Dulce María Sauri detalló que la insistencia de «Alito» por realizar la asamblea se debe a que los estatutos del PRI señalan que su fecha límite para buscar su reelección concluye una vez que el actual proceso electoral se dé por concluido. Al terminar este periodo Moreno Cárdenas tendría que abandonar su cargo al frente del PRI.
Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).- Dulce María Sauri, expresidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que el tricolor puede sobrevivir sin Alejandro Moreno Cárdenas en la dirigencia nacional, pero reconoció, que las posibilidades de frenar la reelección de «Alito», como es conocido y quien busca extender por segunda ocasión su gestión, son mínimas.
En entrevista con «Los Periodistas», Dulce María Sauri señaló que a pesar del gran descontento que existe entre algunos militantes del PRI, la realidad es que Moreno Cárdenas tiene control total del partido, situación que reduce las posibilidades de impedir su reelección.
«La posibilidad real de contener la asamblea del domingo es muy escasa, lo sé y lo reconozco […] Se trata básicamente, y tengo que reconocerlo, de esperar contra toda esperanza porque no hay evidencia en el pasado inmediato que abone en el terreno de refutar conductas, actitudes, decisiones que en vez de ayudar al partido lo han lastimado profundamente».
—¿Con Alejandro Moreno Cárdenas que espera usted que suceda en los siguientes años en el PRI de cara a la siguiente presidencial que es a donde va a extender su mandato? —se le preguntó.
—En las conversaciones que tuvimos en 2018-2019 le decía que la mayor amenaza para el PRI era la de la irrelevancia, es decir, que da lo mismo que los grupos parlamentarios del PRI voten a favor o en contra de cualquier iniciativa. La irrelevancia del PRI es evidente. Si tuviera que hacer una apuesta diría que sin Alejandro Moreno el PRI tiene la mitad de posibilidad de sobrevivir en el 2030, con Alejandro Moreno, esas posibilidades no sé si ponerlo en el 5 por ciento, por no decir 0. Es muy claro el deterioro electoral que está en relación directa con desprestigio de la dirigencia nacional del partido. ¿Qué nos espera con la dirigencia de Alejandro Moreno en 2027? ¿Un cinco por ciento de la votación nacional como le pasó al PRD en 2021? ¿Para el 2030 no vamos a alcanzar el porcentaje mínimo y perder el registro? No se lo merece este partido histórico que ha sido el PRI —la exgobernadora de Yucatán.
Dulce María Sauri criticó el hecho de que Moreno Cárdenas convocara a una Asamblea extraordinaria tan solo unos días después de los comicios del 2 de junio en lugar de apoyar a sus compañeros que aún peleaban por algunos cargos de elección popular.
«Esta asamblea nacional fue convocada apresuradamente el 3 de junio, no había terminado de contarse todavía las votaciones en varios estados, cuando deberíamos estar concentrados en apoyar a nuestros compañeros y compañeras que ganaron, cuando deberíamos haber convocado para comenzar una gran reflexión crítica para poder entender qué pasó, nos pasó una aplanadora por encima y no hay el menor de los intentos por tratar de entender qué es y por qué sucedió lo que sucedió, en lugar de esto hubo una convocatoria a una asamblea nacional».
La exlegisladora detalló que la insistencia de «Alito» por realizar la asamblea se debe a que los estatutos del PRI señalan que su fecha límite para buscar su reelección concluye una vez que el actual proceso electoral se dé por concluido. Al terminar este periodo Moreno Cárdenas tendría que abandonar su cargo al frente del PRI.
«El PRI convoca a una asamblea de dudosa legalidad, mete el acelerador, no hay reflexión general, se hacen las reuniones municipales, estatales en la máxima secrecía, se eligen delegadas y delegados y llega la sorpresa de las comisiones dictiminadoras. ¿Por qué tanta prisa? Y la respuesta es el artículo 178 de los estatutos. La prisa es porque necesita garantizar la reelección consecutiva del actual presidente del Comité Nacional antes de que concluya el proceso electoral y se vea obligado a abandonar su cargo».
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) realizará el 7 de julio su Asamblea Nacional para discutir una “reforma profunda” que, según ha anunciado el dirigente Alejandro Moreno Cárdenas, contempla analizar si mantendrán sus colores, logo y hasta el nombre. Pero, más que la oportunidad para evaluar la situación que enfrenta el partido, militantes alertan que se trata de una simulación, pues el verdadero objetivo es extender por segunda ocasión la gestión de Moreno Cárdenas, quien no ha descartado seguir en el cargo.
Alejandro Moreno Cárdenas fue electo para dirigir el partido de 2019 a agosto de 2023, pero a finales de 2022 impulsó cambios a los estatutos del partido que le permitió extender su gestión hasta agosto de este año, con el argumento de esperar la elección federal. Sin embargo, a menos de dos meses de que se cumpla ese plazo, no ha descartado continuar en el cargo, algo que la Asamblea Nacional, el órgano supremo del partido, tiene la facultad de discutir y definir.
En 2019, cuando “Alito” Moreno fue nombrado dirigente nacional, el PRI encabezaba 12 gubernaturas pero en 2021 perdió ocho: Colima, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; en 2022 perdió Hidalgo y Oaxaca y en 2023 dejó de gobernar el Estado de México, uno de sus principales bastiones.
A esta situación se suma la abrumadora derrota que sufrió en el pasado proceso electoral en donde obtuvieron el cuarto lugar de las preferencias electorales a nivel nacional, detrás de Morena, Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano.
Además, el PRI tuvo su menor cifra de sufragios para la Presidencia en los últimos años, al pasar de 16 millones 231 mil 456 en 2012, cuando Enrique Peña Nieto fue electo, a 5 millones 736 mil 759 este 2 de junio, donde compitió por primera vez sin una candidatura presidencial propia, en alianza con el PAN y el PRD, que también enfrentan crisis por sus bajos niveles de aprobación.