México se caracteriza a nivel internacional por su baja recaudación de impuestos y la desigualdad con la que se distribuyen las riquezas, por ello desde la academia y la sociedad civil urgen a quien encabece la próxima administración federal impulsar una reforma fiscal progresiva para que quienes más tienen paguen más impuestos.
Ciudad de México, 5 de mayo (SinEmbargo).– Las y los legisladores federales que cerraron su último periodo de sesiones esta semana en la 65 Legislatura dejaron pendiente la aprobación de una reforma constitucional para obligar a las personas más ricas de México a pagar más impuestos. Tanto organizaciones como académicos destacan la urgencia de aprobar no sólo esta medida, sino también de impulsar una Reforma Fiscal, un tema que han evitado las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, quienes encabezan las preferencias en encuestas recientes.
La iniciativa #QueLosMásRicosPaguen fue presentada en mayo del año pasado por tres diputadas y dos diputados de Morena, pero sólo llegó a la Comisión de Puntos Constitucionales; planteó reformar el Artículo 31 de la Constitución para que la recaudación de impuestos sea progresiva, es decir, que mientras mayor sea la capacidad económica de una persona o empresa más recursos aporten al dinero público.
“[La reforma] fue víctima del proceso electoral, aunque legalmente las campañas empezaron en marzo, para todos fue evidente que el Congreso y todo el entorno político estaba en modo electoral [...] Si bien había cierta voluntad política del grupo parlamentario Morena y también de Movimiento Ciudadano, no había condiciones”, expuso en entrevista Diego Merla López, coordinador de Justicia Fiscal de Oxfam México, una de las organizaciones impulsoras de la iniciativa que calificó como “el cimiento de muchos otros cambios necesarios en el sistema fiscal”.
Máximo Jaramillo-Molina, cofundador del Instituto de Estudios Sobre Desigualdad (INDESIG), reconoció que tampoco avanzó porque los cambios en la manera de recabar impuestos todavía generan rechazo entre políticos de todos los partidos, este es uno de los retos que enfrentará la próxima Legislatura.
"Aún dentro de partidos de izquierda es difícil convencer a todos los militantes, o quienes están en los partidos de izquierda que los impuestos son buenos, y sobre todo, que son más buenos si son progresivos. Políticamente ha sido difícil que camine la iniciativa porque no todo el partido, no toda la bancada, está convencida de la necesidad y la importancia de la misma, no se ha logrado ese consenso", mencionó.
El investigador destacó que independientemente de si se aprueba o no esa iniciativa, la prioridad de quienes asuman el Gobierno del país debe ser impulsar una reforma fiscal progresiva, pues ambas iniciativas no están peleadas.
"Es necesario que se apruebe esta iniciativa, pero en caso de ganar las elecciones federales Morena y sus partidos aliados lo que sería más necesario es que desde los primeros meses del sexenio se lleve cabo la reforma fiscal progresiva completa", destacó Jaramillo-Molina, quien puso como ejemplo el Gobierno de Gustavo Petro en Colombia, quien impulsó desde el inicio de su administración una reforma en este sentido.
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— Instituto de Estudios sobre Desigualdad (@IndesigOrg) May 18, 2023
México se caracteriza a nivel internacional por su baja recaudación de impuestos. Por ejemplo, los ingresos tributarios recaudados en 2022 fueron el equivalente al 16.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), con lo cual se mantuvo en el último lugar de los 38 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde el promedio de recaudación es del 34 por ciento.
Horacio Sobarzo Fimbres, académico en el Centro de Estudios Económicos del Colegio de México (Colmex), planteó que la baja recaudación de impuestos se relaciona con la poca confianza de la población a la manera en la que se destinan los impuestos, generada también por la falta de transparencia.
"La percepción de la población es que el uso del gasto es improductivo, que hay mucha corrupción, si la narrativa se pudiera cambiar o la manera en la que se están entendiendo los impuestos probablemente la disponibilidad sería mayor, pero en general lo que se quiere ver es que el pago de nuestros impuestos terminaran en servicios públicos de calidad", mencionó.
Además de la baja recaudación de impuestos, en México también preocupa cómo se distribuyen las riqueza del país. Un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) muestra que el 1 por ciento de las familias más ricas concentran más del 40 por ciento de la riqueza neta del país.
En ese contexto, recientemente activistas, académicos y organizaciones como Fundar, Oxfam y el INDESIG se sumaron este año a la Alianza contra la Desigualdad México, un movimiento a nivel global que busca contrarrestar la excesiva concentración de poder y riqueza en manos de una élite. Además de las propuestas para que los más ricos paguen más impuestos por sus riquezas, Fundar que plantea aumentar las tasas de Impuesto Sobre la Renta (ISR), reducir los beneficios fiscales y recuperar el impuesto a las herencias multimillonarias.
La organización ha exhibido que multimillonarios mexicanos como Carlos Slim Helú, Ricardo Salinas Pliego o Germán Larrea Mota Velasco pagan de impuestos menos del 35 por ciento de sus ganancias, pero los ricos de otros países gravan porcentajes más elevados: Nueva Zelanda (36 por ciento), Senegal (40 por ciento); Reino Unido, Sudáfrica, Alemania, Japón (45 por ciento); España (47 por ciento) y Francia (49 por ciento).
La idea de impuestos progresivos ha sido respaldada hasta por las personas más ricas del país. A inicios de año un grupo de más de 250 millonarios de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Brasil, Canadá y otros países firmaron para pedir a los líderes políticos que se reunieron en el Foro Económico Mundial de Davos que les cobren mayores impuestos para disminuir la desigualdad, pero magnates mexicanos, como Carlos Slim y Germán Larrea, no se sumaron.
¿QUÉ DICEN SHEINBAUM, GÁLVEZ Y MÁYNEZ?
Durante el segundo debate presidencial, realizado el 28 de abril, a las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum, representante de Morena, los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y el del Trabajo (PT); Xóchitl Gálvez, de la alianza entre los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD), así como Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, se les cuestionó si consideran realizar una reforma fiscal.
El único que contestó fue Álvarez Máynez, quien sí propuso implementar una reforma que sea progresiva. Para los especialistas consultados esto puede entenderse porque distintas encuestas los colocan en tercer lugar, lo que le ha dado más libertad de pronunciarse sobre el tema en comparación con las candidatas Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.
Los especialistas también coinciden en que quien gane no podrá prolongar por mucho tiempo una reforma fiscal, pues los programas sociales que ahora avala la Constitución, más las promesas de campaña que han realizado quienes buscan la Presidencia –como la creación de un sistema nacional de cuidados– necesitarán cada vez más recursos públicos.
"Los requerimientos presupuestales van a ir aumentando de manera muy importante al final del sexenio 2030, va a ser un porcentaje mucho más importante del Producto Interno Bruto (PIB), y eso aunado a que todas las propuestas de las y el candidato incluyen más gasto público, y sobre todo más gasto social, se ve sumamente difícil que no aumenten la recaudación. Van a tener que aumentar la recaudación, sí o sí. No va a ser optativo, sino que va a suceder, el problema va a ser si le van a llamar reforma fiscal y a quienes le van a cobrar más", expuso Máximo Jaramillo.
Durante el segundo debate presidencial, Xóchitl Gálvez propuso que los trabajadores que ganen 15 mil pesos o menos no pagarán impuestos, también ha dicho que la recaudación se compensará al disminuir el gasto a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Mientras que Claudia Sheinbaum se ha limitado a destacar que durante el Gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador no aumentaron los impuestos y desde marzo opinó que los empresarios deben pagarlos como todas y todos los mexicanos y no obtener condonaciones, esto en el marco de la disputa que mantiene el empresario Ricardo Salinas Pliego con el Gobierno federal, que ha exhibido su adeudo de 63 mil millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
"Por más que ha habido muy loables intenciones y acciones para aumentar la recaudación de quienes no pagan impuestos, sobre todo en las empresas más ricas y demás, el aumento que ha tenido la recaudación de los últimos seis años ha sido casi de 1 por ciento del PIB, es decir, es muy bajo lo que se ha aumentado con esas estrategias de mayor fiscalización", agregó el cofundador del INDESIG.
Por su parte, Diego Merla destacó que el contexto internacional también puede impulsar a México a implementar una reforma fiscal, pues diversos países ya discuten cómo mejorar la recaudación de impuestos y cómo distribuir esos recursos.
“En la Plataforma Regional de Cooperación Tributaria para América Latina y el Caribe de la Cepal varios países de Latinoamérica están hablando de impuestos progresivos y cómo hacer los sistemas fiscales latinoamericanos más justos”, expuso. Además, agregó, Brasil propuso ante el G20 un impuesto del 2 por ciento a la riqueza neta de los 3 mil megamillonarios del mundo, algo que ahí respaldado políticos de Alemania, España, Sudáfrica y Francia.