Sealtiel Alatriste habló sobre su novela Demonios de la culpa, la cual parte de una idea: ‘quién no cede ante una gran pasión no era digno de ella’. El autor habló sobre esta historia que se sitúa en el México que una vez fue.
Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo).– Sealtiel Alatriste trae entre manos una nueva historia. En este caso, situada en los años 50 en la Ciudad de México, una novela sobre dos hermanos de una naciente clase media mexicana que sucumbirán a la tentación y a su destino. Se trata de Demonios de la culpa (Alfaguara).
“La novela tiene un leitmotiv, que está en la contraportada, que dice ‘quién no cede ante una gran pasión no era digno de ella’, porque todos los personajes siempre son tentados por la pasión o por el destino. Cuando uno hace eso, al menos lo que la novela dice, se enfrenta a una realidad que tiene consecuencias positivas y consecuencias negativas”, platicó Sealtiel Alatriste a SinEmbargo.
Esta novela tiene como protagonistas a los hermanos Armando y Raúl Esponda que llegan a la ciudad de México en 1949 a cobrar una deuda familiar con la que crecen creyendo que les pertenece. De esta manera, son recibidos por su tío Federico, quien vive la buena vida luego de que ganara un boleto de lotería marcado por la discordia.
En esa casa, los hermanos Esponda conocen Josefina y Gladys, hijas de un fallecido socio comercial de su tío. Admitidos en el círculo familiar, Armando y Raúl hacen crecer los negocios de Federico. En medio de la bonanza se casan con Josefina y Gladys, matrimonios que son marcados por la llegada del angelino Tomás Pellicer, socio de los Esponda en un negocio ilícito, dando un vuelco, así, a la vida de todos.
“En realidad por eso se llama Demonios de la culpa, porque todos los personajes están acosados por un demonio o por varios demonios, que no los dejan vivir hasta que se liberan de ellos”, comentó Sealtiel Alatriste. “La novela va contando una historia de aventuras, de pasiones, de amor, de celos, de venganza, de ira, de perdón, por eso se dice que es un western, porque es lo que son los westerns, una novela de aventuras, pero que tiene alrededor todas estas cosas que tiene la vida, me parecer”.
En cuanto al escaparate que representa para la Ciudad de México de aquella época, Sealtiel Alatriste expuso que decidió iniciar en el año 49 y terminar el año 62, del otoño del 49 a las posadas del 62. “Hay muchos flashbacks, pero esencialmente transcurren estos 14 años, esos son los 14 años de mi infancia, yo nací en el año 49 y en el año 62, tenía 14 años, empezaba ya la plenitud de mi adolescencia”.
“La ciudad que quiero contar es la ciudad de mi infancia, es una novela que transcurre en esos años de mi formación, que era lo que yo quería contar, la ciudad como la recuerdo, el cine que tanto me gusta, el cine mexicano cómo me influyó, cómo fue y como esa era una sociedad, en la que yo crecí, muy pujante, una ciudad con oportunidades, donde una gente que tiene un puesto en la Merced podía hacerse rico, podía hacer más cosas, pero por otro lado seguía siendo de clase media, o sea, era una ciudad machaca que no hacía grandes distinciones”, platicó.
