El Fondo Monetario Internacional estimó que América Latina crecerá 1.9 por ciento este año, es decir, una décima menos que en su anterior informe de abril; sin embargo, previó un avance económico de 2.7 por ciento para el próximo año.
Ciudad de México, 16 de julio (SinEmbargo).– El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó este martes las previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México al 2.2 por ciento, es decir, las colocó dos décimas por debajo de lo que pronosticaba en abril: un 2.4 por ciento, y por segunda ocasión consecutiva.
De acuerdo con el informe de Perspectivas Económicas, México crecerá 2.2 por ciento este año, y 1.6 por ciento el próximo, lo que se traduce en una reducción de dos décimas en la primera métrica, y en un incremento de dos, en la segunda.
"Con respecto a América Latina y el Caribe, el crecimiento se ha revisado a la baja para 2024 en Brasil debido al impacto a corto plazo de las inundaciones y en México debido a la moderación de la demanda", se lee en el documento.
IMF Growth Forecast: 2024
🇺🇸US: 2.6%
🇩🇪Germany: 0.2%
🇫🇷France: 0.9%
🇮🇹Italy: 0.7%
🇪🇸Spain: 2.4%
🇬🇧UK: 0.7%
🇯🇵Japan: 0.7%
🇨🇦Canada: 1.3%
🇨🇳China: 5.0%
🇮🇳India: 7.0%
🇷🇺Russia: 3.2%
🇧🇷Brazil: 2.1%
🇲🇽Mexico: 2.2%
🇸🇦KSA: 1.7%
🇳🇬Nigeria: 3.1%
🇿🇦RSA: 0.9%https://t.co/iO1yVYN8zj pic.twitter.com/GbhWU7Wf0h— IMF (@IMFNews) July 16, 2024
Asimismo, el FMI apuntó que la actividad mundial y el comercio internacional se han fortalecido al iniciarse el año, y "sorprendió de forma positiva en muchos países, aunque las sorpresas negativas en Japón y Estados Unidos fueron notables".
Por otro lado, el Fondo revisó una décima a la baja la previsión de crecimiento para el PIB de América Latina en 2024, al calcular una expansión económica en la región del 1.9 por ciento, frente al dos por ciento que preveía el pasado mes de abril.
Ya en 2025, América Latina crecerá un 2.7 por ciento, dos décimas por arriba de lo que se esperaba en abril para el próximo año.
En su informe, presentado este martes en Washington, el FMI señaló que los riesgos de una inflación persistente en el sector de servicios están ligados tanto a la fijación de salarios como de precios, dado que la mano de obra representa una alta proporción de los costes en ese sector.
"De este modo, un mayor crecimiento de los salarios nominales, que en algunos casos refleja la recuperación de los salarios reales, en el caso de ir acompañado de una productividad débil, podría dificultar que las empresas moderen los aumentos de precios, especialmente cuando los márgenes de beneficio ya están reducidos, provocando una mayor rigidez de la inflación de salarios y precios", indicó.
Además, advirtió de que la escalada de las tensiones comerciales podría aumentar aún más los riesgos a corto plazo para la inflación al aumentar el coste de los bienes importados a lo largo de la cadena de suministro.