De acuerdo con el último informe anual de calidad del aire en la Ciudad de México, en el año 2021 se registraron un total de 230 días con uno o más contaminantes que superaron el valor de su norma, de los cuales, 175 días se ubicaron en la categoría de «Mala calidad del aire» y 49 en «Muy Mala».
Ciudad de México, 18 de mayo (SinEmbargo).– La Ciudad de México, que alguna vez fue considerada «la región más transparente», ha tenido en promedio 175 días al año con mala calidad del aire y 49 con muy mala, un problema de contaminación que no sólo afecta a los capitalinos, sino también a los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
De acuerdo con el último informe anual de calidad del aire en la Ciudad de México, en el año 2021 se registraron un total de 135 días limpios (37 por ciento), en los cuales ningún contaminante alcanzó la categoría de mala calidad del aire, pero los 230 días restantes (63 por ciento), uno o más contaminantes superaron el valor de su norma, de los cuales, 175 días se ubicaron en la categoría «Mala calidad del aire», 49 en «Muy Mala» y 6 días en «Extremadamente Mala».
En estos últimos días las 16 alcaldías que conforman la Ciudad de Mexico, junto con 59 municipios del Estado de México y un municipio de Hidalgo han estado en alerta por la mala calidad del aire, alcanzando el jueves a las 15:00 horas la contingencia ambiental en Fase I más larga en los últimos cinco años y con niveles cercanos a la Fase II.
La última vez que una contingencia duró más de tres días seguidos fue en mayo de 2019 cuando se alcanzaron los niveles más altos de ozono, al punto de decretar la Fase II de Contingencia Ambiental que incluyó la suspensión de clases en el nivel básico.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) —encargada de medir la calidad del aire y aplicar medidas medioambientales— reportó el jueves a las 15:00 horas que la combinación de factores como radiación solar intensa, temperatura superior a los 30°C y viento débil de dirección variable provocó una concentración máxima de 149 ppb en la estación Atizapán (ATI), lo que extendió la Fase I de contingencia hasta las 17:00 horas.
Para entrar en la Fase II se deben registrar 200 ppb de ozono. En esta condición, además de las medidas de la Fase I, se suspenden las clases en el nivel básico y los eventos artísticos y deportivos al aire libre.
¿QUIÉN MIDE LA CALIDAD DEL AIRE?
Durante 38 años el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (IMECA) sirvió como indicador para informar a la población sobre el estado de la calidad del aire y cuáles podrían ser los efectos en la salud. Desde 2006 se calculaba con fundamento en la Norma Ambiental NADF-009-2006, que en 2018 fue actualizada (NADF-009-AIRE-2017), para cinco de los contaminantes criterio: dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas suspendidas. Se representaba con una escala que va de 0 a 500, donde el valor de 100 se asignaba al valor indicado por la Norma Oficial Mexicana para cada contaminante.
Un valor menor a 100 se consideraba satisfactorio y con un bajo riesgo para la salud, mientas que un nivel superior a 100 implicaba algún riesgo para la salud, es decir, entre más grande era el valor del índice, mayor era la contaminación y el riesgo.
Sin embargo, esta escala dejó de aplicarse el 18 de febrero de 2020 cuando entró en vigencia la NOM-172-SEMARNAT-2019, la cual establece los lineamientos para el cálculo y difusión del Índice de Calidad del Aire y Riesgos a la Salud (Índice Aire Salud), con el objetivo de informar de manera clara y oportuna el estado de la calidad del aire, los probables daños a la salud que ocasiona y las recomendaciones para reducir la exposición de los grupos sensibles y la población en general.
Este Índice Aire y Salud homologó el cálculo y la difusión de los niveles de contaminación en México y se convirtió en observancia obligatoria en todas las zonas metropolitanas, ciudades y municipios del país que cuenten con estaciones de monitoreo de calidad del aire.
En el Índice Aire y Salud se calculan métricas estadísticas específicas para cada uno de los seis contaminantes criterio: dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas suspendidas PM10 y PM2.5.
A esta concentración se le asigna una categoría dentro de cinco bandas de color similar al índice anterior de calidad del aire: verde (buena), amarilla (aceptable), naranja (mala), rojo (muy mala) y morado (extremadamente mala). Además se señala el nivel de riesgo para la salud.
¿CÓMO SE MIDE LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE?
La contaminación del aire se mide a través de una extensa red de estaciones de monitoreo de la calidad del aire distribuidas en toda el área urbana. Cada una de estas estaciones cuenta con equipo especializado para la medición continua de los contaminantes criterio.
En el caso de la Ciudad de México, hay un sistema robusto para el monitoreo de la calidad del aire integrado por 45 estaciones de monitoreo, una estación de monitoreo móvil, un centro de control, laboratorios para mantenimiento y calibración de los equipos de monitoreo, y para la especiación y análisis químico.
Su cobertura espacial se extiende más allá de los límites de la Ciudad de México y cubre una gran parte de la zona conurbada del Estado de México. En conjunto estos componentes integran el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México (SIMAT) y la operación se encuentra bajo la responsabilidad de la Dirección de Monitoreo de la Calidad del Aire (DMCA).
El SIMAT es la fuente más importante de datos de calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México y la calidad de sus datos permite su uso tanto para propósitos de divulgación e información a la ciudadanía sobre la calidad del aire, como para las necesidades del quehacer científico. Opera de manera continua durante todo el año, los datos de calidad del aire, meteorología y el índice ultravioleta (UV) se divulgan las 24 horas de día.
¿QUÉ CONTAMINA EL AIRE?
La doctora Elizabeth Vega, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, explicó en entrevista que los contaminantes tóxicos del aire son compuestos en forma de gas o partículas que se encuentran en el aire en concentraciones bajas, pero con características de toxicidad o persistencia que pueden representar un peligro para la vida humana, animal o vegetal.
Agregó que el problema con el ozono es que los meses de marzo, abril y mayo la temperatura sube mucho y prácticamente no hay vientos y la radiación solar es alta.
«Los dos contaminantes que hacen que se forme el ozono son los compuestos orgánicos volátiles y los óxidos de nitrógeno, estos últimos permanecen en una zona urbana como el Valle de México y son los que se emiten en todo el transporte vehicular», detalló.
Mencionó que estos compuestos orgánicos volátiles provienen de muchas fuentes: emisiones vehiculares, la cocción de alimentos, los químicos que se usan para pintar los autos, las fugas de gas LP en casa, barnices para pintar las uñas y los aerosoles para el cabello. «Todo esto es mucho más complejo de controlar».
La investigadora de la UNAM informó que en la Ciudad de México se está llevando a cabo la segunda parte de medición de los contaminantes con mediciones promedio cada media hora. «Lo que hemos visto en estos primeros meses es que las fugas de gas LP siguen siendo importantes para la contaminación del aire, ya que el gas LP contiene propano y butano».
De acuerdo con la CAMe, los vehículos que circulan en la Zona Metropolitana del Valle de México recorren una distancia diaria equivalente a 6 mil 456 vueltas a la Tierra y son uno de los factores de contaminación.