Desde tiempos prehispánicos, el caldo de chacales ha sido considerado un manjar en la región colimense. Para realizar este guiso, se combinan ingredientes como cebolla, chiles serranos, zanahoria, calabaza y especias, creando una combinación de sabores y aromas extraordinaria.
Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo).- La Cuaresma es una oportunidad para disfrutar de platillos que tienen como base mariscos y Colima cuenta con varias delicias que en esta época se disfrutan mucho más: el Caldo de Chacales, la Chuachala de Pollo y los Chigüilínes de Coquimatlán. ¿De qué se trata cada platillo? Acá compartimos algunos datos de estos.
Caldo de Chacales
Desde tiempos prehispánicos, el caldo de chacales ha sido considerado un manjar en la región colimense. Los chacales, una variedad de langostinos que habitan en las aguas dulces de ríos, presas y lagos, se convierten en el ingrediente estrella de este platillo. Con su sabor similar al camarón y su textura delicada, los chacales son el corazón de esta receta.
Para realizar este guiso, se combinan ingredientes como cebolla, chiles serranos, zanahoria, calabaza y especias, creando una combinación de sabores y aromas extraordinaria. El proceso de preparación es meticuloso, comenzando con la cocción de las cáscaras y tenazas de los chacales en agua salada, seguido por un sofrito con aceite para resaltar sus sabores. La receta, transmitida de generación en generación, incluye el triturado de las tenazas y patas de los chacales para una mayor intensidad de sabor. La salsa, preparada con jitomates, chiles serranos, ajo, sal y pimienta, se une a los chacales limpios, permitiendo que los sabores se fusionen a la perfección.
Servido caliente, este caldo es un verdadero deleite para los sentidos, y se puede realzar aún más con un toque de limón y perejil fresco. Como complemento, una refrescante tuba complementa a la perfección este platillo.
Cuachala de Pollo
Otro plato emblemático de Colima que puede degustarse durante la Cuaresma es la cuachala de pollo, una delicia que cautiva con su rico sabor y su arraigo en las tradiciones prehispánicas. Similar al chileatole en consistencia, este guiso tiene como base la masa de maíz, acompañada con un toque de chile guajillo y la carne de pollo molida, incluyendo la piel, para lograr una consistencia espesa y un sabor único.
Los ingredientes, que incluyen carne de gallina o pollo, cebolla, tomillo, perejil, laurel, chile guajillo, tomate, masa de maíz y ajo, se mezclan para crear un plato que deleitará incluso a los paladares más exigentes. Servido con tortillas recién hechas y un toque de limón, la chuachala de pollo es una joya gastronómica que rinde homenaje a las raíces culturales y culinarias de la región.
Chigüilínes de Coquimatlán
Para aquellos que buscan explorar los sabores únicos de la región, los chigüilínes de Coquimatlán son una opción imperdible. Estos pequeños peces, conocidos por su carne abundante y poco esqueleto, son una delicia que se presta para prepararlo de diversas maneras.
Ya sea en tamales, con mole de pasilla o ahumados en una deliciosa salsa roja, fritos con limón y sal o cocidos en un caldo, los chigüilínes ofrecen un sabor exquisito, resaltando los sabores frescos y auténticos de los ríos colimenses.
