Amarande Riojas dijo que presentó “un amparo en contra de un Juez, Agustín Rodríguez Beiza, es un Juez que ha sido acusado de abuso sexual, es un Juez que es misógino”, para que no sea él quien lleve su caso, debido a que en anteriores ocasiones ha mostrado favoritismo para con los presuntos responsables.
Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).- La abogada Amarande Riojas, quien fue víctima de violencia sexual, señaló que sus preusntos agresores, Javier Lozano Ponzanelli, hijo del exsecretario de Trabajo federal, Javier Lozano Alarcón, y Gabriel Castañeda Gómez Mont están siendo protegidos por el Poder Judicial, debido a que se han presentado una serie de irregularidades con el Juez asignado, que también ha sido señalado como agresor sexual.
En entrevista para el programa Café y Noticias que se transmite por el canal de Youtube SinEmbargo Al Aire, Riojas relató que en la audiencia previa el Juez Agustín Rodríguez Beiza «había dicho que desde su perspectiva no había ejercicio de la acción penal” contra los presuntos agresores.
“Es un Juez que ha sido acusado de abuso sexual, es un Juez que es misógino, es un Juez que ya en una audiencia previa de forma había dicho que desde su perspectiva no había ejercicio de la acción penal, sin conocer siquiera los argumentos de mi abogado”, explicó.
“Pasamos esa etapa y después nos vuelven a poner a ese mismo Juez, al Juez Beiza, para la vinculación a proceso, ese mismo día, antes de que nosotros nos recusaramos de este Juez, no llega la defensa de Javier (Lozano Ponzanelli), no se presenta, y el Juez en vez de dictaminar acorde, decide diferir la audiencia sin más, sin ningún tipo de sanción”, añadió.
“Tenemos un amparo, evidentemente él no aceptó recusarse, entonces nosotros tuvimos que presentar un amparo que está en trámite en este momento para que no sea él, el Juez, que no conozca de la vinculación a proceso de Javier y de Gabriel”, dijo.
“Porque evidentemente él va a volver a determinar un no ejercicio o va a volver a determinar en contra de mi persona sin siquiera de valorar las pruebas, y eso es lo que exigimos al Poder Judicial, justicia y exigimos imparcialidad”, subrayó.
La también abogada consideró que el actuar del juzgador tiene que ver con que muchos de los grandes despachos que hay en México mantienen vínculos con los jueces, y estas relaciones no permiten que se lleve a cabo un proceso imparcial, y terminan protegiendo a los agresores.
Incluso, recordó que al momento en que ella denunció penalmente que fue víctima de violación, fue despedida del despacho en el que trabajaba.
“Muchas veces pasa que los despachos, grandes sobre todo o que tienen ya, años y años de tener influencia, de comer con estos jueces, de llevarse con ellos, ya tienen una relación y eso es lo que a veces no vemos, que también puede haber una influencia en el Poder Judicial, por más que parezca que no”, comentó.
“[Cuando] yo decido denunciar, en ese momento estaba trabajando en un despacho, presenté mi denuncia y al día siguiente me corrieron del despacho”, sostuvo Riojas. “Te empiezas a dar cuenta de que sí, estos grandes despachos ya tienen controlado muchísimo el tema del procedimiento, mínimo hasta la investigación inicial”, añadió.
“Cuando me toca este Juez, digo ‘no puede ser’, no puede ser que el Poder Judicial tenga en sus filas para resolver casos de violencia sexual a una persona que ya fue acusada por un delito de esa índole, es imposible creerlo (…) son cosas ilógicas que no puedes entender”, expresó.
“Es impresionante que tú vayas por la vida creyendo que tenemos jueces justos en México, seguramente los hay pero en mi experiencia personal, este que me tocó al menos a mí, sí va en contra de todo, de toda la lógica común, al Poder Judicial yo le hago un llamado”, opinó y aseguró que también en la Fiscalía se topó con muchos actos de corrupción luego de que decidió denunciar el delito del que fue víctima.
“Yo sufrí mucho con la Fiscalía, yo denuncié terribles actos de corrupción desde el día 1 de mi procedimiento, casi hasta los últimos días (…) las fiscalías evidentemente están así llenas de corrupción, completamente, tenemos una corrupción terrible, que la fomentan estos grandes despachos, que llegan con dinero y se lo dan a los Ministerios públicos, que llegan con sus influencias y su poder y controlan todas las investigaciones iniciales”, dijo.
Respecto a los cuestionamientos que le hacen de por qué no denunció enseguida de haber sufrido la agresión sexual, en diciembre del 2006, la abogada explicó que ella aún no ejercía y que, además, sus agresores ostentaban más poder del que actualmente tiene.
Por ejemplo, en ese entonces, Javier Lozano, padre de Javier Lozano Ponzanelli, era funcionario federal en el gabinete del entonces presidente Felipe Calderón.
“Yo todavía no era abogada, estas personas tenían demasiado poder, justamente, Javier, su papá estaba en una situación de poder absoluto, en el cual yo pensé que no me iba a titular, yo pensé que me iban mandar a matar, que me iban a mandar secuestrar o cualquier otra cosa, tuve un miedo terrible”, comentó
“Porque la acción fue terrible, porque el cinismo con el que a mi me llevan a un cuarto y me lastiman, y me violentan sexualmente delante de tantas personas, que hoy en día van a testificar a favor de ellos, porque es una red, porque es una red de protección de ‘vamos a proteger a la gente que comete ciertos delitos, porque somos poderosos, somos intocables’”, enfatizó.
Pero aún en este momento, Riojas expresó que sigue temiendo por la integridad de su familia. Incluso, señaló que hace unas semanas sus padres fueron víctimas de un asalto en circunstancias algo extrañas. “Sí tengo este miedo constante, de que le puedan hacer daño a mi familia, sobre todo, que le puedan hacer daño a mis amigos o a la gente que amo”, dijo.
“Desafortunadamente hace una semana, viví un acontecimiento terrible, se metieron a casa de mis papás, fue muy extraña la manera en la que entraron a robar, a las seis de la tarde, con cámaras alrededor, no me explico cómo entraron, entraron por la puerta de enfrente, para intimidar demasiado, no se robaron lo que se robaría cualquier persona, teles, iPads, fueron directo al pasaporte de mi papá, a las cosas de mi mamá, estuvo muy raro”, expuso.