El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de la Dirección General de la Marina Mercante, compartió una serie de recomendaciones a seguir por parte de los navegantes en caso de avistamiento o interacción con orcas.
Ciudad de México, 6 de junio (SinEmbargo).- Un grupo de orcas atacó de nueva cuenta un velero en las costas de Ceuta, cuando se encontraba en las inmediaciones del litoral de la ciudad, el cual fue remolcado hasta el puerto como consecuencia de los daños sufridos por la embarcación.
No es la primera vez que ocurre un ataque a los veleros. La revista National Geographic consigan que desde el año 2020 se ha producido una serie de extraños acontecimientos protagonizados por orcas en el Estrecho de Gibraltar y hasta ahora se han documentado al menos 50 colisiones con barcos, en ocasiones con resultado del hundimiento de la embarcación.
Las orcas protagonistas de estos episodios reciben el nombre de "Gladis", en referencia a uno de los nombres técnicos históricos que se atribuyó a esta especie, "orca gladiator". Para diferenciarlos entre ellos, los científicos añadieron un apellido y así nacieron "Gladis blanca", "Gladis gris" y "Gladis negra" para identificar mejor los ejemplares y poder estudiarlos.
De acuerdo con los reportes, este nuevo incidente ocurrió la tarde de ayer en la zona de Benítez, ubicada en aguas de la bahía norte, cuando tres integrantes del velero alertaron al servicio de emergencias 112 sobre el ataque de un grupo de cinco o seis orcas.
A través de un video difundido por FaroTV Ceuta, se observa a varios navegantes en el velero Kelba cuando el grupo de orcas ataca, dejando daños en el timón y en otras partes del casco. La embarcación fue resguardado por el buque Salvamar Atria de Salvamento Marítimo, para luego ser auxiliados por una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
Tras el incidente, las mismas fuentes aseguraron que estos ataques de orcas habían sido frecuentes en las costas de Cádiz; sin embargo, no en el litoral de Ceuta, donde no se han conocido casos parecidos en los últimos años.
Ante ello, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de la Dirección General de la Marina Mercante, compartió una serie de recomendaciones a seguir por parte de los navegantes en caso de avistamiento o interacción con orcas.
Las recomendaciones se efectuaron después de que el 10 de mayo una embarcación de diez metros de eslora resultara hundida a 14 millas del Cabo Espartel (Tánger, Marruecos) como consecuencia de una interacción con orcas, siendo sus dos ocupantes rescatados por Salvamento Marítimo y un petrolero que pasaba cerca de la zona.
Desde el año 2020, las costas de la Península Ibérica han sido el escenario de un fenómeno sin precedentes que ha atraído la atención tanto de científicos como de marineros. Y es que se han registrado más de 670 incidentes en los que orcas han atacado embarcaciones, lo que ha despertado tanto preocupación como asombro.
Este comportamiento ha alimentado la teoría de que las orcas podrían estar transmitiéndose unas a otras la técnica para embestir barcos, lo que ha generado una imagen de estos cetáceos como los nuevos villanos del océano que buscan reclamar su territorio.
"UN JUEGO MUY PELIGROSO"
Ahora, un informe reciente realizado por un grupo de trabajo de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), compuesto por biólogos, oficiales gubernamentales y representantes de la industria naval, ha ofrecido una nueva perspectiva sobre este asunto. El estudio, encargado por los Gobiernos de España y Portugal, sugiere que las orcas, especialmente las más jóvenes, han encontrado un nuevo entretenimiento: los timones de las embarcaciones.
En otras palabras, las orcas que embisten barcos y los hunden en el Estrecho de Gibraltar pueden ser simplemente orcas adolescentes aburridas jugando y siguiendo una tendencia de comportamiento.
"Es un juego muy peligroso, pero sigue siendo un juego", señaló Naomi Rose, científica del Instituto de Bienestar Animal, a The Washington Post.
Inicialmente, se barajaron diversas teorías para explicar este curioso comportamiento, desde una escasez de alimento que llevaba a las orcas a ver los barcos como competencia, hasta la reanudación de actividades náuticas postpandemia que podría haber perturbado su comportamiento natural.
Ahora, tras la investigación, los científicos descubrieron que la mayoría de las orcas que interactúan con los barcos son juveniles pertenecientes a un grupo de aproximadamente 15 individuos. Estas se acercan cautelosamente a los barcos, aparentemente con el objetivo de golpear los timones con sus cabezas y narices. Sin embargo, debido al tamaño considerable de estas orcas juveniles, que miden entre 3 y 5 metros de largo, los timones frecuentemente resultan dañados o incluso destruidos, explicó Alex Zerbini, presidente del comité científico de la Comisión Ballenera Internacional.
¿POR QUÉ LAS ORCAS ATACAN LOS TIMONES?
La principal hipótesis sugiere que el aumento de la población de atún rojo, su principal alimento, les ha dejado más tiempo libre. Zerbini explicó que las orcas no buscan dañar intencionadamente los barcos. "Cuando juegan con el timón, no entienden que pueden dañarlo y que esto afectará a los humanos. Es más lúdico que intencionado", afirmó.
Así, el comportamiento podría ser visto como una "tradición cultural" emergente entre las orcas, sin un propósito claro más allá del entretenimiento, sugiriendo que podríamos estar ante una nueva "moda" entre estas criaturas.
"Las distintas poblaciones suelen tener especializaciones dietéticas distintas mantenidas por transmisión cultural, y estos 'ecotipos' suelen tener una variedad de tradiciones conductuales persistentes relacionadas con su alimentación divergente", explica el documento de los biólogos marinos.
"Algunas poblaciones también pueden desarrollar 'modas' de comportamiento inusuales y temporales y otras idiosincrasias que no parecen servir a ningún propósito adaptativo obvio".
Este comportamiento recuerda a otras "modas" observadas en distintas poblaciones de orcas a lo largo de los años. En 1987, orcas en el Pacífico Sur comenzaron a llevar salmones muertos en la cabeza como sombreros, una moda que desapareció rápidamente pero que resurgió brevemente en 2008. Los científicos sugieren que el comportamiento actual de las orcas ibéricas podría ser igualmente temporal.
MEDIDAS PROPUESTAS
Para mitigar los riesgos, el grupo de trabajo ha propuesto varias medidas. Entre ellas, modificar los timones para hacerlos menos atractivos a las orcas, utilizar materiales más abrasivos o rugosos. También, probar dispositivos que emitan sonidos alrededor de los barcos, y colgar hileras de cuerdas lastradas, que no gustan a las orcas.
Los expertos destacan la importancia de no intentar disuadir agresivamente a las orcas, ya que esto podría resultar contraproducente. "Cuanto más peligroso es el juego para las orcas, más les divierte", advirtió Rose.
UN DESAFÍO PARA LOS NAVEGANTES
Para los marineros, esta moda representa un desafío serio. Las autoridades recomiendan alejarse de las orcas lo más rápido posible y alertar a las autoridades en caso de un encuentro. "Aléjese de las ballenas al menos 2 a 3 kilómetros de la zona en la que se encontraron", sugiere el informe. Esto podría reducir la probabilidad de daños.
En conclusión, aunque las embestidas de las orcas pueden parecer amenazantes, entender que se trata de un comportamiento lúdico es crucial para abordar el problema de manera efectiva y segura para ambas partes. Como en cualquier moda, es posible que esta también pase, pero mientras tanto, las medidas preventivas podrían ayudar a mantener la paz en las aguas de la Península Ibérica.
"No queremos que se hundan más embarcaciones ni que haya gente en apuros", afirma Zerbini. "Pero tampoco queremos que los animales resulten heridos. Y tenemos que recordar que éste es su hábitat y estamos en medio".