Uno de los elementos folklóricos que distingue a Tuxpan como un destino lleno de fiesta, son sus danzas tradicionales llenas de color, música y simbolismos. La más representativa es la Danza de los Sonajeros, de origen prehispánico y la que mayor número de danzantes tiene, así como la que más participa en las diversas festividades dentro y fuera del municipio.
Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo).- Jalisco cuenta con varios lugares para quien gustan de las artesanías de barro y madera, deliciosa gastronomía y maravillas naturales, entre ellos está Tuxpan, conocido como "El Pueblo de la Fiesta Eterna", este es un lugar ideal para practicar senderismo, camping o rappel; además de poder adentrarse en las minas históricas para explorar.
Ubicado al sur del estado, este municipio también es sede de grandes fiestas como las Veladas al Señor del Perdón (Semana Santa), la Escenificación de “Los Huertos” y el Día de Muertos, en el que acostumbra a colocar sobre las tumbas, ofrendas con frutas, tamales, flores y velas encendidas.
Tuxpan se destaca como un destino lleno de fiesta por sus danzas tradicionales llenas de color, música y simbolismos. La más representativa es la Danza de los Sonajeros, de origen prehispánico y la que mayor número de danzantes tiene, así como la que más participa en las diversas festividades dentro y fuera del municipio.
El baile que realizan representa un encuentro bélico, mientras que su sonaja (elemento principal) simboliza al Macahuitl, un arma Mexica en forma de macana de madera que en sus lados tenía encajada navajas prismáticas de obsidiana. Al bailar, las sonajas suenan al compás de las melodías de la música producida por la flauta y el tambor. Su fiesta principal es la del Jueves de Corpus Christi, celebrada en junio.
También está la Danza de los Juan Dieguitos, de carácter infantil pero no formal, por eso se organiza un par de días antes de la fiesta a la Virgen de Guadalupe, los días 11 y 12 de diciembre y está conformada en su mayoría por niños. A estos bailes y danzas se suman los atractivos turísticos de tipo religioso como el Templo Parroquial de Tuxpan y el Santuario de la Virgen del Platanar.
Los artesanos del pueblo son expertos en la elaboración de macetas, comales, chiquigüites de otate (cestos de palma, carrizo, mimbre o tule), jarros y piezas de cerámica. También resaltan los tejidos a mano, los sarapes, flores de papel y hermosas sillas de madera que fabrican. Para los visitantes adquirir una artesanía local es como llevarse un cachito de Tuxpan a sus hogares.
Durante todo el año se realizan eventos culinarios y artesanales como la Feria del Corazón Artesano, el Festival de Gastronomía Tuxpeña y la Feria del Elote. Estos eventos son la ocasión perfecta para conocer la gran variedad gastronómica que conquista todo tipo de paladares y gustos, como la Cuaxala, el platillo típico tuxpanense que se elabora a base de masa de maíz disuelta con caldo de pollo -como si fuera atole-, jaltomate o jitomate, tomate morado o verde, que se muelen con chiles cuaxaleros o guajillos. Todo lo anterior se mezcla y se pone a hervir en olla de barro, a fuego de leña preferentemente para que agarre mejor sabor. Se bate hasta que agarre una consistencia de atole. Posteriormente se sirve en un plato de barro, se añade por encima carne de pechuga de pollo deshebrada y se acompaña con tortillas de maíz recién hechas. Para comerla hay que olvidar la cuchara, la tradición es consumirla simplemente sorbiendo directamente del plato.
En cuanto a las bebidas, destacan el vino mezcal de Taxica, ponches de granada, tamarindo, guayabilla, arrayán y jamaica; tepache, tejuino y atole blanco, entre otras más.