El pasado 7 de julio, se realizaron cambios en los estatutos del PRI para abrir la posibilidad de prolongar el mandato de Alejandro Moreno Cárdenas al frente de este partido político por otros dos periodos consecutivos.
Ciudad de México, 18 de julio (SinEmbargo).– El Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), afirmó ayer que actuará con imparcialidad en el caso de Alejandro Moreno, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de la polémica que se desató por la cena entre Norma Piña Hernández, Ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), e integrantes del Poder Judicial en diciembre pasado, en la cual estuvo presente «Alito».
El Magistrado Reyes Mondragón señaló que quienes piensan que favorecerá a Moreno Cárdenas con el proyecto que presentó sobre las impugnaciones que interpusieron exdirigentes y exintegrantes del PRI en contra de las reformas a los estatutos que permitirían alargar el mandato de «Alito» Moreno reflejan su ignorancia al desconocer el proceso.
“Siempre he actuado con imparcialidad. El proyecto de acuerdo aplica la Ley, los precedentes y es una propuesta que está a consideración del pleno. Yo sólo dialogo con argumentos y razones. Las percepciones pues son personales, subjetivas, y no sé en qué estén basadas. A veces están basadas en hechos, a veces están basadas en desinformación o en prejuicios. Bueno, eso es ignorancia porque eso no puede ser una percepción, eso es ignorancia del proceso”, dijo.
“El proyecto, que ya es público, acumula, trata de las demandas en donde se impugnó la convocatoria emitida por el PRI, sus lineamientos, y esos son los que se acumulan y ya hay un proyecto que es público. Están todavía en estudio en mi ponencia, pero ahí impugnan otro acto reclamado que tiene que ver con la Asamblea del PRI en donde aprobaron sus reformas estatutarias”, agregó.
Rodríguez Mondragón aclaró que él no asistió a la cena a la que acudió el dirigente del PRI, la Ministra presidenta de la SCJN y tres magistrados del TEPJF, mismos que habían pedido su renuncia como presidente del Tribunal.
“No asistí, veo que también usted trae humor negro. La cena fue un día después de que yo presenté mi renuncia a la presidencia del Tribunal Electoral. No voy a asistir nunca a una cena en donde se convoque para hablar de esa decisión que tomé con las personas que pidieron mi renuncia, y con la presidenta de la Corte, y con el presidente del PRI», sostuvo.
“No he asistido nunca a una cena con esas personas que asistieron el 12 de diciembre a la cena que usted refiere. Y bueno, creo que ha sido público que no asistí. Si alguien todavía está confundido, bueno, hay que hacer la investigación correspondiente”, añadió.
EXDIRIGENTES DEL PRI SE REÚNEN CON MAGISTRADOS
Ayer, Dulce María Sauri y Enrique Ochoa, exdirigentes del tricolor, se reunieron con las y los magistrados de la Sala Superior del TEPJF para exponer las razonas por las que buscan que se invaliden los cambios en los estatutos del PRI que permitirían a «Alito» Moreno mantenerse al frente hasta 2032.
Sauri y Ochoa se reunieron con Reyes Rodríguez, Janine Otálora y Felipe Fuentes; se espera que este jueves se reúnan con Mónica Soto Fregoso y Felipe de la Mata Pizaña.
Llamado a todas y todos los militantes del PRI que no estén de acuerdo con la celebración anticipada de la Asamblea Nacional y la Reelección de la Actual Dirigencia. pic.twitter.com/6SsR21HUd2
— Dulce María Sauri (@DulceSauri) July 11, 2024
“[Fueron] Absolutamente receptivos a lo que venimos a plantear en relación a las dos impugnaciones que presentamos, una la impugnación madre, por llamarla de alguna manera, que es en contra de la Asamblea realizada el 7 de julio pasado y que da pie a toda la serie de ilegalidades que hemos estado viviendo en el PRI», indicó Sauri.
«La segunda es contra la convocatoria para la renovación de la dirigencia nacional 2024-2028 por considerar que es una convocatoria totalmente fuera de tiempo, todavía estamos en proceso electoral, cuando hay prohibición expresa de cambios de dirigencia en esta etapa, pero no sólo en la Ley, también en nuestros estatutos está prohibido”, complementó.
Por su parte, Enrique Ochoa manifestó que está de acuerdo en que este asunto debe resolverse al interior del partido, tal y como lo propone el proyecto del Magistrado Reyes Mondragón.
«ALITO» ALTERA ESTATUTOS
El pasado 7 de julio, el priismo avaló una reforma que permitirá a Alejandro Moreno Cárdenas, su dirigente nacional, postularse para mantener el mando hasta 2032.
La Asamblea Nacional número 24 del partido se realizó después de días de reclamos de exdirigentes del partido, exgobernadores y cientos de militantes que exigen quitarle el control del priismo a Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”.
Días después, el Consejo Político Nacional del PRI aprobó que el método de selección de su dirigencia sea una Asamblea de Consejeras y Consejeros Políticos, con lo que se descarta el voto directo de la militancia.
También se autorizó a la Comisión Nacional de Procesos Internos del partido que emita la convocatoria correspondiente para iniciar el proceso de selección de la dirigencia, la cual deberá centrarse en ese método, con el que al mismo tiempo se definirá en quién recaerá la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Con lo anterior se abre la puerta para que los actuales líderes, Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, repitan fórmula por la dirigencia nacional y la Secretaría General, y, en caso de ganar, ostentar el cargo hasta 2028.
Alejandro Moreno fue electo para dirigir el PRI de 2019 a agosto de 2023, pero a finales de 2022 impulsó cambios a los estatutos del partido que le ayudaron a extender su gestión hasta agosto de este año, con el argumento de esperar la elección federal. La reforma a los estatutos le permitiría extender su presidencia hasta 2032, pues ya cumplió un primer periodo y ahora puede aspirar a ejercer dos más de cuatro años.
Pese a que priistas expusieron que se convocó a la Asamblea Nacional de manera apresurada, sin una reflexión sobre la elección federal del 2 de junio que colocó al partido como la tercera fuerza política, tanto “Alito” Moreno como quienes encabezaron las discusiones previas defendieron que la decisión no se tomó para favorecerlo y, dijeron, fue un proceso democrático realizado después de más de 500 asambleas municipales, 32 asambleas estatales y cuatro mesas temáticas con representantes de distintos estados.
Lo cierto es que la debacle electoral y territorial del PRI fue notoria desde 2016, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, un sexenio marcado por actos de corrupción que le arrebataron la confianza de la población.
Ese año, perdió siete de las 12 gubernaturas que estaban en juego en esas elecciones: Durango, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Aguascalientes y Puebla. Luego, en 2018, perdió la Presidencia del país con José Antonio Meade, quien logró apenas el 16.4 por ciento de la votación, quedando en tercer lugar.
La crisis se agravó cuando Moreno Cárdenas fue nombrado dirigente nacional en agosto de 2019. Recibió a un tricolor que encabezaba 12 gubernaturas, pero en 2021 perdió ocho: Colima, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; en 2022, perdió Hidalgo y Oaxaca; y en 2023, el partido dejó de gobernar el Estado de México, uno de sus bastiones más fuertes.
Además, cuando Alejandro Moreno Cárdenas llegó a la presidencia del partido, el INE tenía el registro oficial de siete millones 203 mil 191 priistas, pero para 2023, última actualización pública de la militancia, bajó a un millón 411 mil 889 militantes; es decir, en cinco años perdió cinco millones 791 mil 302 afiliados, equivalente al 80.3 por ciento.
Nada de esto ha importado. “Alito” se ha mantenido al frente del partido, y, si así lo decide, podrá postularse para seguir en el poder.
–Con información de Montserrat Antúnez