tratado de Libre Comercio), sin perder oportunidad para manifestar respeto por la soberanía mexicana y por sus leyes. No obstante, convenció al Presidente Salinas de no expulsar a los agentes de la (DEA) durante la visita del vicepresidente Dan Quayle para evitar consecuencias desastrosas”, exponen Roberta Lajous, Erika Pani, Paolo Riguzzi y María Celia Toro en el trabajo del Colegio de México Embajadores de EU en México.
Lo ocurrido con Humberto Álvarez Machain vuelve a ser tema de debate luego de las distintas versiones que han surgido en torno a la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Hasta ahora la incógnita más importante es si se trató de una detención, de una entrega negociada, o de un secuestro en tierras mexicanas para ser luego detenido en Estados Unidos, como ocurrió con Humberto Álvarez Machain.
Un un funcionario estadounidense familiarizado con el asunto dijo este viernes a la agencia Associated Press que Zambada fue engañado para volar a Estados Unidos. A Zambada se le dijo que iba a otro lugar antes de ser arrestado el jueves en El Paso, explicó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a discutir el asunto.
Las sospechas se basan además sobre todo lo informado este viernes por la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien dio a conocer que “El Mayo” Zambada y el hijo de “El Chapo” Guzmán salieron del país en un vuelo “civil” en el que salieron escondidos. La avioneta tipo Cessna 205 salió desde Hermosillo, la capital de Sonora, en México, a las 7:55 horas (tiempo local). El vuelo llegó al aeropuerto de Santa Teresa, en territorio estadounidense, a las 10:19 horas. Al dejar México se reportó sólo un tripulante, pero al llegar a EU ya eran tres.
Con Humberto Álvarez Machain sucedió algo similar. Los agentes antidrogas de EU habían contactado a Álvarez Machain a partir del asesinato de Kiki Camarena y trataron atraerlo a los Estados Unidos para ser entrevistado sobre el crimen. Un agente llegó a testificar que Álvarez Machain dijo varias veces que cooperaría, pero nunca pisó suelo estadounidense. Por tales, motivos la DEA planeó el secuestro de Álvarez Machain y pagó a mexicanos para que lo llevaran a cabo. El 2 de abril de 1990, Álvarez Machain fue privado de la libertad fuera de su oficina y encajuelado. En el aeropuerto de El Paso, Texas, fue recibido por agentes de la DEA y arrestado. Álvarez Machain protestó y sus abogados argumentaron que su secuestro era una violación del derecho internacional y del tratado de extradición con México.
El caso se complicó aún más cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró legal permitir el secuestro fuera de las fronteras norteamericanas de los fugitivos de la justicia de este país. La decisión, criticada por México y países de América Latina, fue celebrada por William Barr, Fiscal de Estados Unidos en ese entonces. Pese a ello, en diciembre de 1992 el juez de distrito estadounidense Edward Rafeedie federal ordenó la liberación del Álvarez Machain, al determinar que el caso en su contra era tan débil que no se le debía permitir al jurado considerarlo.
El agente de la DEA Enrique Camarena fue asesinado el 9 de febrero de 1985 a partir de uno de los más grandes golpes contra el narcotráfico en México ocurrido un año antes: el desmantelamiento de Colonia Búfalo, rancho del poderoso narco Caro Quintero donde se sembraban, cosechaban, empaquetaban y distribuían enormes cantidades de droga.
Las crónicas periodísticas de ese momento narran que el Embajador de Estados Unidos en México, en ese entonces John Gavin, señaló desde la ventanilla de un avión una porción de territorio al sur de Chihuahua. “Se veía muy verde», refiriéndose a los enormes plantíos de mariguana que ahí se localizaban. En el operativo participaron elementos de Sedena en conjunto con la DEA, quienes por tierra y aire, catearon el rancho.
En represalia a este operativo, Rafael Caro Quintero ordenó el secuestro de Enrique Camarena, que culminó con su asesinato. Según la acusación de EU Álvarez Machain administró una inyección de lidocaína a Camarena para estabilizar el ritmo cardíaco del agente mientras lo torturaban, algo que nunca pudo demostrar la DEA.
El 14 de diciembre de 2016, al cumplirse 25 años de su liberación, el médico Álvarez Machain dio una entrevista al Canal 44 en donde narró su secuestro por la DEA. Consideró que Estados Unidos violó sus derechos y que incluso merecía una indemnización.
–¿Usted no merecía una indemnización por parte del Gobierno de Estados Unidos por secuestralo? Le pregunto la periodista María Antonieta.
–Pues claro que la merecía, arruinaron completamente mi vida, pero te voy a decir una cosa, a raíz de que yo obtuve mi libertad, aquí en México el Presidente me regresó mi trabajo en el hospital Maternidad López Mateos, respondió Álvarez.
El Presidente de México en ese entonces era Carlos Salinas de Gortari.
“Hay que ver una cosa, el Gobierno de EU nunca acepta sus errores, si me pagan a mí deben pagarle a otros también”, declaró el médico en la entrevista al reiterar que nunca conoció al agente Kiki Camarena, pero sí a Caro Quintero y su familia.