Mayo Meza Trejo, directora del Centro de Desarrollo Indígena Loyola (CDIL), destacó que la búsqueda de Javier no se realizó de manera expedita y esto se debe a la crisis de derechos humanos que hay en Guanajuato. El niño de 3 años desapareció desde el 15 de mayo.
Por Jessica de la Cruz
Romita, Gto, 22 de mayo (ZonaFranca).- A casi una semana de la desaparición del niño indígena Javier Modesto Moreno, no hay rastro de él. En el pueblo donde fue visto la última vez nadie sabe de su paradero, pero sí que se encuentra desaparecido, y es la primera vez que sucede con las familias de jornaleros que van a trabajar en esta temporada a los municipios de León, Silao, Romita y San Francisco del Rincón.
Nuevamente, ayer martes, un grupo de 20 personas aproximadamente, que fue convocado por el Centro de Desarrollo Indígena Loyoya (CDIL) partió a la comunidad Jagüey. El objetivo era que se escuchara por todos lados el nombre de “Javier”.
Las personas caminaron con un par de bocinas y una patrulla fue solicitada para resguardar al contingente que perifoneaba los detalles que ayuden a localizar al pequeño.
Javier Modesto Moreno, de tres años de edad, se encuentra desaparecido desde el 15 de mayo, y su nombre fue repetido ayer en numerosas ocasiones, entre los límites de León y Romita, por donde se realizó la búsqueda.
Eran las 15:00 horas, cuando en la bocina se escuchaba el nombre de Javier. La gente del pueblo de Jagüey sólo observaba, escuchaba que se anunciaba y se iba; la mayoría están enterados de la desaparición del niño, pero nadie sabe nada de su paradero.
Mayo Meza Trejo, directora del Centro de Desarrollo Indígena Loyola (CDIL), en entrevista comentó que la vida de Javier Modesto les preocupa porque se trata de un niño que no habla español.
“Fue desaparecido por la tarde y hasta un día después en la noche se metió la Alerta Amber y la ficha de búsqueda (…) Javier necesita acciones de búsqueda especializadas al ser un niño migrante, jornalero y su lengua materna no es el castellano”, expresó.
Destacó que la búsqueda de Javier no se realizó de manera expedita y esto se debe a la crisis de derechos humanos que hay en Guanajuato.
«Hay acciones que ustedes conocen, que contempla el protocolo para búsqueda de personas desaparecidas, y el especializado para niños y niñas y sus acciones. Son acciones que han estado fuera de tiempo», dijo.
En la comunidad el Jagüey se pegaron con cinta cientos de fichas de búsqueda de Javier, desde una escuela primaria, el centro de salud, fachadas de tiendas, casas habitación, incluso el transporte público.
Este miércoles, nuevamente las personas del CDIL, así como de la Célula Municipal de Búsqueda, sociedad civil y probablemente medios de comunicación, regresarán a la comunidad de la Sandía para hacer perifoneo y continuar con la búsqueda de Javier.