En Anatomía de una caída parece que la verdad pasa a un segundo plano, en especial cuando se trata de un juicio. "Yo no lo maté", le dice Sandra a su abogado Vincent Renzi (interpretado por Swann Arlaud), quien le responde: "Ese no es el punto".
Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).- Este 25 de enero llega a las salas de cine Anatomía de una caída, una película que mantiene la tensión, la intriga, el suspenso y la duda de qué es lo que realmente pasó en esa caída. La cinta dirigida por Justine Triet se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y cuenta con la gran actuación de Sandra Hüller.
¿De qué va? Sandra es una escritora alemana que vive con su marido Samuel y su hijo ciego Daniel, en un chalet en medio de los Alpes franceses. Un día, mientras Daniel regresa de dar un paseo con su perro, encuentra a su padre inconsciente en suelo a orillas de la casa, con una herida en la cabeza. Samuel no sobrevive y la autopsia no es concluyente, ¿se cayó desde el piso más alto del chalet? ¿Se aventó? ¿Alguien provocó su caída? La única persona que estaba en la casa en ese momento era Sandra y ahora, también es la principal sospechosa, por lo que debe llamar a un abogado.
En Anatomía de una caída parece que la verdad pasa a un segundo plano, lo que lleva a cuestionar esa idea de justicia. "Yo no lo maté", le dice Sandra a su abogado Vincent Renzi (interpretado por Swann Arlaud), quien le responde "Ese no es el punto" y es que en el juicio lo que importa son las apariencias.
La película guía al espectador de tal manera que se convierte en parte del jurado, en el que conoce las pruebas que se presentan en el estrado y, al ser espectador, también a escuchar las conversaciones de los personajes fuera de él, sin embargo, todo resulta muy ambiguo ¿basta para tomar una decisión? ¿Se cuenta con pruebas determinantes? ¿Ella es culpable o no lo es? El fiscal -en una destacada actuación de Antoine Reinartz que puede hasta desesperar- es incisivo y busca desenmarañar la intimidad de la relación entre Sandra y Samuel exponiendo sus problemas e incluso cuestiona la frialdad y tranquilidad que parece tener Sandra frente a todo el tema.
Sin dar spoliers, esta cinta deja ver las grietas que puede tener una relación, una familia, cuando se pone en el ojo público, en este caso en el de un juicio y es ¿hay alguna familia o relación perfecta? Además de todo lo que destapa una muerte, la conversación a su alrededor, la salud mental, el peso de lo que parece ser verdad y cómo ésta puede usarse para jugar a favor o en contra de alguien, las perspectivas y la subjetividad.
Anatomía de una caída es una película interesante e imperdible que mantiene a quien la ve en contante tensión, cuestionándose y dudando de lo que ve y lo que no (como el hijo de la pareja en la cinta), además, su final puede convertirse en tema de conversación entre quienes hayan asistido al cine a ver esta historia en donde lo subjetivo juega un rol importante.