1. ¿Bull.. qué?:
El vocablo bullying es utilizado para identificar el acoso escolar y maltrato físico, verbal o psicológico entre coetáneos, durante un largo tiempo y de manera reiterada.
Esta actividad se realiza principalmente en nivel básico y se puede presentar tanto en escuelas públicas como privadas con las mismas repercusiones.
El origen de la palabra tiene dos vertientes; la primera plantea que proviene del holandés y que significa acoso; la segunda surge literalmente del inglés bully, que significa matón o agresor. Cualquiera de las dos acepciones contiene de manera explícita la violencia e intimidación.
De acuerdo con Dan Olweus, psicólogo noruego, considerado pionero en las investigaciones acerca del bullying, la actividad involucra a una víctima que está expuesta a múltiples acciones negativas por parte de otro alumno (o varios de ellos).
Los motivos que provocan estos ataques pueden variar entre condición social, aspecto físico, actividades de los padres, situación educativa, etc. En realidad, no existe una razón lógica que causa las agresiones, más que el simple placer de humillar a la víctima y sentirse “superior”.
2. Suicidio: una de las consecuencias:
El acosado, generalmente, tiene severas repercusiones psicológicas, vive atemorizado, no quiere ir a la escuela, está constantemente nervioso, se muestra triste y solitario e incluso puede llegar al suicidio.
La Dirección General de Prevención del Delito de la PGR informó que uno de cada seis jóvenes que ha sido víctima de este fenómeno termina quitándose la vida. Tan sólo en 2010 se presentaron 190 casos de adolescentes que se suicidaron por esta causa.
En la mayoría de los casos, el sujeto maltratado no habla de la situación con sus allegados. Empieza a aislarse de la sociedad y a recluirse en su propio mundo, los que están a su alrededor perciben los cambios y pueden darse cuenta del problema.
La Fundación en Movimiento reportó que un lapso de 180 días recibieron 180 llamadas denunciando este tipo de acción, de las cuales 82% fueron realizadas por padres de familia, 10% por amigos o conocidos y 6% por los propios afectados, pero sólo un caso en el que el profesor realizó la denuncia.
3. El caso que conmocionó a Lady Gaga:
El suicidio de un joven homosexual de 14 años, víctima de bullying, impactó a la cantante, quien a través de su cuenta en Twitter expresó su enojo por el caso.
“Los pasados días los he pasado reflexionando, llorando y gritando. Tengo mucho odio; es muy difícil sentir amor cuando la crueldad toma la vida de alguien más”.
Jamey Rodemeyer, originario de Buffalo, NY, decidió quitarse la vida por el maltrato que sufría en la escuela y en redes sociales. En un video subido a Youtube el pasado 4 de mayo, expresó su admiración por la intérprete de Born this way.
“Muchas gracias Lady Gaga, tú me has hecho mucho bien y me hiciste entender que nací de esta manera”.
La cantante sugiere en otro tuit que sus más de 13 millones de seguidores en el microblogging se unan en un movimiento en contra del bullying bajo el hashtag #MakeALayForJamey. También mencionó que se reunirá con el Presidente de Estados Unidos para combatir el problema.
4. Ciberbullying en redes sociales:
Con el boom de las redes sociales, cientos de agresores encontraron otro medio para acosar a sus víctimas. Facebook, Twitter, correo electrónico, mensajes de texto, blogs, etcétera, se convirtieron en el principal instrumento para intimidar.
El término fue usado por primera vez por el educador canadiense Bill Belsey. Otros términos para ciberacoso son "acoso electrónico," "e-acoso," "acoso sms", "network mobbing", "acoso móvil" "acoso en línea", "acoso digital", "acoso por internet", "acoso en internet" o "internet acoso".
El ciberbullying puede ser considerado delito penal en algunas localidades. Tal es el caso de una mujer belga que fue condenada a siete meses de prisión con remisión condicional de la pena y una multa de 550 euros por crear un perfil falso en Facebook para vengarse de su ex jefe.
5. Discriminación, nueva modalidad:
Aunque el fenómeno no distingue rasgos físicos, religión ni posición social, se está convirtiendo en un nuevo tipo de racismo. Que porque se es bajito, gordo, usas lentes o no vistes con ropa de marca puede resultar ser motivo de acoso entre los compañeros y no se diga por el color de piel. El ser negro, caucásico o amarillo sigue siendo un motivo (injustificado) para ser blanco de agresiones.
La novelista Yolanda Arroyo, en el texto “Sin raza, una historia de bullying en el colegio”, narra su propia experiencia como víctima, aunque en esa época aun no existía el nombre como tal, ya se vaticinaba se llegada. Entre la discriminación racial y el acoso estudiantil, la ensayista de origen puertorriqueño pasaba sus días de escuela encerrada en el baño para no ser intimidada por sus compañeros por su color de piel.
6. Tipos de bullying:
De acuerdo con la Secretaria de Educación del DF existen tres tipos de bullying: el físico, el verbal y el psicológico, aunque todos causan daños en la víctima, los trastornos pueden variar dependiendo del acoso que se esté ejerciendo.
El bullying físico se caracteriza por dejar marcas en el cuerpo de los asediados, pueden ser golpes, empujones, patadas, encierros, etc. Sin embargo, una nueva tendencia deriva en abuso sexual.
Poner un apodo, insultar, generar rumores, expresiones discriminatorias, difundir chismes, excluir y realizar bromas insultantes son las formas en que el bullying verbal se expresa. Debido a que los niños, niñas y jóvenes son más sensibles a estas cuestiones pueden generarles complicaciones a la hora de formar su identidad y personalidad.
El acoso psicológico es el más difícil de detectar porque las agresiones, generalmente, se llevan a cabo a espaldas de quien pueda advertir la situación, por lo que el agresor puede permanecer en el anonimato. Pueden consistir en una mirada, una señal obscena, una cara desagradable hasta un gesto.
7. Las niñas representantes del bullying:
Aunque parezca increíble, las niñas ejercen con mayor facilidad esta actividad contra sus demás compañeras. En muchos casos, corresponde a los estereotipos que adquieren en la televisión, revistas, canciones, películas, etcétera.
Los filmes estadounidenses dirigidos a jóvenes presentan, frecuentemente, esta división de grupos entre los estudiantes, los cuales se identifican de acuerdo a sus características y es casi imposible que se mezclen entre ellos. Los nerds, los desadaptados, las porristas, los deportistas, son los ejemplos más comunes.
Cintas como Mean Girls (Chicas pesadas), Looser, 10 cosas que odio de ti y un sinfín de comedias estudiantiles americanas evidencian la violencia que se ejerce en las escuelas sin tomar en cuenta que están sirviendo como ejemplo a miles de adolescentes que las ven.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) indicó que este tipo de violencia de mujeres es una forma de ejercer “poder” sobre otras. Se caracteriza por la práctica de medidas de “segregación” orientadas a doblar psicológicamente a las víctimas, además de lanzar difamaciones y actos abiertos de menosprecio.
Las mujeres son más propensas al bullying verbal y psicológico, mientras que los hombres se apegan al físico.
8. Las cifras de bullying en México:
En México, 65% de los niños y niñas en edad escolar han declarado haber sufrido algún tipo de bullying, según un estudio realizado por la ONU sobre la violencia contra los niños.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social, entre marzo y junio de 2010, se presentaron 13 mil 633 denuncias sobre este problema.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dieron a conocer en 2010 que dos de cada tres alumnos de sexto de primaria y secundaria han recibido al menos una agresión física de parte de sus compañeros.
En Jalisco, según datos presentados por el Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME), el acoso escolar se da entre los 6 y 17 años; y la mayor incidencia de este tipo de actos se produce en secundaria entre los 12 y los 14 años. El 5.7% del alumnado se ha visto en situación de maltrato frecuente, 50.6% de los padres ignora que sus hijos son víctimas de bullying y 67.4% se entera del fenómeno a través de sus hijos y no por los maestros.
9. El combate a la agresión:
La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que puso en marcha el Programa Nacional para Abatir y Eliminar la Violencia Escolar debido al aumento en los índices de intimidación y agresión en las escuelas.
A parte de repartir en las entidades y centros escolares carteles, folletos y dípticos acerca del bullying, también se han implementado cursos y talleres a cerca de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, incluyendo el de recibir una educación libre de violencia tal.
En Jalisco aprobaron el pasado 13 de septiembre por unanimidad en las comisiones de Educación y de Puntos Constitucionales, Estudios Legislativos y Reglamentos la Ley Contra la Violencia y el Acoso Escolar de la entidad.
Dentro de las modificaciones al Artículo 140 Bis se adiciona el Título Noveno denominado “Del Acoso Escolar” con cinco capítulos a la Ley de Educación el Estado de Jalisco. Esta capitulación contiene la definición de “acoso escolar”, así como las definiciones generales, los derechos y obligaciones de los estudiantes, las reglas de conducta preventivas del acoso escolar, las medidas institucionales preventivas del acoso y la violencia escolar, el programa estatal contra la violencia y el acoso escolar. Y el castigo para quienes toleren o permitan este tipo de acciones.
10. ¿Cómo prevenirlo?:
Las soluciones al problema se encuentran, también, en su origen. Los ejemplos con los que crecen los agresores se reflejan en sus acciones.
Se recomienda que para que los niños se desarrollen en un ambiente saludable es necesario transmitir valores, normas, comportamientos, etcétera, ya que la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables de la conducta de los hijos.
Las principales medidas dentro de la familia consisten en el diálogo, la atención y la educación que brindan los padres.
En la escuela se debe controlar la disciplina y estimular la buena conducta. La supervisión constante en aulas y espacios abiertos ayuda a detectar si se presentan estos casos. Los profesores son fundamentales en la construcción de ambientes sanos.
Se deben establecer reglas para evitar el bullying, mantener un buzón de sugerencias y de quejas, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En complicidad con el centro escolar, los profesores deben colaborar en la identificación de algún caso, o simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión.
Las instituciones gubernamentales pueden ayudar creando un teléfono público para que los niños denuncien los casos de bullying y mantener campañas anuales de sensibilización para prevenir el acoso escolar.
El bullying no es un simple juego escolar, para erradicarlo es necesario detectarlo y denunciarlo.