El periodista José Luis Montenegro habló con SinEmbargo sobre su más reciente investigación, una radiografía sobre los herederos de Joaquín Guzmán Loera, “Los Chapitos”, quienes han capitalizado el nombre de su padre y expandido su imperio criminal a través de la violencia.
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).– Los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera: Iván Archibaldo, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López “han sabido capitalizar el imperio criminal de su padre” al igual que con la violencia al volverla “una especie de híbrido, transformarla a una especie de normalidad en la que imperan los actos atroces que ellos cometen”, pero con una justificación, planteó en entrevista José Luis Montenegro, autor de Los Chapitos. Radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa (Aguilar).
El libro expone cómo tras la detención, extradición y el juicio en Estados Unidos de «El Chapo» Guzmán sus hijos han tomado las riendas del imperio criminal que construyó. Esta radiografía muestra cómo los hijos de Gúzman Loera no solo se apropiaron del apodo de su padre, sino que han hecho una empresa tanto en el mundo criminal como en otros negocios lícitos. Se trata de jóvenes con estudios universitarios que saben usar armas y tácticas bélicas, y que han hecho del silencio y la complicidad de comunidades enteras la mejor de sus armas.
Se trata de una agrupación que, al igual que sucedió con su padre, está en la mira de Estados Unidos. En abril de 2023, por ejemplo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló una serie de acusaciones en su contra por la fabricación, producción, traslado y venta de fentanilo, que ha provocado una epidemia de sobredosis y muertes en aquel país.
Según los oficiales de EU “Los Chapitos” han construido un “imperio” que, a la par que enviaba cantidades impresionantes de fentanilo a Estados Unidos, a través de una compleja operación que iniciaba con la llegada de precursores de la droga desde China y culminaba con el lavado de dinero de la venta del fentanilo, asesinaba, torturaba y causaba terror entre sus enemigos y con quienes disputaba el tráfico de fentanilo, incluidos casos donde alimentaban a tigres con los cuerpos de sus rivales.
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—¿Qué diferencia hay entre esta nueva generación de capos que representan “Los Chapitos” y la vieja de su padre, “El Chapo”, o de Ismael “El Mayo” Zambada?
—Estamos frente a una generación de jóvenes capos que heredaron el imperio criminal de su padre, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que operan de manera sigilosa en algunos aspectos de la vida pública en México, pero muy agresivos en cuanto se toca o se trastoca sus propios intereses. Entonces vemos a unos hijos de ‘El Chapo’ Guzmán con nombre y apellido: Iván Archibaldo, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y, Ovidio y Joaquín Guzmán López, que en su en su intento por seguir esta dinastía criminal pues se enfocan no solamente en el tema de trasiego de drogas sino que han expandido también su negocio hacia otros ámbitos. Hay drogas mucho más peligrosas como el tema del fentanilo, que es 50 veces más potente que la morfina, que ha causado, al menos hace unos años, en 2021, más de 100 mil muertes en Estados Unidos. Entonces, han podido estos hombres, ahora, tener a bien el cártel a su mando, conseguir con esta escisión de ‘Los Chapitos’, mucho más representación en diferentes ámbitos sociales, políticos y económicos.
En el ámbito social tiene una gran base de personas a los que les han robado o les han cooptado, inclusive les han, de alguna manera, impuesto la simpatía por los propios personajes. Recordarás este episodio cuando capturan a ‘El Chapo’ Guzmán en alguna de las ocasiones en Culiacán cuando la gente salía a las calles con pancartas diciendo liberan a ‘El Chapo’, entonces de esa misma forma se ha construido una marca en el consciente e inconsciente colectivo que ha permitido que ‘Los Chapitos’ naveguen todavía con esa bandera, con la imagen del padre, lucrándola y cooptándola, insisto, en sociedades que viven bajo el silencio y bajo amenaza.
—¿Han sabido capitalizar entonces la marca de ‘El Chapo’ Guzmán?
—Han sabido capitalizar imperio criminal de su padre, capitalizar la violencia, y también, digamos, hacer una especie de híbrido, transformarla a una especie de normalidad en la que imperan los actos atroces que ellos cometen, pero son justificables. Es decir, ‘Los Chapitos’ pueden y tienen la capacidad de sitiar una ciudad para evitar que capturen a su hermano y la sociedad en ese momento, en pánico, en shock total por lo que están viviendo, en cuestiones de armas, balazos, secuestran gente, empiezan a haber carros incendiados.
O sea, ellos tienen la capacidad de hacer eso, pero al final del día termina la propia sociedad justificando los actos, es decir, lo que lo que platicaba hace unos días con unos colegas: es más fácil que un ciudadano de a pie, un joven, le tenga mayor simpatía a un capo de la droga que a un político, o sea, la gente no quiere ser el próximo presidente municipal, no quiere ser el próximo sindico, el próximo gobernador o Presidente de la República, prefiere tener esa simpatía por imágenes y personajes que pueden tener una vida de rey en 10 años y no vivir esclavos 100, como decían en esta frase icónica de de Pablo Escobar.
—Hablabas del Culiacanazo. ¿Ese es el nivel del poder de fuego que tienen esta organización criminal de los hijos de Joaquín Guzmán Loera?
—¿Cuántos Sinaloas hay en México? México vive inmerso en una constante vorágine de violencia que no va a parar, en este sentido el poder de violencia que tienen ‘Los Chapitos’, el peor grado de violencia es el silencio, es decir, cuando comunidades enteras como Badiraguato, como Navolato, El Carrizalejo, las playas de Altata, Mazatlán, Culiacán, o sea, llámese cualquier ciudad de Sinaloa, está copada por el crimen organizado y cualquier ámbito de la vida política, económica y social se mueve gracias a que ellos operan todos los hilos conductores.
Aquí ese es el programa de la violencia, no es las matanzas ni los tiroteos, sino que cuando tú vives en un estado que ya está controlado por el narcotráfico, queda a sabiendas que tu negocio va a tener que pagar una renta, o derecho de piso, que muchos de los servicios que hay también están, a veces, cooptados por el crimen organizado, inclusive ellos cobran rentas para saber a quién se le va a dar el agua, la luz, hemos visto cárteles de la droga que ya incursionaron también en el tema de el Internet, que ellos saben a quién y a quienes les llega la fibra óptica, inclusive cobran rentas también por ello, entonces es, en verdad, un grado de violencia extremo.
Sí, ha habido enfrentamientos que rayan en lo bélico y en el terrorismo en México también perpetrado por ‘Los Chapitos’, pero creo que cuando hay un control total de una sociedad por completo, nos apretamos, ya realmente, a lo más aterrador que existe que es narco estados.
—¿Qué sucede en la relación con Ismael ‘El Mayo’ Zambada y “Los Chapitos”?
—’El Mayo’ Zambada fue muy claro cuando secuestraron a los hijos de ‘El Chapo’ en Puerto Vallarta, Jalisco, en el bar La Leche. Dijo que él ya no iba a ceder en algún otro tipo de negociación u operación para cuidar a los hijos de su padre, de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. En aquella ocasión recordemos que fue ‘El Mayo’ Zambada junto con la autoridades quienes intervinieron para que rescataran a Iván Archivaldo, a Jesús Alfredo, e inclusive al suegro de Iván Archivaldo que estaba ahí porque estaba festejando su cumpleaños.
En ese momento ‘El Mayo Zambada’ entregó una cantidad millonaria de dólares al grupo del Cártel Jalisco Nueva Generación y a los más de 50 hombres que estaban ahí sitiando este centro nocturno, y fue muy claro, insisto, voy a hacer mucho énfasis porque tienen métodos distintos, estamos hablando de un nombre que ya rebasa inclusive los 70 años de edad. ‘El Mayo’ Zambada es un personaje de la vieja guardia, que en trayectoria criminal, o en su carrera delictiva, nunca hizo alarde de sus lujos, es una persona sigilosa, una persona que supo encontrar bien las conexiones políticas, que tuvo a bien enseñarle a sus hijos, en algún momento que quisieron salirse de la raya, en no hacer alarde de las excentricidades que tenían gracias al producto de la venta de drogas, sus hijas se han mantenido también al margen de los negocios de su padre, inclusive algunas de ellas emprendieron negocios como guarderías, que en algún momento estuvieron subrogadas al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Vemos ahí cómo en la parte operativa ‘El Mayo’ Zambada ha fungido como el capo de capos, si tuviéramos que hablar de un personaje que ha mantenido secrecía, que ha mantenido el negocio a flote de las drogas en México y que tiene contactos, no solamente en el gobierno de México sino en Estados Unidos con el Departamento de Estado y con la DEA ¿Tú crees que la DEA no sabe en este momento donde está ‘El mayo’? No lo quieren capturar.
Entonces ha sido un personaje clave que también ha mantenido a la raya a otras organizaciones. Cuando pasó el primer Culiacanazo, ‘El Mayo’ Zambada fue enfático en que ya no iba a dar apoyo e inclusive ordenó a sus tropas que no combatieran al Ejército y a otros elementos de la Guardia Nacional para el rescate de Ovidio Guzmán, entonces a pesar de que había un trato, un pacto entre Ismael ‘El Mayo’ Zambada, ‘El Chapo’ Guzmán y Dámaso López Nuñez ‘El Licenciado’ de que, en algún momento, que los hijos de alguno de los tres no estuviera ahí, los capturará o los asesinaras, cada uno de ellos iba a ver por los de los demás de la triada, entonces creo que es importante mencionarlo.
‘Los Chapitos’ durante su infancia fueron juniors de la mafia, fueron personajes que hicieron alarde de estos lujos, de estas excentricidades, subían fotografías a redes sociales en las que mostraban los felinos que tenían, los autos que ostentaban, las casas que habían edificado y subían esas fotografías a redes sociales, al Instagram, a Twitter. En la praxis estos personajes son la antítesis de lo que ‘El Mayo’ Zambada es en este momento y que siempre ha sido, las reglas no escritas en el narcotráfico están rotas en su totalidad por los hijos de ‘El Chapo”.
—¿Quién tiene el mayor control operativo y territorial de las rutas de droga del Cártel de Sinaloa?
—Yo creo que está dividido porque hay varios grupos, recordemos que el cártel de Sinaloa no funciona como sí lo hacía antes el cártel de Guadalajara, que tenía simplemente un un jefe o un socio, que en este caso eran tres Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero, aquí no, aquí cada quien en el cártel de Sinaloa tiene su propio grupo de operación y no es que alguien obedezca a a un jefe final, no es que todas las organizaciones que conforman el cártel de Sinaloa obedezcan a ‘El Mayo’ Zambada, no.
Hay diferentes grupos, está la gente de Aureliano Guzmán Loera que sigue vigente y que está combatiendo actualmente con la decisión de ‘Los Chapitos, esta herencia de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, pero también está la gente de Zambada y de ahí de la gente de Zambada pues están las Flechas MZ, están algunos remanentes de Los Ántrax, por ejemplo. ‘Los Chapitos’ también tienen de gente nueva, es decir, tienen otras células que también dependen de ellos, entonces la organización es muy amplia, pero quien ha tenido a bien lograr mayor control territorial a seguir en lucha, por ejemplo, en Zacatecas, o en Guanajuato con Cártel Jalisco Nueva Generación, es Zambada, su intento por seguir expandiendo su negocio es amplio, quizás lo haga en sigilo o si lo haga frontal con organizaciones ya bien establecidas, pero vemos que ‘Los Chapitos’ no se están quedando atrás y que hay una lucha encarnizada por saber quién se va a quedar con la hegemonía de esta empresa sinaloense.
—¿Hay riesgo de una fractura entre los tres hermanos?
—Yo creo que no. Mi hipótesis es que como ellos sufrieron la captura, la liberación, la fuga de su padre en diversas ocasiones, conocen bien de lealtad, si algo tiene el cártel de Sinaloa, y en específico ‘Los Chapitos’, es que no confían en cualquier persona y cuando abren en la puerta a alguien es porque saben que es leal y entre familia no se aceptan este tipo de tradiciones. Yo dudo bastante que en cuestiones de operación y de trasiego ellos tengan alguna disputa interna entre familia, que podría trasladarla a la parte de los negocios. Con la captura y posterior extradición de Ovidio Guzmán, esto los unió más que lo que pudo haberlo separado.