El cabecilla de la acción militar, el General del Ejército Juan José Zúñiga, y una decena de mandos militares continúan en celdas policiales a la espera de ser imputados por el delito de alzamiento armado. Dentro de la dividida izquierda boliviana quedan dudas sobre los autores intelectuales del golpe.
LA PAZ, Bolivia (AP).— Cientos de simpatizantes del Presidente boliviano Luis Arce salieron este jueves a manifestarse en La Paz tras el fallido golpe militar de la víspera que sumó al país en la incertidumbre y el caos político.
El principal punto de concentración de los manifestantes se ubicó en la carretera que une La Paz con la vecina ciudad de El Alto, donde más de un centenar de personas mantenían la ruta cortada. También otra carretera que vincula a La Paz con el resto del país estaba bloqueada por manifestantes que colocaron llantas. En el resto del país no se reportaron protestas.
No obstante, las actividades del comercio, la banca, las estaciones de venta de combustible y los colegios se desarrollaron con normalidad.
Por su parte, el cabecilla de la acción militar, el General del Ejército Juan José Zúñiga, y una decena de mandos militares continúan en celdas policiales a la espera de ser imputados por el delito de alzamiento armado.
Saludamos y expresamos nuestro más sincero agradecimiento a nuestras organizaciones sociales y a todo el pueblo boliviano, que salieron a las calles y se expresaron a través de distintos medios de comunicación, manifestando su rechazo a la intentona golpista, que lo único que… pic.twitter.com/Szlh4X1j1H
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) June 27, 2024
Pero en las calles todavía parecía flotar la duda sobre lo ocurrido la tarde del miércoles cuando, al mando de tanques y soldados armados, Zúñiga tomó por asalto el Palacio Presidencial en La Paz, en lo que el Gobierno llamó un “fallido golpe de Estado”.
Antes de ser arrestado por la policía en puertas del principal cuartel de las Fuerzas Armadas en La Paz, Zúñiga dijo a los medios que el propio Presidente Arce la había encargado “hacer algo” para levantar su popularidad, afectada por una crisis económica, fuertes disputas en el partido gobernante y un creciente clima de malestar social.
El expresidente Evo Morales, enfrentado a Arce por el liderazgo del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), se mantuvo en silencio este jueves, pero dirigentes leales al exmandatario calificaron de “golpe planificado” y señalaron como “autores intelectuales al Presidente (Arce) y al Vicepresidente" David Choquehuanca, dijo Gerardo García, un dirigente del MAS leal a Morales. “Este Presidente no sabe cómo subir su imagen”, agregó en una rueda de prensa.
“La gestión del Presidente (Arce) es mala. Lo que ocurrió con los militares le servirá para levantar su imagen, pero no será suficiente. La gente quiere respuestas que el Gobierno no está dando”, dijo el profesor de Ciencia Política, Paul Coca.
Varios ministros del Presidente Arce, entre ellos María Nela Prado, Ministra de la Presidencia y su brazo derecho, rechazaron las versiones de Zúñiga de un supuesto autogolpe. “Buscaban descabezar al Gobierno y atentar contra el mandatario”, sostuvo la Ministra al final de la agitada jornada del miércoles.
Este jueves Arce estaba reunido con sus ministros en la casa de Gobierno.
El levantamiento militar se produjo en un difícil momento para el mandatario. La crisis económica, y la escasez de combustible y otros bienes han afectado la popularidad de Arce, que a su vez perdió gobernabilidad en la Asamblea Legislativa después de que el MAS quedó dividido por su disputa política con Morales. Ambos líderes han manifestado su intención de postularse por el partido gobernante para las elecciones presidenciales de 2025.