El escritor y periodista Adolfo Córdova habló con SinEmbargo sobre su más reciente novela, una historia de ese primer amor y la transición de la infancia a la adolescencia.
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).– “Me llamo Julián. Recién cumplí once años y estoy enamorado de una niña un año más grande que yo. Va en sexto”, escribe el escritor y periodista Adolfo Córdova en su novela Ana en todas partes (FCE), una historia en la que relata el viaje de la infancia a la adolescencia a través del cúmulo de sensaciones que se experimentan a esa edad.
La historia —ilustrada por Pepa Ilustradora, quien ha construido una gran trayectoria en el medio de la ilustración infantil y juvenil— sigue los pasos de Julián quien se enamora perdidamente de Ana, quien se vuelve la protagonista de sus pensamientos y sueños, pero sobre todo de sus cuentos. Un día el silencio que existe entre ambos se rompe con un suceso inesperado que los pone en el mismo camino
“Este viaje es el viaje de la infancia a la adolescencia, y puede ser tortuoso, porque también habla de eso Julián, que enamorarse lo pone nervioso y lo hace sufrir un poco, pero también muy gozoso, y creo que la novela también”, platicó en entrevista el autor.
Adolfo Córdova mencionó cómo en realidad no hay tantas historias que hablen a ese niño o niña que está creciendo y dejando la infancia, y pasando a la juventud.
“Me interesaba la posibilidad de ese mundo en donde yo creo que hay mucha riqueza en términos de experiencias, porque todavía crees en cosas fantásticas, como las hadas, los fantasmas y ya usas desodorante, como que hay mucho espacio para imaginar historias porque puedes tomar todavía de lo fantástico, pero también ya poner un pie en algo más realista, como es enamorarte por primera vez, y el efecto de las hormonas en el cuerpo de una persona que está creciendo”, expresó.
Esta novela, compartió Córdova, parte del artificio de la escritura usando la Memoria, oyendo muchos niños y niñas hablar y, por otro lado, una investigación específica sobre el amor en la infancia y cómo los niños y niñas expresan sus sentimientos y definen en sus términos cómo es estar enamorado.
—¿Hiciste una investigación, cómo fue?
—Yo formaba parte de un grupo de lectores voluntarios, que se llamaba Leerles, que desde la pandemia ya no continuó. Leíamos en primarias públicas de aquí de la ciudad. Yo leía en ese entonces en cuarto año, pero tenía muchos colegas que leían, cubrimos todos los años. Entonces, cuando yo estaba empezando a escribir la novela, estaba consciente que necesitaba más información, entonces les pedí a mis amigas mediadoras, que me ayudaran y que les pasara un papelito a los niños en una de sus sesiones con la pregunta ¿qué es para ti estar enamorado?
“Cada niño tenía que poner su nombre, su edad y su respuesta y ellas luego me pasaron todos los papelitos, yo hice esto también en el salón en donde yo leía, entonces, yo usé todos sus papelitos para leer y de lo que más me impactó fue la seriedad con la que muchos niños y niñas hablan del amor y algunos hablaban como de la posibilidad de ser lastimados por esa otra persona, también, obviamente”.
Con respecto a los elementos autobiográficos de esta novela indicó: “la anécdota global es la que está inspirada en mí y la niña de la que se enamora Julián es como calcada de la que en ese momento era mi novia y ahora es mi esposa. Sigo con, sí pude dedicarle una novela, afortunadamente, y se parece mucho a ella. O sea, la manera en la que caractericé a Ana está muy inspirada en mi pareja y la manera en que caractericé a Julián está muy inspirado en mí y en un sobrino que tenía la edad de Julián cuando yo empecé a escribir la novela tenía 10 años, un poco yo a veces siento que se le escribía a él, a mi sobrino. Entonces, Julián es una mezcla sobre todo de mi sobrino y de mí, y luego ya aderecé a los otros personajes, las cosas que dicen los otros niños y niñas con la investigación que te que te contaba.
No sólo eso, Ana en todas partes se configura además como una introducción a distintas obras de literatura juvenil:
“Sin que yo tenga una preocupación pedagógica, una de las cosas que le pasa a este niño, es que a través de los cuentos de hadas que él conoce de otras novelas, puede hablar con la niña que le gusta, o sea, encuentran un punto en común, a ella también le gustan algunas de esas historias. Entonces, sí, para mí como es muy autobiográfica también la novela, para mí era una oportunidad para hablar de las cosas que yo leí, hablar de los clásicos como Pinocho, la Sirenita y jugar con ellos y poniéndose como hablar de las verdaderas versiones, conversaciones entre niños hablando de cuentos que son muy conocidos en general y a lo mejor otros no tanto, porque también quería yo poner ahí alguna novela contemporánea como Buenas Noches, Laika de Martha Riva Palacio o mencionar Harry Potter.
