El 5 de febrero, en su paquete de reformas, el presidente López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa para prohibir el maltrato contra los animales y modificar los artículos 3, 4 y 73 de la Constitución, sin embargo, en la Cámara de Diputados ni el PRIAN ni Morena están interesados en avanzar con este tema por el clima electoral, en un país donde 7 de cada 10 perros viven en situación de calle.
Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo).- La prohibición del maltrato animal en un país como México donde 7 de cada 10 perros viven en situación de calle, tendrá que esperar hasta pasadas las elecciones de 2024, pues la reforma constitucional que envió el Presidente Andrés Manuel López Obrador en la materia no se discutirá, al menos, hasta julio.
El 5 de febrero pasado, López Obrador envió en su paquete de reformas constitucionales una para prohibir el maltrato animal y modificar los artículos 3, 4 y 73; sin embargo, en la Cámara de Diputados, ni el PRIAN ni Morena y aliados, que no tienen los votos para avalarla, están interesados en aprobarla por la temporada electoral, quedando en segundo plano, los derechos y bienestar de los animales.
Frente casos virales como el de la jirafa Benito o el del perro Scooby que fue lanzado por un hombre a un cazo de aceite hirviendo en el Edomex, se evidenció que la violencia contra los animales persiste y al mismo tiempo, está ausente en la legislación mexicana pues aunque en 31 estados se considera el maltrato animal como delito que se sanciona con penas en prisión y multas de diversos montos, se estima que sólo se castiga el 0.01 por ciento de los casos.
Además, un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado reveló que siete de cada 10 animales domésticos son víctimas de alguna forma de maltrato y se calcula que alrededor del 70 por ciento de los perros en México viven en situación de calle.
Activistas y defensores de los derechos de los animales tienen un papel importante en este tema pues se han dedicado a visibilizar los casos de maltrato en diferentes partes del país y a protestar siempre que es necesario, como en la capital donde hubo recientes manifestaciones contra la reanudación de corridas de toros en la Plaza México.
Este mismo sábado 16 de marzo se realizó una marcha en contra del maltrato animal que partió del Monumento a la Revolución al Zócalo.
PRIMERO LAS ELECCIONES
La iniciativa de reforma del Presidente López Obrador es para modificar los artículos 3º, 4º y 73º de la Constitución en materia de protección y cuidado de los animales. Esta propuesta actualmente está en la Comisión de Puntos Constitucionales, donde planean discutirla, votarla y probablemente aprobar hasta julio, pasando las elecciones del 2 de junio.
Susana Prieto, Diputada sin partido que forma parte de la Comisión de Puntos, explicó en entrevista que el presidente de esa misma comisión prevé discutir las iniciativas presidenciales hasta julio para que antes de que termine la LXV Legislatura (el 30 de agosto), tengan los dictámenes y sea en la próxima legislatura, ya con los nuevos legisladores, cuando se discuta en el Pleno de la Cámara de Diputados.
El camino suena largo.
“Sería un proceso sencillo si el partido Acción Nacional, el PRI y el PRD terminan con la mora constitucional, ellos tienen cantando que cualquier cosa que envíe el Presidente la van a bloquear pero sería sencillo transitar cuando se trata de protección de animales, no creo que nadie en su sano juicio se pueda negar a que esto se regule, no creo que haya argumentos para lo contrario”, dijo la Diputada.
Jorge Romero, coordinador de los diputados del PAN, ha mencionado que el partido podría votar a favor de un par de iniciativas pero sin mencionar cuáles. En SinEmbargo solicitamos una entrevista con el coordinador panista para consultar su opinión sobre el tema, pero hasta la publicación de esta nota, la solicitud no fue respondida.
Pero, ¿por qué alargar la aprobación de una reforma para prohibir el maltrato animal?
En entrevista, el director de Buró Parlamentario, Sergio Bárcena, explicó que cuando el Presidente López Obrador presentó su paquete de reformas, previeron que aquellas con temas menos políticos, como esta que involucra el bienestar animal, iba a avanzar porque era “casi seguro” que prácticamente todos los legisladores estuvieran a favor.
Aunque en el Congreso consideran lo que diga el mandatario federal y en días recientes pidió aplazar hasta después de las elecciones del 2 de junio la discusión de reformas, en particular las de materia laboral, “aunque no sean temas políticos, los legisladores tomaron esto como una señal de esperar a que pase la elección y entonces después ya las comisiones puedan emitir un dictamen y a menos de que haya alguna urgencia, convocar un periodo extraordinario para aprobarlas”.
“Sí creo que está influenciado por el clima electoral. El Ejecutivo está viendo que la elección no va a ser tan sencilla como lo previeron y cualquier tema le puede costar votos al partido en el gobierno. Es una actitud muy conservadora en el sentido de reducir cualquier tipo de votación y se debe a una falla en el sistema político mexicano pues desde que comienza la elección de candidatos el día de la votación es casi un año de incertidumbre, los propios legisladores no quieren meter en problemas al partido”, dijo Bárcena.
De acuerdo con el director de Buró Parlamentario, aunque la reforma para prohibir el maltrato animal se aprobara en las próximas semanas, se leería como una derrota del presidente Andrés Manuel en caso de que la oposición vote en contra porque no los pudo convencer de estar a favor, ni siquiera en este tema: “simbólicamente puede ser un riesgo por falta de apoyo de la oposición en pleno momento electoral”.
Los partidos PAN, PRI y PRD, así como Morena y sus aliados, están priorizando las elecciones 2024 por sobre las reformas que benefician a los ciudadanos lo que, según Bárcena, “pone a las personas, y en este caso también a los animales, en situación de desventaja frente al poder porque entonces no somos beneficiarios, son los partidos políticos”.
Y todavía falta pues de llegar a la siguiente legislatura, el dictamen para prohibir el maltrato animal dependerá de cómo queden conformadas las cámaras, pues la mayoría puede aprobarla o echarla para atrás.
La iniciativa del Presidente López Obrador no es al Código Penal, es a la Constitución: al artículo 3 para que se agregue a los planes y programas de estudio el conocimiento de la protección de los animales, de acuerdo con su naturaleza, características y vínculos con las personas, así como la prevención y prohibición del maltrato en la crianza y en el aprovechamiento de animales de consumo humano.
Al artículo 4º para prohibir el maltrato animal y establecer que el Estado debe garantizar la protección, el trato adecuado, la conservación y el cuidado de los animales, y reformar el 73º para que el Congreso tenga facultades de expedir leyes en materia de protección de los animales y las medidas necesaria para atender el control de plagas y riesgos sanitarios.
En los transitorios, la iniciativa ordena que en caso de aprobarse, el Congreso tendrá 180 días para expedir una ley general en la materia, donde se establezcan las obligaciones de todos los niveles de gobierno para atender el maltrato animal.
EL MALTRATO ANIMAL EN MÉXICO
La Diputada Susana Prieto confirmó su voto a favor de esta reforma contra el maltrato animal pues destacó que México es uno de los países a nivel mundial que no tienen orden respecto a la protección y cuidado de los animales:
“somos de los países que tenemos más perros desamparados en la calle, no tenemos políticas públicas para que esos animales estén a cargo del Estado como lo está proponiendo el presidente y no existe ningún tipo de regulación”.
Con esta reforma, de acuerdo con Prieto, el Estado comenzará a asumir su obligación de proteger la vida animal. El estudio “El maltrato animal y sus sanciones en México”, del investigador César Giles Navarro e impulsado por Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez del Senado revela que el maltrato animal es mucho más grande de lo que se difunde en redes sociales, pues se calcula que siete de cada 10 animales domésticos en México son víctimas de alguna forma de maltrato.
Y aunque sí existe un marco jurídico que les protege como parte del medio ambiente sano reconocido en el artículo 5 constitucional, utilizan conceptos como “bienestar animal” y “trato digno y respetuoso a los animales”, mientras que algunas constituciones locales los reconocen como “seres sintientes”.
De acuerdo con el estudio, el problema es que las leyes estatales no siempre se cumplen debido a cuestiones como la ausencia de denuncias, la falta de capacitación y de recursos de las instituciones encargadas de procurar el bienestar animal. Y es que las estadísticas sobre la violencia contra los animales de compañía no mienten y revelan que es una práctica común en el país, lo que posiciona a México en el primer lugar en Latinoamérica y el tercer sitio en maltrato animal a nivel internacional.
Además, en un informe, la organización AnimaNaturalis refiere que mueren 60 mil animales domésticos a causa del maltrato y la violencia al año; y que la Ciudad de México es donde más casos se registran por este delito, seguido del Estado de México, Jalisco, Guanajuato, Hidalgo y Querétaro.
Entre 2020 y 2022, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México contabilizó más de 17 mil 600 casos de maltrato animal; 87% de los reportes relacionados con perros. Según cifras del Inegi, en el país hay 25 millones de hogares en los que viven 80 millones de animales de compañía, 43.8 millones de estos, es decir, 57 por ciento, son perros; 16.2 millones de felinos y 20 millones de otras especies pequeñas.
Otra cifra más, de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies (AMMVEPE), revela que del total de perros en México, 70% viven en situación de calle. En redes sociales existen diversas cuentas que promueven la adopción y cuidado de los animales, principalmente de perros y gatos, a quienes consideran como seres sintientes y que al incluir en una familia debe ser considerado como un miembro más, proporcionarle la atención necesaria para todas sus necesidades y velar por su bienestar.
